Helter Skelter: La verdadera historia de los crímenes de la Familia Manson. Vincent Bugliosi

Helter Skelter: La verdadera historia de los crímenes de la Familia Manson - Vincent  Bugliosi


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quiere montar una cosa donde pueda ser el líder del mundo. Está loco.

      P. ¿Llama al grupo de alguna manera?

      R. La Familia.

      Volviendo a la espada, ¿podía describirla Springer? Sí, era un alfanje, una espada de pirata de verdad. Hasta unos meses antes, dijo Springer, perteneció al antiguo presidente de los Straight Satans, pero luego desapareció, y Springer suponía que algún miembro de la banda se la dio a Charlie.

      Oyó decir a Danny que utilizaron la espada cuando mataron a un tipo «llamado Henland, creo que era». Era el tipo al que le cortaron una oreja.

      ¿Qué sabía del asesinato de «Henland»?, le preguntaron. Según Danny, un tal «Bausley» y uno o dos más lo asesinaron, aseguró Springer. Danny le dijo que «casi por encima de cualquier duda razonable podía demostrar que Bousley o Bausley o lo que fuera mató a ese tipo y obviamente Charlie estaba al tanto o algo así. Bueno, sea como sea alguien le cortó una oreja». Clem también le contó a Springer «cómo le cortaron una oreja a un puto idiota y escribieron en la pared y pusieron la mano o la zarpa de los Panteras allí arriba para culparlos. Echaban a los negros todas las culpas de lo que hacían, ¿vale? Odiaban a los negros, porque antes de aquello ya habían matado a uno».

      Cinco. Más «Henland» (Hinman). Más «un negro». Total hasta ese momento: siete. Los inspectores llevaban la cuenta.

      ¿Vio otras armas estando en Spahn? Sí, Charlie le enseñó un mueble armero lleno, la primera vez que subió allí. Había escopetas, un rifle para cazar ciervos, pistolas del calibre cuarenta y cinco, «y oí que hablaban (y Danny me lo dijo) de que tenían un Buntline del calibre veintidós de cañón largo, de nueve balas. Eso me lo explicó Danny, que sabe de armas. Y supuestamente esa fue el arma con la que mataron a aquel Pantera Negra».

      Charlie se lo contó. Por lo que recordaba Al, Tex timó a un tipo negro en un trato por un montón de hierba. Cuando Charlie se negó a devolver el dinero al negro, le amenazó con subir con todos sus hermanos, los Panteras, al rancho Spahn y arrasarlo. «Conque Charlie saca una pistola, iba a hacerlo otra persona, pero Charlie saca una pistola y apunta al tipo, y hace clic, clic, clic, clic y la pistola no se dispara cuatro o cinco veces, y el tipo se levanta y dice: “Ja, vienes aquí con una pistola descargada”. Y Charlie hace clic, pam, por la zona del corazón, y para eso usó el Buntline, el chisme del cañón largo, me lo contó él mismo en persona.»

      Después del asesinato, que ocurrió en algún lugar de Hollywood, los Panteras «se llevaron el cadáver supuestamente a algún parque, Griffith o uno de esos (…) Eso solo lo sé de oídas, pero se lo oí directamente a Charlie».

      R. ¿Escribieron en la nevera de alguien?

      Se produjo un silencio repentino, y luego uno de los inspectores del caso LaBianca preguntó:

      P. ¿Y eso a qué viene?

      R. Porque me dijo algo de que escribieron una cosa en la nevera.

      P. ¿Quién dijo que escribió en la nevera?

      R. Charlie. Charlie dijo que escribieron algo en la puta nevera con sangre.

      P. ¿Qué dijo que escribió?

      R. Algo sobre los cerdos o los negros o algo así.

      Si Springer decía la verdad, y si Manson no estaba alardeando sin más para impresionarle, entonces eso quería decir que Manson también estuvo probablemente implicado en los asesinatos del caso LaBianca. Y con ellos el total ascendía a nueve.

      Pero los inspectores del caso LaBianca tenían buenos motivos para dudar de esta declaración, porque, en contra de las informaciones de la prensa, DEATH TO PIGS no se escribió con sangre en la puerta de la nevera; en realidad, la frase se escribió en la pared del salón, igual que la palabra RISE. Lo que escribieron en la puerta de la nevera fue HEALTER SKELTER.

      Mientras preguntaban a Springer, un inspector del caso LaBianca abandonó la sala. Cuando regresó, unos minutos después, le acompañaba otro hombre.

