El deseo prohibido de Doug. Darlis Stefany
Forbidden Fantasy (versión original)
Sinopsis
Algo que Doug siempre supo es que la hermana Jefferson era intocable, perfecta y definitivamente no destinada para él. ¿Pero algo que también supo? Que por más que lo intentara no podría huir de ella, no cuando esos ojos azules verdosos y sonrisa angelical estaban destinados a perseguirlo en sueños, duchas e incluso en el escenario, ¿y por qué no decirlo? También lo perseguían mientras escribía una canción.
El problema de Hilary siempre se ha reducido en volver al mismo punto de partida: desear a Doug McQueen. Incluso viéndolo en revistas con todos sus ligues, ella no puede huir de los cosquilleos en su estómago, ni el deseo de tenerlo para sí misma.
¿Qué se hace cuando se desea lo prohibido? Lo tomas y ese es el error que Doug ha creído cometer. Ha tomado su deseo.
¿Dónde radica el error de Doug? En tomar el deseo que lleva por apellido Jefferson, el mismo apellido que sus dos sobreprotectores amigos, compañeros y hermanos de banda poseen.
Se han dejado llevar, las cosas fueron más allá de lo planeado y ahora no saben cómo enfrentarlo.
Una cosa es cierta: Doug no sabe cómo decirle a los hermanos Jefferson que ha dejado algo más que besos en su hermana, que ha dejado algo echando raíces en su cuerpo.
Entonces así es como sucede, así es como Hilary siempre ha sido y parece ser el deseo prohibido de Doug.
Renunciar a lo que se quiere, nunca ha sido fácil.
Vencer los miedos nunca ha sido difícil.
¿Un «te amo»? Mierda, es de valientes.
Hay tantas jodidas palabras para describir una emoción.
Pero, princesa, tú me dejas sin una palabra que decir.
Quiero alabar tus curvas, perderme en tus
labios y saborear tu cuerpo.
Pero la cosa es esta:
Cuando te veo, todo me da vueltas.
¿Es amor?
Dime qué es esto. Me estoy volviendo loco,
pero no quiero dejar de sentirlo.
Puedo atravesar obstáculos solo si tú te atreves a amarme.
La princesa Jefferson es prohibida, pero lo prohibido
siempre me ha llamado y cautivado.
Esta no ha sido la excepción.
Doug McQueen.
Prólogo
3 de junio, 2005.
—¿Cariño, estás molesta? —pregunta mamá, sonrío aunque no quiero hacerlo.
Por supuesto que estoy molesta, es mi cumpleaños número trece, quería hacer una pijamada, realmente lo deseaba. Pero entonces hace cinco meses mis hermanos quedaron en una banda y hoy conoceremos a sus miembros.
—No, mamá, estoy bien, de verdad.
—Luego prometo que te llevaremos a comer helado cariño —asegura papá entrando en la cocina y robando un beso de mamá.
Hago mi sonrisa aún más grande para que sea más creíble, luego suspiro y me dirijo a la sala, en donde me dejo caer en un acogedor sofá. Paso una mano continuamente por mi pantalón, que debería ser ajustado, pero bueno, parece que aún por asuntos del destino seré una chica plana, por lo menos no soy fea, es mi consuelo al ser plana.
Llevo puesta la camisa que Dexter y Harry me regalaron, aun cuando esta dice «Princesa», me gusta porque me la dieron mis hermanos, hermanos que ya extraño.
Cinco meses atrás mis hermanos audicionaron y quedaron en una banda, pero anterior a eso, dos meses antes, al vivir juntos en un pequeño apartamento, solían venir a menudo, pero ahora sus visitas no son tan frecuentes.
Lo bueno es que las odiosas chicas ya no se pasean por nuestra casa intentando tener la atención de mis hermanos.
—Vamos, cariño, regálame una sonrisa —dice papá detrás de mí tomándome por sorpresa.
—¡Papá, me has asustado!
—Prometo que este será un genial cumpleaños, sabes que yo, Carter Jefferson, no rompo mis promesas nunca.
—Creo en ti.
—Y yo creo en ti, cariño.
Le doy una sonrisa sincera antes de sentir sus labios presionar mi frente, el timbre suena, suspiro lentamente. Es mi cumpleaños, quiero estar con mis amigas, no conocer a la banda que se está llevando a mis hermanos.
Doy otro suspiro cuando escucho voces masculinas y roncas de tanto reír. La risa de Dexter sobresale entre las demás y no puedo evitar sonreír, Dexter nunca ha sido un chico callado.
Sigo pasando la mano continuamente por mi pantalón, unos brazos me rodean desde atrás y no puedo evitar sonreír realmente.
—Hola, pero si es mi hermosa cumpleañera, mi Hil —dice Harry besando sonoramente mi mejilla. No puedo evitar emocionarme, ponerme de pie y arrojarme a los brazos de mi hermano—. Feliz cumpleaños, hermosa.
Dejo que me abrace por cuánto tiempo quiera. Mamá dice que soy demasiado apegada con mis hermanos, que soy algo dependiente de ellos, pero para mí ellos son más que mi familia, incluso unos héroes.
—Te amo, Hil.
—Y yo a ti Harry, aunque ya no me visites.
Harry me separa de su cuerpo y frunce el ceño, pero rápidamente Dexter aparece con su sonrisa ladeada y divertida.
—Mi hermosa hermana cumple 13 años, que belleza —dice a paso apresurado antes de alzarme sobre mis pies y comenzar a dar vueltas.
—¡Dex! —digo riendo. Cuando me libera comienza a apretar mis mejillas con diversión, haciendo que Harry gire sus ojos.
Tras de Dexter veo tres sombras, sus compañeros de banda. Los roba hermanos. Plasmo de nuevo mi sonrisa falsa, mientras Harry me encamina hacia ellos.
—Ellos son BG.5 Hil, él es Andrew —anuncia Harry, un atractivo chico de cabello rubio color miel me tiende la mano con una bella sonrisa.
—Es un placer conocerte Hilary, feliz cumpleaños.
—Gracias, Andrew.
—Él es Ethan —sigue Dexter, señalando a un muy atractivo chico que me guiña un ojo y besa mi mano—, eh, no te la des de listillo.
—Y él es Doug —finaliza Harry.
Es un chico rubio, por supuesto que increíblemente atractivo, con unos ojos azules claros y profundos. Me regala una pequeña sonrisa mientras