Anatomía & Yoga. Nicola Jenkin

Anatomía & Yoga - Nicola Jenkin


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son las siguientes:

      •Curvatura cervical: 30-35 grados en sentido anterior.

      •Curvatura dorsal: 30-35 grados en sentido posterior.

      •Curvatura lumbar: 30-35 grados en sentido anterior.

      La curvatura anterior de la columna se denomina lordosis; la curvatura posterior de la columna, cifosis. La curvatura lateral se llama escoliosis. Un aumento de la curvatura lordótica más allá de lo normal se denomina hiperlordosis, y su disminución, hipolordosis. El mismo empleo de las palabras ‘hiper’ e ‘hipo’ es aplicable al describir las posturas cifóticas anormales.

      La posición de la columna cervical es crucial porque constituye la base de la cabeza, en la que residen todos los mecanismos reflejos vitales y de supervivencia como la respiración, la masticación, la visión, el oído y el equilibrio.

      En la posición anatómica, la cabeza debe descansar sobre la columna cervical con los ojos, orejas y la mandíbula nivelados con el horizonte. La cabeza se debe apoyar naturalmente sobre la columna cervical sin rotación ni lateroflexión algunas. Cuando la cabeza se desplaza de su posición central, ello sugiere una rotación antinatural o ‘subluxación’ a nivel de C1 o el occipucio (base del cráneo), y recibe el nombre de ‘subluxación del atlas’.

      La subluxación del atlas se puede deber a un traumatismo o a un intento de realinear la cabeza con el horizonte por culpa de un desequilibrio existente en uno de los mecanismos reflejos de supervivencia.

      La posición de la columna cervical depende mucho de la posición de la columna dorsal. Si la columna dorsal adopta una posición hipercifótica, la columna cervical lo compensa para mantener los ojos nivelados con el horizonte. La columna cervical compensa la alteración extendiéndose, lo cual acorta los músculos extensores del cuello y elonga y debilita potencialmente los músculos flexores.

      Las posiciones de la columna dorsal y lumbar están muy relacionadas y su efecto mutuo se trata en la sección siguiente.

      Según Gracovetsky (Collagen and the Second Law of Thermo dy na mics), la columna del ser humano es producto de la evolución de la columna de los reptiles. Los reptiles fueron las primeras criaturas que caminaron sobre la tierra, su columna se flexiona lateralmente como la de los peces. La columna de los mamíferos empezó a recurrir a la flexión lateral y extensión para caminar con mayor rapidez que los reptiles. La combinación de flexión, extensión y lateroflexión también genera rotación, que usan los primates y los seres humanos para andar (movimiento).

      En el ser humano toda la columna cervical y la mitad superior de la columna dorsal giran y se flexionan lateralmente hacia el mismo lado, por ejemplo, cuando el cuello se flexiona lateralmente a la derecha, también se produce cierto grado natural de rotación.

      No obstante, en la mitad inferior de la columna dorsal y en toda la columna lumbar, el proceso es diferente. Cuando se produce lateroflexión de la columna lumbar a la derecha, hay una rotación natural hacia la izquierda y viceversa.

      Esto es especialmente importante para que los profesionales sepan cuándo prescribir ejercicios a clientes con lesiones de espalda.

      Siempre que alguien adopta una postura menos que óptima o sufre un desequilibrio muscular, se producen los siguientes efectos negativos:

      •Las articulaciones no se pueden mover sobre su eje óptimo e instantáneo de rotación.

      •Por tanto, se puede producir la compresión de tendones, ligamentos, vasos sanguíneos y nervios.

      •Esto ocasiona desgarros tendinosos (distensiones), rotura de ligamentos (esguinces), compresiones nerviosas y restricciones del riego sanguíneo a los tejidos. También puede conllevar un desgaste excesivo del cartílago de las articulaciones.

      •Las articulaciones pueden ver restringido el movimiento en toda su amplitud. Esto aumenta la posibilidad de que los músculos, ligamentos y tendones se lesionen, sobre todo durante ejercicios de gran intensidad que requieren mucha movilidad.

       Inhibición recíproca

      Ocurre cuando un músculo tira de un lado de la articulación. El músculo antagonista, en el lado opuesto, se elonga y debilita. El músculo inhibido (débil) no es lo bastante fuerte como para realizar sus funciones normales y otros músculos sinergistas tienen que trabajar de más para compensarlo. Esto recibe el nombre de dominancia sinergista. Los músculos sinergísticamente dominantes son más propensos a las distensiones.

      La estabilización de las articulaciones se vuelve más difícil debido a la elongación y debilitamiento de los músculos, así como por la elongación de las estructuras ligamentarias. Se producen otras compensaciones en el cuerpo para mantener el equilibrio sobre la base de sustentación, y esto, una vez más, puede derivar en cualquiera de los factores enumerados. Así que echemos un vistazo a cada tipo postural en detalle y arrojemos luz sobre los problemas potenciales que pueden causar.

       Cifosis

      En una postura cifótica el acusado ángulo del esternón restringe el diafragma y, por tanto, reduce la cantidad de oxígeno disponible en los pulmones. Esto limita a los deportistas y a los obreros en su trabajo. La respiración laboriosa también altera el delicado equilibrio del pH de una persona. Cuando el pH de la sangre está descompensado, se inicia un proceso que puede causar muy distintas enfermedades.

      La postura cifótica también limita el grado de flexión de la articulación del hombro, dado que la cabeza del húmero choca con el acromion de la escápula antes de que el brazo esté completamente flexionado. Entre la cabeza del húmero y el acromion cursan los tendones de los músculos bíceps braquial y supraspinoso. Con movimientos por encima de la cabeza, como en los deportes de raqueta, la natación y cualquier trabajo en que se levanten materiales por encima de la cabeza, estos tendones son propensos a la compresión y, por tanto, a los esguinces.

      Como se ha mencionado previamente, en una postura cifótica la cabeza se desplaza hacia delante. Cuando esto sucede, aumenta la tensión en los músculos del cuello. Cuanto más se eche la cabeza hacia delante, más trabajo tendrán los músculos del cuello para mantener la cabeza erguida. Esto genera mucha tensión en los músculos del cuello y la espalda, lo cual hace desperdiciar mucha energía y que uno se sienta agotado al final del día. También restringe el riego sanguíneo del cerebro y causa cefaleas.

       Lordosis

      En una postura lordótica las articulaciones cigapofisarias de la columna están más próximas entre sí de lo ideal. Por tanto, con movimientos que aumentan la extensión o rotación de la columna, estas articulaciones se aproximan mucho antes de lo normal y generan más tensión entre sí de lo habitual. Con el tiempo, si esta tensión excesiva continúa, se puede fracturar una o más de estas articulaciones. Este tipo de fractura se denomina espondilólisis. Esta fractura se puede agravar y derivar en una rotura completa. Cuando eso sucede, la vértebra ‘se desliza’ hacia delante y se aprecia una cresta que sobresale de la columna. Este tipo de rotura se denomina espondilolistesis. La espondilolistesis también puede causar estenosis (bloqueo). En caso de estenosis el conducto medular –conducto en que se aloja la médula espinal– se ve restringido. Entonces la médula espinal se inflama causando estenosis y dolor local que irradia por brazos y piernas.

      En este tipo de lesiones el dolor se suele agudizar durante la extensión de la columna. Si se sospecha un caso de espondilólisis o espondilolistesis, se debe buscar ayuda profesional.

      Una postura lordótica suele coincidir con una inclinación anterior de la pelvis. Dicha inclinación puede crear:

       Cifosis

       Lordosis

      •Una


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