      P. Al, este es Mike McGann, otro compañero. Déjame mover esta mesa aquí. Acaba de llegar, así que a lo mejor quieres ponerle al día sobre lo que hemos hablado.

      McGann era uno de los inspectores del caso Tate. Por fin, los inspectores del caso LaBianca decidieron recorrer esos pocos metros y compartir la información que tenían. Para entonces la tentación de decir «eh, mirad qué hemos descubierto nosotros» debió de ser irresistible.

      Le pidieron a Springer que lo repitiera otra vez. McGann escuchó, poco impresionado. Luego Springer empezó a hablar de otro asesinato, el de un vaquero llamado «Shorty44», al que conoció la primera vez que fue al rancho. ¿Qué sabía sobre la muerte de Shorty, y cómo lo sabía?, le preguntó uno de los inspectores. «Me enteré por Danny.» Danny se enteró, por las chicas, de que Shorty «acabó sabiendo demasiado, oyendo demasiado y preocupándose demasiado» y de que «le cortaron los brazos, las piernas y la cabeza (…)». Danny lo sintió mucho, porque Shorty le caía bien.

      Diez. Si.

      P. (A McGann) ¿Hay algo que quieras saber de esto?

      R. Sí, quiero preguntar por qué mataron al de color, al Pantera, supuestamente. ¿Sabes cuándo pasó aquello?

      Springer no estaba seguro, pero pensaba que fue alrededor de una semana antes de que él subiera al rancho. Probablemente Danny podía decírselo.

      P. ¿Relacionaste las cinco personas que dijo Charlie que mató a principios de agosto con algún crimen en concreto?

      R. Sí, con el crimen del caso Tate.

      P. ¿Lo dedujiste tú solo?

      R. Sí.

      Empezaron a concentrar la atención. ¿Hubo alguien más presente cuando Charlie supuestamente te confesó aquellos cinco asesinatos? No. ¿Se mencionó en concreto a Tate en algún momento? No. ¿Viste en el rancho a alguien que llevara gafas? No. ¿Viste alguna vez a Manson con una pistola? No, solo con un cuchillo: «Es un fanático de los cuchillos». ¿El alfanje y los otros cuchillos que viste estaban afilados por los dos lados? Creía que sí, pero no estaba seguro. Danny comentó que Charlie los mandó a un sitio para que los afilaran. ¿Viste en algún momento una cuerda allí arriba? Sí, usaban cuerdas de todo tipo. ¿Sabes que hay una recompensa de veinticinco mil dólares por los asesinatos del caso Tate? Sí, y «seguro que me vendrían bien».

      Springer estuvo en el rancho Spahn tres veces, y la segunda visita se produjo el día después de la primera. Perdió el sombrero al marcharse en moto y volvió a buscarlo, pero entonces se le averió y tuvo que quedarse a pasar la noche para repararla. Una vez más, Charlie, Tex y Clem trataron de convencerle para que se uniera a ellos. La tercera y última visita tuvo lugar la noche del viernes 15 de agosto. Los inspectores pudieron establecer la fecha porque fue la noche anterior a la redada del sheriff en el rancho Spahn. Además, los Straight Satans celebraban las reuniones de la organización el viernes, y hablaron de apartar a Danny de Charlie. «Muchos de la organización iban a subir allí a darle una paliza, a enseñarle a no lavar el cerebro a nuestros miembros (…)» Ocho o nueve fueron en efecto a Spahn aquella noche, «pero eso no fue lo que pasó».

      Charlie engatusó a algunos de ellos. Las chicas atrajeron a otros hacia los matorrales. Y cuando empezaron a destrozar cosas, Charlie les aseguró que tenía a hombres armados apuntándoles desde los tejados. Springer dijo a uno de sus hermanos que comprobara el mueble armero que le enseñó Charlie en la primera visita. Faltaban un par de rifles. Al cabo de un rato se fueron, en una nube de gases de escape y amenazas, y dejaron a uno de los miembros más sobrios, Robert Reinhard, para que trajera de vuelta a Danny al día siguiente. Pero a la mañana siguiente «la policía estaba por todas partes» y detuvo no solo a Charlie y a los demás sino también a DeCarlo y a Reinhard.

      Los pusieron en libertad a todos unos días después y, según Danny, a Shorty lo mataron no mucho más tarde.

      Como temía ser el siguiente, Danny cogió su furgoneta y se largó a Venice. Una noche, tarde,


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