Reportajes. Gonzalo Arango
menudo se sienta ahí, ante esa misma mesa, para escribir y observar, naturalmente con ojo crítico, el mundo que lo rodea…
“LA TIMIDEZ ME HA LANZADO A LA AGRESIVIDAD”
Gonzalo Arango es, personalmente, todo lo contrario de lo que aparenta. No es el hombre agresivo, violento, escandaloso que se adivina en sus escritos… Es humilde, sencillo y habla en un tono casi dulce… “La timidez me ha lanzado a la agresividad”, explica; agresividad que para sus amigos de Cali a veces no es suficiente. Por blando, quemaron su imagen en una ceremonia que se realizó en aquella ciudad hace unos años. “Eso está bien”, afirma el padre del nadaísmo, que se encoge de hombros porque los discípulos sepan más que el maestro… “El nadaísmo no es una dictadura de conciencia. Es una posición crítica”.
Sobre la mesa hay varios ejemplares de su manifiesto al Homo sapiens. Es un manifiesto escandaloso, escrito quizás para hacer cierta la apreciación de los académicos, en un “lenguaje de alcantarilla”… ¿Cuál es la intención de ese repugnante mensaje?, le preguntamos. Afán publicitario, exhibicionismo… Él lo reconoce así. “El mejor método de persuasión es el escándalo. Somos exhibicionistas porque nos amamos mucho a nosotros mismos. Uno es más importante que todo. El espíritu hay que imponerlo con los mismos métodos con que se impone una pomada. Aspiramos a que nuestra inmortalidad nos la den por anticipado… Somos trágicos y por eso humoristas... El humor es trágico. Es el valor más alto y refinado de la inteligencia. Ser trágico es fácil: basta existir”…
“TUVE USO DE RAZÓN A LOS VEINTE AÑOS”
A pesar de que tal vez muchos lo saben, le pedimos una definición concreta del nadaísmo. Él explica: “Es la negación de todo lo muerto y la afirmación de todo lo que está vivo. Tenemos una actitud frente a la política, a la religión, a la estética. La estética nadaísta es una trampa de ratón, y hay que saber la forma de roer el queso sin quedar atrapado… No nos sometemos a ningún precepto, porque limitaríamos la libertad creadora: porque esa libertad es el valor esencial del arte”.
Gonzalo Arango interrumpe a menudo sus disertaciones para mirar al vacío… Medita sus respuestas y algunas las subraya con una sonrisa maliciosa… Se burla de todo, se ríe del mundo y de sus semejantes. A veces reconoce que es loco, pero sin embargo afirma: “He estado en contacto con psicoanalistas y he descubierto que los locos son ellos… Yo soy muy cuerdo… Ellos están llenos de complejos”…
OPINIONES PARA LUCY
¿ Qué pienso de la vida?
Que es un inventico estupendo.
De la muerte
Por desgracia existe, pero tengo fe en que los rusos inventarán la inmortalidad antes de morirme. Si la inventan prometo volverme comunista.
De las mujeres
Solo por las mujeres vale la pena vivir, y hasta escribir. Dios tuvo una idea genial al inventarlas.
Del matrimonio
Es excelente para los que no tienen nada qué hacer con su vida. Es una institución muy moral, pero va contra la naturaleza. No me gusta en absoluto. No creo que tenga mucho corazón para soportar una mujer a mi lado doce horas de día y doce de noche. Esto requiere no solo mucha paciencia sino mucho coraje.
De los hombres que se matan por las mujeres
Que son bobos. Al contrario, a mí las mujeres siempre me han servido para no matarme. Toda mi vida y todo mi pensamiento gira en torno de una mujer, de dos…, hasta de media docena. Debe ser por esto que Elena Araújo, la crítica, dice que mi literatura es frívola. Cosa que es cierta, porque yo no soy un intelectual sino un vividor.
De la fidelidad
Existe, pero no hay que creer en ella. Y es muy admirada por los fieles como todos los mitos.
De no haber fundado el nadaísmo, ¿qué habría hecho con su vida?
Supongo que lo peor, como casarme, o haberme suicidado. Todo parecía indicar que iba a ser abogado, pero afortunadamente cierta inclinación a torcerlo todo me desvió del Derecho.
¿Cree en el horóscopo?
Creo que la línea de mi vida, según los astros, es una línea curva, difícil y que conduce a la gloria.
¿Qué métodos o sistemas usa para escribir?
Ninguno. Yo soy un desordenado, un antimétodo, un anti-todo. Trabajo toda la noche porque nunca puedo dormir. Escribo, fumo, medito, hago infinidad de carras, y cuando me siento estúpido me emborracho. Luego me acuesto a las ocho de la mañana y duermo hasta que despierto. He deseado vivir libremente como los pájaros. Me encanta no tener dinero, sufrir, y no tener que trabajar en una oficina. Por lo demás, soy el escritor que más trabaja en Colombia. En cierto sentido, soy un santo.
¿Se casaría?
No, nunca, los santos no nos casamos. Sinceramente me considero el peor partido para una mujer. Y algo muy terrible: soy un solitario. Las mujeres me agradan mucho por un rato, pero no para toda la vida. La estupidez humana me ofende, me escandaliza.
A duras penas me soporto a mí mismo. Además, soy psicópata.
La gente tiene la opinión de que usted es loco. ¿Usted qué piensa?
Pienso que la gente es muy estúpida y se mete en lo que no entiende, ni le importa. Y además sí soy loco.
¿Se siente un gran escritor?
No, en absoluto, me siento limitado, infinitamente insignificante. Cuando pienso en lo poco que valgo, me da mucha lástima.
Pero ¿está orgulloso de sus libros?
No, todos los que he publicado me parecen basura, ni siquiera siento remordimiento por ellos, a lo sumo desprecio.
¿Para los nadaístas existe la inspiración?
Sí, porque a pesar de todo los nadaístas también tenemos un alma. Pero no creo en la inspiración al estilo romántico. Es más bien ciertas condiciones especiales que hacen posible la creación. No le puedo decir cuáles son esas condiciones, porque son un misterio, y aunque las poseo, no las conozco. Por ejemplo, yo sé que escribí mi novela Punta de Cielo en un mes de delirante embriaguez… Estaba abonado para el milagro. Y, sin embargo, sé que bajo otro estado diferente, esa misma obra no la habría podido escribir en dos años. La verdad es que yo no soy un escritor profesional, ni un intelectual de uso corriente, yo me siento un instintivo, un pasionario. Me agrada definirme con una frase de Lawrence, esa de que la obra nace por pasión en mí como los besos.
¿Qué le parecen las intervenciones políticas del Padre Camilo Torres?
No me parecen políticas, sino muy cristianas y humanitarias. El mismo Cristo, para demostrar que era Dios, tuvo que venir a este mundo a predicar su doctrina de amor. Camilo no hace otra cosa que recordarnos la doctrina de Cristo con palabras nuevas, pero con idénticas ideas a las que tuvo el cristianismo primitivo. No hay que olvidar que también Jesús era un político de este mundo, que era un antioligarca, un antiimperialista, y un revolucionario como Camilo, y que por eso los van a crucificar a los dos. Este curita es formidable y me encanta porque se volvió nadaísta, por lo cual yo estoy pensando volverme cristiano, para que juntos luchemos por aquello que decía Camus: los que luchan por la justicia, luchan, en última instancia, por la belleza.
¿En qué trabaja actualmente?
Acabo de grabar un long play con textos nadaístas para los Almacenes Bambuco, creo que será un éxito. A pesar