Pedagogía y literatura: enseñar a pensar. Humberto Quiceno Castrillón
explicar la formación de la pedagogía, lo que no sucedió en Europa, en donde el tratado tiene una larga tradición, y esto desde la antigüedad griega. Hemos partido de tres tratados de pedagogía: el tratado de didáctica, el de pedagogía moral y el tratado autobiográfico o de confesión. En Colombia, el primer tratado de pedagogía es de 1888 que tiene la forma de catecismo, de libro de confesión católica. La novela de formación en Colombia funciona como un tratado del hombre interior. En general en Colombia no se tienen tratados de pedagogía o de didáctica, hasta muy avanzado el siglo XX. El Movimiento Pedagógico no construyó tratados, sino metodologías y posturas epistemológicas. El tratado es importante porque permite una mirada sobre las tres líneas de fuerza que queremos estudiar: la enseñanza de la lectura y la escritura, el hombre productivo y el hombre interior. La pedagogía es la conjunción de estas tres líneas, su formación es tanto hacia la construcción de la enseñanza, como hacia la formación del hombre, en sus dos campos de saber: el hombre que trabaja, que tiene un oficio, una profesión y el hombre que se conoce así mismo y conoce a los otros.
Esta formación de la pedagogía no se puede ver solo desde el estudio de un único campo de saber, ya sea la enseñanza, la profesión o la subjetividad, tampoco se puede entender en un momento determinado, es un proceso largo y complejo. En Europa va desde 1657 con la publicación de la Didáctica magna de Comenio, hasta las ciencias de la educación, creadas a mediados del siglo XX. En Colombia, desde 1821, que es el nacimiento de la Escuela Mutua, hasta 1980, cuando surge el Movimiento pedagógico. Esta formación de la pedagogía no puede hacerse desde el registro de leyes jurídicas, tampoco desde políticas públicas del Estado, pues de lo que se trata es de estudiar la formación de los códigos de saber que vinculan las prácticas de conducta, el código nos muestra el tratamiento que se le hace a los conocimientos educativos para que se pueda crear la experiencia de los sujetos en relación consigo mismo, con los otros y con los objetos exteriores. La didáctica, la moral y la ética son tres elementos del código de formación de la pedagogía, que se articulan a las prácticas de la escuela, del trabajo y de la conducta individual, todo ello para formar un campo de saber o de experiencia pedagógica.
Este libro está organizado para explicar esta experiencia pedagógica, primero, estudiar el tratado didáctico, que nos revela cómo se construye la enseñanza y que nos muestra lo que es la formación del individuo, la conciencia pública, el hombre productivo, el trabajador, y el profesional. Luego, el tratado moral, que es el estudio de la razón y su formación, en contacto con las cosas y las instituciones. Y, por último, las prácticas éticas y estéticas, aquellas que indagan sobre la formación del hombre consigo mismo, prácticas que se inician tardíamente con la escuela nueva y los métodos activos, y que en sus inicios están en la prácticas confesionales, autobiográficas y narrativas. En Colombia, las encontramos hacia finales del siglo XIX, en las novelas pedagógicas y en los tratados de confesión. La pedagogía no es solo el estudio de los libros sobre la enseñanza, los métodos de enseñanza y aprendizaje y la formación del maestro. El análisis de la pedagogía busca relacionar estas modalidades teóricas con las instituciones educativas, la escuela, la Normal y la facultad, y con las prácticas morales y éticas, los estilos de vida, las figuras, la dirección y conducción de la conducta propia y la de otros. Pedagogía no es solo saber enseñar, es saber formar la razón, saber conducir y saber llegar al otro, son estas tres cosas a la vez, es una experiencia en la cual el maestro es uno y uno mismo, el niño otro y sí mismo, y la escuela es otra para sí y para otros.
