Conexiones de la salud global. Diana Benavides Arias

Conexiones de la salud global - Diana Benavides Arias


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la población humana también podría estar asociado con un aumento de población de ganado (Jori y Etter, 2016).

      Por otro lado, la quema controlada se utiliza ampliamente en las sabanas como manejo de la tierra, herramienta para aumentar la diversidad del paisaje. Por consiguiente, la quema controlada a lo largo de la frontera del parque hace que los búfalos escapen, ya que salen a buscar los corredores con vegetación de calidad. En consecuencia, una banda de vegetación quemada a lo largo de la valla podría romper la conexión entre la vegetación dentro y fuera del parque y así reducir el número de búfalos que escapan (Jori y Etter, 2016). Los factores que influyen en la dispersión de la fiebre aftosa se presentan en la figura 1.

      FIGURA 1

      DIAGRAMA DE LA TRÍADA ECOEPIDEMIOLÓGICA DE HOSPEDEROS Y RESERVORIOS DE LA ENFERMEDAD

      Fuente: elaboración propia.

      Estrategias de prevención y control de la fiebre aftosa

      A continuación se presentan algunas formas para prevenir y controlar la fiebre aftosa:

      1. Principalmente el control de la fiebre aftosa se debe realizar sobre la base de la separación entre especies endémicas, como los búfalos, y especies susceptibles, como los bovinos.

      2. Hay que realizar unas estrictas campañas de vacunación bianual contra fiebre aftosa.

      3. Se deben utilizar animales centinelas para monitorear niveles de anticuerpos.

      4. Se recomienda realizar inspección, vigilancia y control permanente a los animales susceptibles, lo cual debe estar a cargo de los médicos veterinarios.

      5. Es imprescindible controlar la movilización de animales, especialmente los infectados, puesto que son el factor de riesgo más importante para la propagación de la fiebre aftosa. También es necesario tener en cuenta los productos derivados de las especies susceptibles.

      6. Para la definición de los patrones epidemiológicos, se debe contar con el enfoque basado en los ecosistemas de áreas endémicas primarias (áreas de mantenimiento de virus), las zonas endémicas secundarias (áreas de la propagación de virus) y las zonas epidémicas (áreas de brotes explosivos) (Rweyemamu et al., 2008).

      7. Vergne y colaboradores (2012) concluyeron que la situación de la fiebre aftosa en Camboya es altamente enzoótica, y los aldeanos no notifican los animales clínicamente afectados; por lo tanto, se debe llevar un subregistro de la enfermedad. Como punto clave para el control de la fiebre aftosa, es necesaria una notificación oportuna de esta por parte de las aldeas, las autoridades veterinarias y el sistema de vigilancia (Probert et al., 2016).

      Referencias

      Berrian, A. M., van Rooyen, J., Martínez-López, B., Knobel, D., Simpson, G. J., Wilkes, M. S. y Conrad, P. A. (2016). One Health profile of a community at the wildlife-domestic animal interface, Mpumalanga, South Africa. Preventive Veterinary Medicine, 130, 119-128.

      Brahmbhatt D., Fosgate G., Dyason E., Budke C. y Gummow B. (2012). Contacts between domestic livestock and wildlife at the Kruger National Park Interface of the Republic of South Africa. Preventive Veterinary Medicine, 103, 16-21.

      Colenutt, C., Gonzales, J. L., Paton, D. J., Gloster, J., Nelson, N. y Sanders, C. (2016). Aerosol transmission of foot-and-mouth disease virus Asia-1 under experimental conditions. Veterinary Microbiology, 189, 39-45.

      Dion, E., VanSchalkwyk, L. y Lambin E. (2011). The landscape epidemiology of foot-and-mouth disease in South Africa: A spatially explicit multi-agent simulation. Ecological Modelling, 222(13), 2059-2072.

