La Celestina. Fernando de Rojas
adelante. esse es el doliente por quien has hecho tantas premissas en tu demanda? por quien has venido a buscar la muerte para ti? por quien has dado tan danosos passos: desuergonzada baruuda? que siente esse perdido que con tanta passion vienes? de locura sera su mal: que te parece? si me fallaras sin sospecha desse loco: con que palabras me entrauas: no se dize en vano: que el mas empecible miembro del mal hombre o muger es la lengua: quemada seas, alcahueta falsa: hechizera: enemiga de onestad. causadora de secretos yerros: Jesu: Jesu: quitamela, Lucrecia, de delante, que me fino: que no me ha dexado gota de sangre en el cuerpo: bien se lo merece esto e mas: quien a estas tales da oydos. Por cierto, si no mirasse a mi honestidad: e por no publicar su osadia desse atreuido: yo te fiziera, maluada, que tu razon e vida acabaran en vn tiempo. CEL. —en hora mala aca vine: si me falta mi conjuro: ea pues, bien se a quien digo. "Ce hermano que se va todo a perder." MELIB.—avn hablas entre dientes delante mi: para acrecentar mi enojo e doblar tu pena: querrias condenar mi onestidad por dar vida a vn loco? dexar a mi triste por alegrar a el: e lleuar tu el prouecho de mi perdicion. el galardon de mi yerro. perder e destruyr la casa e la honrra de mi padre: por ganar la de vna vieja maldita como tu. piensas que no tengo sentidas tus pisadas: e entendido tu danado mensaje? Pues yo te certifico que las albricias que de aqui saques: no sean sino estoruarte de mas ofender a dios: dando fin a tus dias. Respondeme, traydora: como osaste tanto fazer? CEL.—tu temor, senora, tiene ocupada mi desculpa: mi innocencia me da osadia: tu presencia me turba en verla yrada. e lo que mas siento e me pena: es recibir enojo sin razon ninguna. Por dios, senora, que me dexes concluyr mi dicho: que ni el quedara culpado: ni yo condenada. e veras como es todo mas seruicio de dios que passos deshonestos: mas para dar salud al enfermo que para danar la fama al medico. Si pensara, senora, que tan de ligero hauias de conjecturar de lo passado nocibles sospechas: no bastara tu licencia para me dar osadia a hablar en cosa que a Calisto ni a otro hombre tocasse. MELIB.—Jesu, no oyga yo mentar mas esse loco: saltaparedes: fantasma de noche: luengo como ciguena: figura de paramento malpintado: si no aqui me caere muerta. Este es el que el otro dia me vido aqui: e comenzo a desuariar comigo en razones: haziendo mucho del galan. Dirasle, buena vieja, que si penso que ya era todo suyo: e quedaua por el el campo: porque holgue mas de consentir sus necedades que castigar su yerro: quise mas dexarle por loco que publicar su grande atreuimiento. pues auisale que se aparte deste proposito, e serle ha sano: sino podra ser que no aya comprado tan cara habla en su vida. Pues sabe que no es vencido sino el que se cree serlo: e yo quede bien segura e el vfano. De los locos es estimar a todos los otros de su calidad: e tu tornate con su mesma razon: que respuesta de mi otra no hauras: ni la esperes: que por demas es ruego a quien no puede hauer misericordia: e da gracias a dios pues tan libre vas desta feria. Bien me hauian dicho quien tu eras: e auisado de tus propiedades: avnque agora no te conocia. CEL. —mas fuerte estaua Troya: e avn otras mas brauas he yo amansado: ninguna tempestad mucho dura. MELIB.—que dizes, enemiga? fabla, que te pueda oyr: tienes desculpa alguna: para satisfazer mi enojo: e escusar tu yerro e osadia? CEL.—mientra viuiere tu yra, mas danara mi descargo, que estas muy rigurosa: e no me marauillo, que la sangre nueua poco calor ha menester para heruir. MELIB.—poco calor? poco lo puedes llamar: pues quedaste tu viua, e yo quexosa sobre tan gran atreuimiento. Que palabra podias tu querer para esse tal hombre que a mi bien me estuuiesse? Responde; pues dizes que no has concluydo: quiza pagaras lo passado. CEL.—vna oracion, senora, que le dixeron sabias de sancta Polonia para el dolor de las muelas. asi mismo tu cordon: que es fama ha tocado todas las reliquias que ay en Roma e Jerusalem: aquel cauallero que dixe, pena e muere dellas: esta fue mi venida: pero pues en mi dicha estaua tu ayrada respuesta: padezcase el su dolor en pago de buscar tan desdichada mensajera: que pues en tu mucha virtud me falto piedad: tambien me faltara agua si a la mar me embiara. "Pero ya sabes que el deleyte de la venganza dura vn momento: y el de la misericordia para siempre." MELIB.—si esso querias porque luego no me lo espresaste? porque me lo dixiste en tan pocas palabras? CEL.