Entre el árbol y el bosque. Marcus

Entre el árbol y el bosque - Marcus


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sirve manifestar a los demás interés en determinados temas, si después no los estudiamos.

      De nada nos sirve estudiar un tema por el que tengamos real interés si luego no lo aplicamos.

      Y finalmente, de nada sirve haber aplicado las enseñanzas, si no hacemos un balance de ellas luego de la aplicación.

      Luego, si no contrastamos nuestra sabiduría con otros, esta no evoluciona, ni se completa.

      Y si finalmente la enseñamos, cerramos el circuito.

      La mayoría de los seres humanos nos escudamos en una u otra fase, decimos que nos interesa, pero en realidad, no nos interesa.

      Nos interesa un tema, pero no tenemos la disposición, el tiempo o la energía para aprenderlo.

      Aprendemos algo, pero somos cobardes al aplicarlo, le tenemos miedo al mundo, o tenemos desidia, o no tenemos la suficiente fuerza de voluntad.

      Aplicamos constantemente algo, pero no lo evaluamos, por lo que no sabemos si formamos parte de un sistema que contribuye o no a la evolución.

      Sin este último paso el individuo podrá equivocarse durante años trabajando para una mala causa, y generando perjuicios a una sociedad, y provocando daño a su alma.

      Y por último, somos tan reticentes al contraste de nuestras ideas, que tardamos siglos en evolucionar cuando lo podríamos hacerlo en conjunto mucho más rápido.

      La enseñanza es el portal que nos abre el camino hacia otro plano o nivel, dejando nuestra sabiduría a nuestros discípulos, mientras que nosotros seguimos avanzando hacia un nuevo aprendizaje, un nuevo nivel de conciencia.

      El que es reticente a enseñar lo aprendido, es aquel que no entendió como se“evoluciona”.

      Para nosotros como veremos luego, la causación, o principio de causa y efecto es la parte que menos dominamos de este camino de aprendizaje, y la que nos puede conducir a errores durante años, ya que a veces los resultados de nuestro accionar se nos muestran mucho tiempo después de la ejecución de nuestros actos.

      He puesto como ejemplo a un médico, pero en realidad todos nuestros actos y decisiones de todos los días conllevan un camino de aprendizaje, desde la decisión más pequeña, hasta las que competen al espíritu de las personas.

      Esta vida es solo una escuela, donde están todos los elementos para aprender, probar lo aprendido, evaluarlo, y contrastarlo.

      Conclusión Por qué aprender

      Hemos visto resumiendo eneste capítulo un esbozo de cómo percibimos la realidad, cómo funciona la lógica, sus virtudes y defectos, cuál es la lógica en sistemas auto–referenciales, hemos dado una mirada al pensamiento de Godel y Hermes, hemos visto los sistemas referenciales, las verdades particulares, y las estadísticas, el sentir, las analogías, y el camino del conocimiento.

      Pero.... todavía cabe la pregunta más importante.

      ¿Por qué aprender? (Cuando hablamos de aprendizaje, lo hacemos siempre desde el punto de vista del capítulo anterior Fases o camino del conocimiento)

      ¿Qué beneficio nos trae?

      Esta pregunta tiene muchas respuestas, en muchos niveles, pero trataré de exponer la que considero más Universal.

      Mencionar que la tecnología que poseemos hoy es mejor que la de nuestros ancestros es una obviedad, para graficarlo diré que si alguien nos pidiera hoy que llenáramos el tanque de agua de nuestras casas con baldes traídos desde el río más próximo, como lo hacían antes, pensaríamos que nos está sometiendo a una penitencia.

      Si lo hiciéramos, seguramente terminaríamos doloridosal final del día, nos quedaría tiempo solo para ducharnos, terminar el agua que trajimos y hacer lo mismo al día siguiente, de esta manera no nos quedaría tiempo para ninguna otra actividad posible.

      En otras épocas se utilizaban esclavos para estas y otras tareas.

      En gran medida la tecnología ha puesto fin a la “necesidad” de la esclavitud, (por lo menos la física).