La pedagogía hay que buscarla y encontrarla, desde el siglo XVII, en las distintas representaciones sobre el hombre, católico y laico; el niño y el joven, como objetos de las instituciones educativas; en la construcción y funcionamiento de instituciones como el preescolar, la escuela, el colegio, la Normal y la facultad y en los procesos de formación del individuo, como objeto de sí mismo, que ya no se produce en instituciones, sino en la relación del sujeto consigo mismo. Esta dispersión de la pedagogía ha dado lugar a tres campos pedagógicos: la pedagogía como una disciplina, como una institución y como formación del individuo. Como disciplina, la pedagogía está en los tratados didácticos y pedagógicos, que se refieren a la enseñanza y a la moral; como institución, en las prácticas escolares, de disciplina y obediencia que son las que construyen el hombre productivo; y como formación, en las prácticas de individualización que se dan en los textos estéticos y literarios, que tienen como objeto la relación del hombre consigo mismo, como las autobiografías, las confesiones y las novelas. Son tres los campos de la pedagogía: la enseñanza, la moral y la ética, cada uno de estos campos tiene sus propias prácticas, la enseñanza tiene como práctica la institución, cuyo fin es la construcción del hombre productivo; la moral, tiene como práctica la cultura y su fin es la construcción del hombre libre; y la ética que construye su práctica, en el pliegue del hombre práctico, el hombre libre y su propio destino. Este es el esquema:
Cuadro 1. Campos de la pedagogía
Objeto | Práctica | Finalidad |
Enseñanza | Institución escolar | Hombre productivo: identidad, oficio, disciplina, profesión |
Moral | Cultura | Libertad |
Ética | Alejarse de la identidad y la disciplina | llegar a ser uno mismo |
Fuente. Elaboración propia
De los tres campos de la pedagogía, sólo el de la ética merece el nombre de formación, pedagogía de la formación, porque es el único que envuelve los tres campos, no pretende construir un único campo, sino liberarse del campo de la enseñanza y el de la moral, y hacer posible que el sujeto encuentre su propio lugar, su propia identidad, su propio ser, que es lo que se llama ética. Cada uno de los campos de la pedagogía tiene sus textos precisos, en este campo ético, sus libros son las novelas de pedagogía o de formación, en estas novelas, los personajes principales, abandonan tempranamente la escuela, la universidad y sus distintos oficios, sean actividades o profesiones. Se desprenden de cualquier moral, no quieren ni la libertad, ni la obediencia, buscan ser dueños de su propio destino, aunque saben que ese destino o finalidad no se aleja de darse y construirse su propia disciplina, como la de ser santo, monje, humanista o escritor, la diferencia es que esa disciplina u oficio, es propia. En este campo, las prácticas buscar formar la individualidad, hacer que el sujeto se construya así mismo, en sus luchas y aventuras, por dejar de ser lo que dice la institución y ser otra cosa, lo que ellos mismos quieren ser. Textos filosóficos o artísticos hacen parte de este campo, su pretensión es la de pensar la no identidad, como los de Nietzsche o los de Fernando González y Estanislao Zuleta en Colombia.
La enseñanza tiene sus textos representativos que son los tratados, su particularidad es que sean metódicos, que busquen dar cuenta de la forma, de la identidad del pensar y del conocer, como los manuales, cartillas, catecismos, textos de lectura y escritura, guías, textos de dirección de la conducta y de la mente. De este modelo se copiaron las leyes, normas, reglamentos, decretos, lineamientos, instrucciones, planes, sistemas curriculares, proyectos, prospectivas, etc. Las prácticas institucionales buscan que el sujeto construya su identidad como hombre productivo y práctico, en la dirección hacia la ciudadanía, la vida social, económica o social y que todo termine en aprender un oficio, que pasa primero, por la construcción del cuerpo, de la mente y de la conciencia, necesarios para aprender a leer y a escribir lo que dicen las leyes, las normas y los métodos, con los cuales llegará a identificarse para toda la vida.
La pedagogía moral tiene sus textos representativos en los tratados morales, los ensayos, las reflexiones, las disertaciones y los textos críticos. En estos textos vemos una crítica al método, a la institución y las políticas de crear la identidad en un oficio o profesión. Rousseau decía que lo que buscaba era que Emilio fuera hombre, solo hombre, que no tuviera ningún oficio y no asistiera a ninguna escuela. Las prácticas en este campo moral no son las instituciones y sus distintas representaciones escritas, no es nada parecido con enseñar, instruir, criar o cuidar. Las prácticas son aquellas que buscan, primero, que el hombre sea un individuo, y segundo, que la construcción individual sea hacia la libertad. El individuo no se construye en la institución y en sus prácticas, su construcción es social, cultural, al lado de las ciencias, las artes y las humanidades. El individuo es el resultado de una educación que sea libre, abierta, sin ninguna dependencia, sin ataduras, sin controles, solo aquellas limitaciones