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      Emami, J., Rasouli, N., McLaws, M. y Bartels, C. J. M. (2015). Risk factors for infection with foot-and-mouth disease virus in a cattle population vaccinated with a non-purified vaccine in Iran. Preventive Veterinary Medicine, 119(3), 114-122.

      Hargreaves, S., Foggin C., Anderson E. A., Bastos D. y Thomson, G. (2004). An investigation into the source and spread of foot and mouth disease virus from a wildlife conservancy in Zimbabwe. Scientific and Technical Review of the Office International des Epizooties, 23(3), 783-790.

      Jori, F., Brahmbhatt, D., Fosgateb, G., Thompson, P., Budke, C., Ward, M., et al. (2011). A questionnaire-based evaluation of the veterinary cordon fence separating wild life and livestock along the boundary of the Kruger National Park, South Africa. Preventive Veterinary Medicine, 100(3-4), 210-220.

      Jori, F. y Etter, E. (2016). Transmission of foot and mouth disease at the wildlife/livestock interface of the Kruger National Park, South Africa: Can the risk be mitigated? Preventive Veterinary Medicine, 126, 19-29.

      Probert, W. J., Shea, K., Fonnesbeck, C. J., Runge, M. C., Carpenter, T. E., Dürr, S. et al. (2016). Decision-making for foot-and-mouth disease control: Objectives matter. Epidemics, 15, 10-19.

      Rweyemamu, M., Roeder, P., Mackay, D., Sumption, K., Brownlie, J., Leforban, Y. et al. (2008). Epidemiological patterns of foot-and-mouth disease worldwide. Transboundary and Emerging Diseases, 55(1), 57-72.

      Shiilegdamba, E., Bolortsetseg, S., Fine, A. y Joly, D. (2011). Challenges managing foot and mouth disease at wildlife/livestock interface level on Mongolia’s Eastern Steppe. Recuperado de https://www.yumpu.com/en/document/view/51059568/challenges-managing-foot-and-mouth-disease-fmd-at-the-wildlife-

      Vergne, T., Grosbois, V., Durand, B., Goutard, F. y Bellet, C. (2012). A capture-recapture analysis in a challenging environment: Assessing the epidemiological situation of foot-and-mouth disease in Cambodia. Preventive Veterinary Medicine, 105(3), 235-243.

      Vosloo, W. y Thomson, G. (2004). Natural habitats in which foot-and-mouth disease viruses are maintained. En E. Domingo y F. Sobrino (Eds.), Foot-and-mouth disease: current perspectives (pp. 383-410). Londres: CRC Press.

      Wieland, B., Batsukh, B., Enktuvshin, S., Odontsetseg, N. y Schuppers, M. (2015). Foot and mouth disease risk assessment in Mongolia-Local expertise to support national policy. Preventive Veterinary Medicine, 120(1), 115-123.

      Maritza Rocío Lobatón Piñeros

      “La encefalitis equina venezolana (EEV) es producida por el virus del mismo nombre [VEEV] (EEVV, muestra una distribución en casi todo el mundo y es miembro de la familia Togaviridae, género Alphavirus) el cual fue aislado en 1938” (Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud, 2016). Este Alphavirus produce una infección que puede causar una variedad de enfermedades en humanos y animales, como caballos, mulas y burros, ganado caprino y bovino, perros y otros animales domésticos. Se transmite a los humanos por la inoculación del virus a través de la picadura de mosquitos hematófagos infectados ocasionalmente, y causa epizootias y epidemias, como se indica en la figura 1.

      FIGURA 1

      CICLOS DE TRANSMISIÓN ENZOÓTICA Y EPIZOÓTICA/EPIDÉMICA DEL VIRUS DE LA ENCEFALITIS EQUINA VENEZOLANA

      Fuente: Go, Balasuriya y Lee (2014).

      La EEV es exclusiva del continente americano. Se distribuye principalmente en Centroamérica, Colombia, Ecuador, México, Perú, Trinidad y Venezuela (Medina et al., 2015). El virus de EEV


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