Videojuegos. Rafael Rodríguez Prieto
CAPÍTULO 2
Un año, un juego: una historia diferente de los videojuegos
por ÁNGEL CODÓN Y PACO FOX
Intentar hacer un capítulo explicando toda la historia de los videojuegos de una manera tradicional es un empeño posible, pero poco interesante. Existen muchos otros volúmenes que cubren este tema con gran detalle (si bien, a menudo, con cierto sesgo hacia la visión estadounidense del asunto). Ángel Codón trata el tema desde el punto de vista industrial en su correspondiente capítulo. Por lo tanto, hemos decidido acercarnos a ello de una manera distinta. Hemos decidido elegir un juego por año y describir por qué dicho programa marcó un momento importante dentro de la cronología de este fenómeno social y cultural. Naturalmente, los años setenta presentarán algunos lapsos, porque la historia avanzaba muy lentamente. Pero una vez se alcanzan los ochenta, los acontecimientos se precipitan, y la selección ha creado un intenso debate entre los dos autores de este capítulo, debate que, para qué vamos a negarlo, ha formado parte de la diversión de redactarlo. Porque pocas cosas gustan más a un par de jugones que charlar durante horas de los valores de los grandes clásicos. Aquí tenéis el resultado al que llegamos tras mucho discutir e, incomprensiblemente, sin una lata de cerveza.
1971: OREGON TRAIL
El primer juego influyente de la historia fue, debido a las obvias limitaciones de la época, un programa de estrategia sin apoyo gráfico. Un fenómeno muy importante en Estados Unidos, aunque menos conocido en Europa, el cual fue creado ese año con objetivos educativos (enseñar a los niños el tipo de riesgos a los que se enfrentaron los colonos del Salvaje Oeste). El juego fue reprogramado y lanzado en varias ocasiones. Tras una reedición para escuelas en 1974 que incorporaba mayor realismo histórico, la explosión llegó con la versión para Apple II, elaborada en un primer momento en 1978 y lanzada como juego comercial en 1985 con considerable éxito. Hoy en día, es un referente cultural estadounidense y es común encontrarse citas humorísticas (tanto en camisetas como en monólogos cómicos) a una de las muertes más comunes que podía acontecerle al jugador: la de disentería. Porque, para qué negarlo, lo escatológico siempre ha marcado a la infancia, y los buenos juegos educativos lo saben.
1972: PONG
El verdadero primer éxito masivo que abrió las puertas de la industria. De hecho, cada vez que se habla del primer videojuego, Pong es el título de referencia, a pesar de contar con predecesores como Computer Space, a su vez una conversión a máquina recreativa del Spacewar de 1962. Sería, si lo trasladamos al mundo del cine, como la relación entre el invento del cinematógrafo de los Lumière con artefactos anteriores como el kinetoscopio.
La idea era sencilla: dos paletas y una bola. Una especie de ping pong creado por Nolan Bushnell, fundador de Atari, como ejercicio para el programador Al Alcorn. En cierta manera, un clon del programa de tenis de la Magnavox Odyssey, comercializada ese mismo año16. Sea como fuere, la primera tuvo éxito en el mercado doméstico, mientras que Pong fue la primera gran máquina arcade hasta el punto de obtener cuatro veces más ingresos que la competencia (pinballs, máquinas de puntería...17). Todo gracias a una mecánica tan sencilla que siguió siendo la base de la consola Home Pong de Atari dos años después. La realidad es que el público no se cansaba de este programa y aún hoy en día es enteramente jugable y disfrutable.
1976: COLOSSAL CAVE ADVENTURE
El punto de partida del género de aventuras: una historia con el protagonista en primera persona en la que tiene que resolver varios enigmas para poder seguir adelante con la trama. Por supuesto, dadas las limitaciones de la época, llegó en forma de aventura conversacional. Esto es, como una especie de libro interactivo sin apoyo gráfico en el que el jugador interactúa con el entorno con comandos de texto. Una forma de juego que evolucionaría con el tiempo, pero encontraría defensores muy vociferantes que lograrían que conviviera durante bastantes años con versiones del género más avanzadas
El juego, consistente en la exploración de un sistema de cuevas (creando así una de las constantes principales de este tipo de programas: la confección de mapas), fue tan influyente que inspiró la creación de Sierra Online, compañía clave para el desarrollo de la aventura gráfica. Su influencia se dejaba notar todavía en 1988, cuando el principal defensor de las aventuras de texto en España, Andrés Samudio, realizó su propia y exitosa versión del juego con el título de La aventura original, en una época en la que el género ya comenzaba a apartarse del interfaz conversacional hacia los métodos de juego point and click18, iniciados por Sierra y refinados por LucasArts.
1978: SPACE INVADERS
Estamos ante uno de los juegos más importantes de la historia (lo que no es mucho decir, ya que todos en esta lista lo son). El motivo es que éste fue el que trajo consigo la fiebre de las coin-op o máquinas arcade, que en Japón causó una escasez de monedas que tuvo que ser paliada por el Gobierno acuñando nuevas remesas de las mismas. Además, también fue el culpable de la creación del género de «matamarcianos», o shoot’em up. Pocos juegos han tenido durante tanto tiempo una influencia tan acusada sobre la cultura pop como Space Invaders. Esas oleadas alienígenas bajando rítmicamente hacia tu solitario tanque son todo un referente eterno, copiado y homenajeado hasta la extenuación. El juego, todavía hoy, resulta divertido y adictivo hasta extremos enfermizos.
1979: ASTEROIDS
Si Space Invaders fue un killer19 en máquinas arcade, Asteroids no se quedó atrás. Atari se sacó de la manga un juego de premisa extremadamente sencilla (tú eres una nave y un montón de asteroides vagan a la deriva amenazando con destruirte si te cruzas en su camino), dificultad endiablada y jugabilidad épica. El primer juego de la historia en popularizar los gráficos vectoriales20, se ha convertido en un clásico intemporal, en una obra maestra de la tensión y el sudor frío. Aquellas luces y líneas blancas sobre un fondo negro estaban llenas de vida. Una vida que, más de 35 años después, no se ha apagado.
1980: PAC-MAN
La primera mascota de los videojuegos. Un simple círculo con boca que comía puntos mientras era perseguido por cuatro fantasmas (y, en el momento clave de jugabilidad, los perseguía él mismo cambiando así las tornas). Si bien Space Invaders fue un inmenso éxito, no fue nada comparado con Pac-Man, pues este último acabaría convirtiéndose en el icono de toda la industria. La primera gran aportación de Japón vino por parte de Toru Iwatani, un fan de los pinballs interesado en crear una recreativa que no tuviera como eje temático matar criaturas del espacio. Además, Iwatani introdujo un concepto nuevo muy importante en el desarrollo posterior de la industria en lo relativo a los enemigos: diseños más al estilo de dibujos animados, pensados para atraer a distintos tipos de público21. El resultado: hileras de máquinas, conversiones a sistemas caseros (algunas, como la de Atari, pasarían a la historia de la infamia), guías de estrategia, serie de televisión e, incluso, portada de la revista Time.
1981: ULTIMA I
Richard Garriot hoy nos puede parecer un excéntrico millonario al que le gusta vivir en su mundo de fantasía (no en vano se introduce a sí mismo como NPC en sus juegos bajo el nombre de Lord British,