Sociología de las organizaciones - Una visión latinoamericana. Tirso Suárez Núñez
del trabajo
Esta especialidad adquiere una gran fuerza y legitimidad, al publicarse en Francia en 1961 el Tratado de Sociología del Trabajo de Friedmann y Naville (1963), en la cual se resalta la importancia del trabajo en la sociedad moderna. En sus dos tomos, los autores de esta obra fundacional concentran los trabajos de otros sociólogos que más tarde adquirirían brillo propio, como Michel Crozier y Alain Touraine. Posteriormente, en el año 2000, Enrique de la Garza, profesor de la Universidad Autónoma de Metropolitana de la CDMX, coordinó la publicación del Tratado de Latinoamericano de Sociología del Trabajo, que agrupa trabajos empíricos de buena parte de los especialistas de este campo en la región. El mismo autor, en 2006, complementa y actualiza el Tratado al publicar: Teorías Sociales y Estudios del Trabajo: nuevos enfoques, ofreciendo una nueva oleada de visiones teóricas y trabajos empíricos sobre el tema, realizados en la América Latina por un nutrido grupo de autores.
La sociología del trabajo se concentra en el estudio, en sus diversos aspectos, de todas las colectividades humanas que se constituyen con motivo del trabajo. La definición de trabajo es un punto fundamental: es la acción humana, pero con algún grado de obligatoriedad, sea de naturaleza externa o interna; la influencia interna puede provenir de una disciplina libremente consentida, como es la del artista que realiza una obra de gran aliento, sin ser presionado por la necesidad, como cuando Marcel Proust, escribió En busca del Tiempo Perdido, gozando de holgura económica; la influencia seria externa, como cuando Balzac presionado por sus acreedores escribió La Comedia Humana; ambos escritores, gloria de las letras francesas, fueron trabajadores de la literatura. En resumen, cualquier actividad, incluso la creativa, es trabajo en la medida que implica una obligación, se distingue de la acción libre de cualquier presión, como sería la lectura o cualquier pasatiempo. (Friedmann y Naville, 1963).
Para de la Garza (2006) el trabajo puede entenderse como la transformación de un objeto como resultado de la actividad humana. Esta actividad no es aislada, sino que implica cierta interacción con otros individuos y como resultado de esta, el individuo se transforma, porque el trabajo implica cierto nivel de conciencia, en cuanto a las metas, la manera de lograrlas y los resultados. Este nivel de conciencia es el que se erosiona con la rutina proveniente de una excesiva división técnica del trabajo, típica del trabajo asalariado; el contraste es claro entre un productor independiente y un trabajador asalariado, el primero vende su producto por un precio y conserva su personalidad; un asalariado en cambio, al no identificar el fruto de su trabajo por estar muy dividido, prácticamente se vende a sí mismo, pierde su dignidad como persona y se convierte en un esclavo del salario. Para Chomsky (2017), los trabajadores hacen huelga no solo para conseguir pan sino también rosas, es decir, por su dignidad y su independencia, por sus derechos como hombres y mujeres libres.
Pero el concepto de trabajo va más allá del asalariado, incluye el no-remunerado como el doméstico y cualquier forma de colaboración obligada como las de naturaleza espiritual, familiar y asistencial. La sociología también amplía su campo para incluir el no-trabajo, esto es actividades de ocio, diversión y de superación, en el caso de los trabajadores activos, incluyendo estudios sobre los inactivos por desempleo, incapacidad o jubilación. Recientemente se ha puesto interés en las formas precarias de trabajo como el informal, el temporal, el creativo, el subcontratado, el que realizan los migrantes indocumentados, etc.
Los mas recientes estudios empíricos de la sociología del trabajo para la América Latina (AL de aquí en adelante) se sintetizan como sigue (de la Garza, 2006):
•Implantación de nuevas tecnologías en empresas. Se constata que las nuevas tecnologías de producción, como robotización y procesos controlados por computadoras, están presentes en la industria y en sectores avanzados como la banca y las telecomunicaciones, pero se trata de un número reducido de empresas, casi siempre de tamaño grande y cuya producción se dirige al mercado externo. El hallazgo cuestiona la idea de que, en AL, se concentran los procesos que insumen mucha mano de obra, sugiriendo la idea de que los costos de transporte, de energía, los impuestos, etc. se ponderan junto con los de la mano de obra, para decidir la localización de las plantas.
