Medicina ayurveda para profesores de yoga. Isidro Justo Fernández

Medicina ayurveda para profesores de yoga - Isidro Justo Fernández


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Es uno de los primeros tipos de células que van al sitio de una infección y ataca un microorganismo extraño. Los neutrófilos ayudan a combatir infecciones porque ingieren los microorganismos y segregan enzimas que los destruyen. Poseen una gran capacidad de movimiento y fagocitosis.

      Monocitos: Los monocitos son un tipo de glóbulos blancos granulocitos. Es el leucocito de mayor tamaño. El sistema fagocítico mononuclear (SFM) está constituido por los monocitos circulantes y los macrófagos tisulares. Actúan de la misma forma, pero a continuación de los neutrófilos.

      Basófilos: Son granulocitos. No circulan en la sangre, sino que se ubican en determinados sitios del organismo: hígado, bazo, pulmones, amígdalas, en la piel y ganglios linfáticos. Cuando la sangre o la linfa circulan por estos sitios, fagocitan cualquier partícula extraña, incluso células muertas del propio organismo, procediendo a su eliminación. Los basófilos son los responsables del inicio de la respuesta alérgica, según tres estudios que se publican en la edición digital de la revista «Nature Immunology».

      Eosinófilos: Un eosinófilo es un tipo de glóbulo blanco y un tipo de granulocito, de tamaño pequeño, derivado de la médula ósea, que tiene una vida media en la circulación sanguínea de 3 a 4 días antes de migrar a los tejidos en donde permanece durante varios días. Sí se sabe que aumenta su proporción en la fórmula leucocitaria durante las reacciones alérgicas, el asma y en algunas infecciones como las producidas por parásitos intestinales.

      Los tipos de leucocitos citados son los componentes principales de la “resistencia natural” del cuerpo humano. Pero son los linfocitos los encargados de la inmunidad o “resistencia adquirida”, que es específica y que además posee memoria. Los linfocitos se clasifican en varios tipos: derivados del Timo (células T), derivados de la médula ósea (células B), y linfocitos nulos (células no T – no B), entre las que se encuentran las células agresoras (NK, natural killer).

      Nacidos en la médula ósea, los futuros linfocitos T llegan por el torrente sanguíneo al timo donde “maduran”, adquieren sus funciones y aprenden a tolerar lo “propio”. Los procesos madurativos que se llevan a cabo en el timo se conocen en forma parcial. Ya maduros, abandonan el timo, encontrándoselos en la sangre periférica y en los tejidos linfáticos. Según las investigaciones del científico y premio Nobel Sir Mac Farlane Burnet, los linfocitos T reconocen y aíslan las células anormales que se generan a lo largo de la vida procediendo a su inmediata destrucción. Desempeñan un importante papel, por ejemplo, en la defensa del organismo contra el cáncer o el sida, constituyendo una de las importantes fuentes de la inmunidad.

      Por su parte, en los ganglios linfáticos se elaboran los linfocitos B, encargados de producir los anticuerpos.

      Recomiendo investigar, estudiar y analizar con detenimiento este tema, por ejemplo, en las publicaciones realizadas por: Porter R. y Kaplan J., “El Manual Merk de Diagnóstico y Terapéutica – Biología del sistema inmunitario, 2014, como así también en Joyce, S., Inmunology: Recognition and Response, 2001 (una colección de 12 artículos que abarcan la teoría de la selección clonal, la genética de la diversidad de anticuerpos, el receptor de las células T, regulación de la respuesta inmunitaria, las alteraciones autoinmunes y los anticuerpos monoclonales).

      La glándula Timo

      Es un órgano pequeño, en forma de lóbulo doble, de color gris rosado, ubicado en la parte superior y centro del pecho, justo debajo de la garganta y detrás del esternón, a la altura de la tercera costilla esternal. Su nombre en griego, thýmos, que significa energía vital. La glándula timo es el órgano principal del sistema linfático. Hoy en día sabemos que su función es primordial para el sistema inmune o de defensas y que sus células están emparentadas con las del corazón. Su función principal es promover el desarrollo de las células específicas del sistema inmune llamadas linfocitos T.