—senora, porque mi limpio motiuo me hizo creer que avnque en menos lo propusiera, no se hauia de sospechar mal: que si falto el deuido preambulo: fue porque la verdad no es necessario abundar de muchas colores. Compassion de su dolor / confianza de tu magnificencia ahogaron en mi boca "al principio" la espresion de la causa: e pues conosces, senora, que el dolor turba: la turbacion desmanda e altera la lengua. La qual hauia de estar siempre atada con el seso: por dios, que no me culpes. e si el otro yerro ha fecho: no redunde en mi dano. Pues no tengo otra culpa sino ser mensajera del culpado: no quiebre la soga por lo mas delgado; no seas la telarana que no muestra su fuerza sino contra los flacos animales. No paguen justos por pecadores. Imita la diuina justicia que dixo: el anima que pecare, aquella misma muera: a la humana, que jamas condena al padre por el delicto del hijo: ni al hijo por el del padre. ni es, senora, razon que su atreuimiento acarree mi perdicion: avnque segun su merecimiento, no ternia en mucho: que fuese el el delinquente e yo la condemnada: que no es otro mi oficio sino seruir a los semejantes. Desto biuo e desto me arreo: nunca fue mi voluntad enojar a vnos por agradar a otros: avnque ayan dicho a tu merced en mi absencia otra cosa: al fin, senora, a la firme verdad: el viento del vulgo no la empece. "Vna sola soy en este limpio trato: en toda la ciudad pocos tengo descontentos: con todos cumplo: los que algo me mandan: como si touiesse veynte pies e otras tantas manos." MELIB.—"no me marauillo que vn solo maestro de vicios: dizen que basta para corromper vn gran pueblo." Por cierto, tantos e tantos loores me han dicho de tus "falsas" manas: que no se si crea que pedias oracion. CEL.—nunca yo la reze: e si la rezare no sea oyda: si otra cosa de mi se saque: avnque mill tormentos me diessen. MELIB.—mi passada alteracion me impide a reyr de tu desculpa: que bien se que ni juramento ni tormento te torcera a dezir verdad: que no es en tu mano. CEL.—eres mi senora: tengote de callar. hete yo de seruir. hasme tu de mandar. tu mala palabra sera vispera de vna saya. MELIB.—bien la has merecido. CEL.—si no la he ganado con la lengua: no la he perdido con la intencion. MELIB.—tanto afirmas tu ignorancia que me hazes creer lo que puede ser. Quiero pues en tu dubdosa desculpa tener la sentencia en peso: e no disponer de tu demanda al sabor de ligera interpretacion. No tengas en mucho, ni te marauilles de mi passado sentimiento: porque concurrieron dos cosas en tu habla: que qualquiera dellas era bastante para me sacar de seso. nombrarme esse tu cauallero: que comigo se atreuio a hablar: e tambien pedirme palabra sin mas causa: que no se podia sospechar sino dano para mi honrra. Pero pues todo viene de buena parte: de lo passado aya perdon: que en alguna manera es aliuiado mi corazon: viendo que es obra pia e santa sanar los passionados e enfermos. CEL.—e tal enfermo, senora: por dios, si bien le conosciesses no le juzgasses por el que has dicho e mostrado con tu yra: en dios e en mi alma no tiene hiel. Gracias dos mill. en franqueza Alexandre. en esfuerzo Etor. gesto de vn rey. gracioso: alegre: jamas reyna en el tristeza. De noble sangre, como sabes. gran justador. Pues verle armado, vn sant George. fuerza e esfuerzo no tuuo Ercules tanta. la presencia e faciones. dispusicion. desemboltura. otra lengua hauia menester para las contar: todo junto semeja angel del cielo. Por fe tengo que no era tan hermoso aquel gentil Narciso que se enamoro de su propia figura: quando se vido en las aguas de la fuente. Agora, senora, tienele derribado vna sola muela: que jamas cessa de quexar. MELIB.—e que tanto tiempo ha? CEL.—podra ser, senora, de veynte e tres anos: que aqui esta Celestina que le vido nascer: e le tomo a los pies de su madre. MELIB.—ni te pregunto esso, ni tengo necessidad de saber su edad: sino que tanto ha que tiene el mal. CEL.—senora, ocho dias, que parece que ha vn ano en su flaqueza. E el mayor remedio que tiene es tomar vna vihuela, e tane tantas canciones, e tan lastimeras: que no creo que fueron otras las que compuso aquel emperador e gran musico Adriano de la partida del anima: por sofrir sin desmayo la ya vezina muerte. que avnque yo se poco de musica: parece que faze aquella vihuela fablar. pues, si acaso canta, de mejor gana se paran las aues a le oyr, que no aquel Antico: de quien se dize, que mouia los arboles e piedras con su canto. Siendo este nascido, no alabaran a Orfeo. Mira, senora, si vna pobre vieja como yo si se fallara dichosa en dar la vida a quien tales gracias tiene: ninguna muger le vee que no alabe a dios que assi le pinto. pues si le habla acaso, no es mas senora de si de lo que el ordena. E pues tanta razon tengo: juzga, senora, por bueno mi proposito: mis passos saludables e vazios de sospecha. MELIB.—o quanto me pesa con la falta de mi paciencia: porque siendo el ignorante e tu ynocente, haues padescido las alteraciones de mi ayrada lengua. Pero la mucha razon me relieua de culpa: la qual tu habla sospechosa causo: en pago de tu buen sofrimiento: quiero complir tu demanda, e darte luego mi cordon. E porque para escriuir la oracion no haura tiempo sin que venga mi madre: si esto no bastare ven manana por ella muy secretamente. LUCR. —ya ya: perdida es mi ama: secretamente quiere que venga Celestina: fraude ay: mas le querra dar que lo