•Nuevas formas de organización del trabajo (NFOT). Agrupando bajo este rubro a técnicas diversas de organización y gestión tales como: calidad total, equipos de trabajo, justo a tiempo, re-ingeniería, gestión por procesos, etc. resulta interesante hacer notar que las investigaciones empíricas sobre este tema en AL, reportan que, como las nuevas tecnologías de producción, las NFOT están presentes pero de manera selectiva (en empresas grandes y orientadas a la exportación) e incompleta, más aún, su adopción no va asociada a las nuevas tecnologías, como la teoría anticipaba.
•Flexibilidad del trabajo. Es un tema con varios ángulos de aplicación, todos ellos ligados a la productividad y al salario, a saber: i) flexibilidad laboral: implica contratar sin el derecho a beneficios por antigüedad y estabilidad laboral, pero asociada a un aumento salarial y compensaciones por la productividad lograda más allá de cierta meta. ii) flexibilidad en la tarea o polivalencia: los trabajadores no tienen definido un puesto o un grupo de tareas especializadas, más bien están en disponibilidad de realizar una gama extensa de ellas; y iii) flexibilidad en el horario, es decir, no se tiene horas fijas de entrada y salida en el lugar de trabajo, pero sí la obligación de acumular cierto número de horas a la semana o entregar un volumen de trabajo determinado. Los estudios empíricos sobre la adopción de la flexibilidad y sus impactos son dispersos y no concluyentes, adicionalmente, su escasa difusión se explica por las modificaciones legales aún pendientes, como es el caso de México, por la resistencia de los obreros a que una flexibilización tenga como consecuencia una precarización del trabajo.
•Encadenamientos productivos y redes de empresas. Este tema, muy influenciado por las teorías de la organización y la gestión, aun cuando consideran a diversos agentes interactuando, tienen como unidad de análisis a la empresa y ponen sus intereses como centrales. Sobre el punto, la sociología del trabajo ha realizado estudios sobre las consecuencias de la subcontratación (“out-sourcing”) y la precarización del trabajo.
Para finalizar este punto y antes de pasar al abordaje de la sociología de las organizaciones y la de la empresa, resulta interesante señalar la interrelación de la sociología del trabajo con ellas. Al concentrarse en el estudio de la conducta social que tiene su origen en el proceso productivo, la sociología del trabajo tiene una importante área de traslape con la de las organizaciones, pero va más allá cuando, como antes se comentó, al incluir aspectos vinculados al trabajo, pero ubicados más allá del espacio organizacional, como la familia obrera, las organizaciones laborales, las formas de ocio y diversión de los trabajadores, etc. así como el trabajo no remunerado y el informal. (ver figura 1-2)
Figura 1-2: Traslape de dominios sociológicos
La sociología de las organizaciones por su parte se constriñe al espacio de la organización, pero su estudio no se reduce a los trabajadores y sus vínculos, incluye también a los empleados y directivos, así como a los proveedores y a los consumidores —en cuanto a sus relaciones interesadas con la organización— y los impactos sociales y ambientales de la propia organización. La sociología de la empresa, por su parte, es un tema particular de la de las organizaciones (ver Figura 1- 2) desde el momento que la empresa, especialmente la mercantil, es un tipo particular de organización, pero de mucho interés en las economías de mercado.
La sociología de las organizaciones
Desde hace varios años se acepta que todo proceso social o bien tiene su origen en la organización formal o está fuertemente mediado por ella, porque vivimos en una sociedad organizacional y nuestra conducta está asociada a colectividades, por tal motivo, el estudio de la organización está en el núcleo de las ciencias sociales. Actualmente se ven a las organizaciones como elementos importantes en la explicación en áreas claves de la sociología tales como: estratificación, procesos políticos, sicología social, movimientos sociales, cambio social, etc.
El peso de las organizaciones en la sociedad ha impuesto un tema para la sociología que es dilucidar si este gran invento de la sociedad moderna y su proliferación,