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      Ubicación del Timo

      De acuerdo a los resultados de las investigaciones realizadas por el Dr. Allan L. Goldstein, Jefe del Departamento de Bioquímica de la Universidad de Washington, la timosina (hormona segregada por el Timo), mantiene una buena inmunidad orgánica, desempeñando un importante papel ante cualquier tipo de infecciones, bacterianas o virósicas. Su aplicación en pacientes con un cáncer inoperable arrojó como resultado la duplicación del promedio de sobrevida de los mismos, en tanto que quienes recibieron dosis muy elevadas se vieron libres de toda señal de cáncer. Estos excelentes resultados fueron verificados por otros científicos (Burnet, Mullis, Duesberg) y ampliados por otros patólogos.

      Según estudios realizados y publicados por el Dr. William Regelson, Profesor de Medicina y Microbiología de la Escuela de Medicina de Virginia, EEUU, las timosinas han mostrado resultados altamente positivos en el tratamiento de la artrosis reumatoidea y de la esclerosis múltiple. Por su parte el Dr. John Diamond, Presidente de la Academia Internacional de Medicina Preventiva, dice con respecto al Timo: “Es el primer órgano del cuerpo que se ve afectado por la tensión del stress; es también el primero en verse afectado a nivel de energía por un estado emocional. Los estados emocionales que debilitan el Timo son: el odio, la envidia, la desconfianza y el miedo. Los contrarios, los que lo estimulan son: el amor, la fe, la confianza, el valor y la gratitud. Estos sentimientos positivos son las emociones más profundas y bellas que existen. Cabe considerar, por lo tanto, a la glándula Timo como el punto de unión entre la mente y el cuerpo”. (John Diamond, “Kinesiología del Comportamiento”, 1984).

      Permítaseme completar el pensamiento del Dr. Diamond diciendo que, desde mi yogaterapéutico modo de ver, habría que considerar la existencia de dos puntos de unión entre la mente y el cuerpo: uno es el citado Timo y el otro el Hipotálamo.

      Téngase en cuenta que esta glándula (Hipotálamo) influye directa o indirectamente en todas las funciones del organismo y del sistema límbico, respondiendo a los impulsos de los estados emocionales.

      Se halla sometido el Timo a una acción reguladora de las glándulas endocrinas. Así las glándulas sexuales y las suprarrenales moderan su desarrollo. En cambio, la tiroides y la anterohipófisis impulsan su estimulación. A su vez toda hiperfunción suprarrenal provoca la atrofia o involución del Timo (Houssay, Del Castillo y Pinto). La suprarrenalectomía produce una neta hipertrofia del Timo y de los ganglios linfáticos (Jaffe, Rapela), que desaparece al regenerarse las suprarrenales (Rapela). Esto permite entender por qué el estrés, al afectar las suprarrenales, hace lo propio sobre el sistema inmunológico, Timo mediante.

      Finalmente debo decir que el Timo cumple importantes funciones en el desarrollo de la inmunidad, en el crecimiento y el desarrollo del esqueleto, como también sobre la nutrición general y las glándulas genitales.

      Como puede observarse, el Timo, los linfocitos T, conjuntamente con el sistema linfático, cumplen un especialísimo rol en el incremento de la defensa inmunológica del organismo, la que se ve seriamente afectada por emociones de tipo negativo, especialmente, las que permiten el origen, y su posterior acrecencia, de enfermedades como el cáncer.

      El Sistema Energético

      “Nuestro universo empezó, según teorías actuales, con el “big bang” o gran explosión, que dio origen a todo el universo. Puede decirse que antes de que ocurriera, toda la energía y la materia presentes en el universo se encontraban en forma de energía pura, comprimidas en un punto infinitésimamente pequeño. Esta energía fue liberada por el “big bang” y cada partícula de materia formada por la energía, se repelía violentamente de otras partículas. Durante la explosión, que se habría producido hace entre 10.000 y 20.000 millones de años, la temperatura era de unos 100.000.000.000 de grados. A esta temperatura no existen átomos, toda la materia se encuentra en forma de partículas subatómicas.


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