      Sin embargo, este conocimiento no ha puesto fin a la “esclavitud” propiamente dicha, desde el punto de vista filosófico

      Si elimináramos la tecnología y volviéramos 200 años para atrás volveríamos a los sistemas de poder, a la esclavitud y las guerras de antaño, porque no se ha aprendido todavía a respetar el derecho ajeno, compartir los recursos, etc.

      La prueba de lo que digo es que en donde no hay tecnología que sea más económica que la mano de obra “humana barata”, se utilizan “pseudo–esclavos” para producir, este es por ejemplo el caso de la extracción de diamantes en África.

      Toda la tecnología disponible se ha desarrollado en base a estudios, pruebas y mucho esfuerzo, es valiosa, ya que aplicada correctamente, en forma juiciosa, y con moderación, abre puertas y posibilidades,pero en general en nuestras sociedades se prioriza el estudio de ciencias con contenido de enseñanza orientada hacia el dominio de los materiales en el mundo y su forma de combinarlos, tales como las ingenierías, el manejo sano del cuerpo, como la medicina, las restricciones sociales, o sea el estudio de las leyes humanas, como la abogacía, y el estudio de la combinación de sonidos, colores y formas para los artistas, pero muy poco estudiamos sobre comportamiento humano, la estructura del ser humano, la convivencia, etc.

      Para estar en paz y armonía con nosotros mismos y con los demás debemos conocer muchas cosas más y no solo el manejo de lo material, lo corpóreo, o técnicas de arte.

      El conocer, implica el desarrollo por parte de las personas de habilidades de análisis para pensar y sentir, a la vez que perfeccionamos y afinamos nuestros sentidos, para percibir más finamente la realidad que nos rodea, es así que comprendemos mejor a las personas si “sabemos” qué les pasa, disminuimos el dolor ajeno si somos sensibles y compartimos algo de pan y luego la caña de pescar, si enseñamos lo que sabemos.

      Si aprendemos y ejecutamos cualquier arte seremos más perceptivos en esta área.

      Si nos completamos buscando el aprendizaje, al igual que en el arte en otras áreas del conocimiento, iremos ampliando nuestro horizonte y seremos más universales, más comprensivos, actuaremos mejor, e iremos uniendo de a poco las piezas del rompecabezas, que con los años nos dará sabiduría.

      No puede ser conocimiento parcial o dado por un solo foco de información, ya que ello nos parcializa, debe contemplar el pasado, presente y futuro, debe ser multifocal en el tiempo, debe estar adquirido con todos los sentidos que tenemos y analizado de todas las formas, tiene que ser dinámico, sin prejuicios, susceptible de perfeccionar, hay que aprender a escuchar.

      Hay que separarse de los demás y a la vez integrarse.

      Hay que votar en cada elección, pero no hay que hacerlo siempre igual porque simpatice con un partido político, ya que si así lo hacemos somos mono–focales, somos simples hinchas de un equipo de fútbol.

      Pero sin duda la razón más importante de todas es que el aprendizaje bien concebido lleva naturalmente a las personas a descubrir los principios, que luego veremos, y a aplicarlos obteniendo sus resultados.

      Los principios son el espíritu generador de toda ley o norma de conducta, ya sea material o humana, son la sabiduría intrínseca, que en definitiva, determina el comportamiento de un ser consciente, ya que habiendo “aprendido” el principio de las cosas, la persona no deseará obrar de otra manera que no sea la que está de acuerdo al principio.

      Esta manera de obrar, de acuerdo a los principios, convertiría a la Tierra en un paraíso, o por lo menos en un lugar mucho mejor que el que tenemos, y este es el motivo de aprender.

      No seamos ilusos, aún acercándonos al conocimiento de los principios, nuestra sociedad va a seguir teniendo problemas, pero serían infinitamente menores a los que hoy se plantean.

      Los principios están por encima de las leyes, y si bien no podemos hoy conocer las verdades últimas de la creación, debemos hacer un esfuerzo para conocer los principios


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