Crear. Bernardo Guerrero Jiménez
Norte Grande. Cursa estudios de sociología en la Flacso, en Santiago. El año 1975, publica su libro Bailarines en el desierto, investigación que tenía por objeto los grandes santuarios del Norte Grande. Influyó en un grupo de estudiantes que luego fundaría el Centro de Investigación de la Realidad del Norte (Ciren), luego Crear. Pero ya volveremos sobre ese tema.
Van Kessel se hizo cargo de la cátedra de Metodología de la Investigación Social, tanto en su vertiente cualitativa como cuantitativa. Sin embargo, el foco de su atención no se reducía tan solo al estudio de las técnicas y de su aplicación, sino que también a la discusión ontológica y epistemológica. Fue así como a las lecturas de Pierre Bourdieu, El oficio del sociólogo, le continuó las de Gaston Bachelard y Pierre Theihard de Chardin. De ese modo, reflexionamos sobre el carácter del positivismo metodológico y se nos abrían las puertas para otro tipo de abordajes teóricos y metodológicos.
Sin embargo, su otro gran aporte fue mostrarnos la riqueza regional en la que estábamos insertos. Riqueza que la sociología, en sus vertientes tanto funcionalistas como marxistas, era incapaz de ver. Dos son los puntos de interés que tienen que ver con el aporte de Van Kessel, uno el tema de la etnicidad, la aymara, en este caso, y la otra de la religiosidad popular, y entre ambas muchos puntos de conexión. Además, el año 1987 publicó con el Ciren/Crear el Diccionario de la pesca artesanal, en un intento por entender la visión del mundo de los hombres de mar. Este texto se hermana con su hermoso relato etnográfico, Pescadores y peregrinos de Tocopilla (1992).
Fue así como, el año 1975, este grupo de estudiantes cobijados bajo el alero de Van Keseel, publica el Cuaderno de Investigación Social Nº 1. El índice de esta publicación es indicativo de los temas que se empiezan a investigar:
La imagen votiva en la cosmovisión del hombre andino contemporáneo: Un intento de interpretación antropológica. Juan Van Kessel
Notas demográficas sobre Camiña y Sibaya comprendiendo el período 1600-1900. Juan Podestá Arzubiaga
Algunos aspectos culturales del habitante lirimeño: vida doméstica, trabajo de la mujer y situación escolar. Lucy Ramírez C. y Yerny González C.
La sociedad andina: una sociedad en desintegración. Eduardo Pérez Rodríguez
Tres elementos configurativos en los cantos religiosos de la fiesta de La Tirana. Bernardo Guerrero Jiménez
Esta publicación, además del número 2 editado siendo estudiantes de Sociología, se realizó en precarias condiciones económicas. No contaron con el apoyo de los profesores y se imprimieron en hojas de roneo bajo la tecnología del esténcil y mimeógrafo. Se advierte, además en estas publicaciones, un interés por acudir a otras disciplinas como la antropología cultural, la demografía y la historia, para dar mejor cuenta de lo que se intenta estudiar.
Complementario a lo anterior, se da en Chile el llamado boom andino, en la que la Universidad del Norte juega un papel destacado a través de su conjunto folclórico: Cofun, en la divulgación del folclore andino. De igual forma grupos como Illapu, Los Sachas, entre otros, desarrollan un repertorio inspirado en el mundo andino. El Tambo Atacameño de la Universidad del Norte realiza una interesante actividad de proyección folclórica. Juan Podestá, Yerny González y quien escribe son asiduos conferencistas en los talleres que este grupo realiza para conocer más sobre los grupos étnicos del Norte Grande. Este grupo edita la revista Tambo. Se editaron dos números con temas andinos. Como se verá, el boom andino no es solo musical. Raúl Ortega Lobos, profesor de música, crea el Ceref, Centro de Estudios del Folclore, el año 1997, pero tiene corta vida. El llamado boom andino fue un interesante estímulo para la visibilización de los aymaras del Norte Grande (Guerrero, 2014), sobre todo en un país que se creía uniforme en lo cultural.
El año 1976, los estudiantes que luego crearían el Ciren, viajan a la comunidad de Lirima para conocer las experiencias comunitarias que allí se realizan. Desde ese año perdura, hasta la actualidad, una gran amistad con los lirimeños y, sobre todo, con Javier Vilca Ticuna.
Eduardo Pérez, Bernardo Guerrero, Juan Podestá y Juan Carmona
Este es un activo dirigente que empieza la lucha por la defensa de las aguas en los años 80. En el documental Y es nuestra (1982), se narra ese proceso. Los lirimeños son los primeros en formar una escuela básica con pertinencia cultural, como se llamaba en esos años. Le corresponde al profesor Juan Álvarez Ticuna y Raúl Baltazar Baltazar liderar este proceso. Los aportes de Álvarez en torno a la interculturalidad y el trabajo con campesinos aymaras fueron publicados en el Cuaderno de Investigación Social Nº 24(1987).
Al decir de Vilca, esta escuela es la que inspira década después la formación en la Universidad Arturo Prat de la carrera de Pedagogía Intercultural Bilingüe (conversación personal). El haber estado durante quince días ayudando en los trabajos comunitarios en Lirima, nos significó una experiencia etnografía imposible de olvidar.
Las tesis de pregrado de los estudiantes ligados a Van Kessel siguen la misma lógica de los trabajos presentados en los Cuadernos de Investigación Social, lo que demuestra un interés y área de especialización en lo regional. Son tesis que abordan temas de religión (presencia evangélica entre los aymaras); impacto de la educación fiscal en la cultura indígena; procesos tecnológicos y cambios en la estructura familiar, entre otros. Todos desarrollados por Bernardo Guerrero Jiménez, Juan Podestá Arzubiaga, Eduardo Pérez Rodríguez, Yerny González Caqueo y Lucy Ramírez Casals.
Creando el Ciren/Crear
Una buena parte de los que estudiamos sociología en la Universidad del Norte en Antofagasta éramos de Iquique. Por lo mismo, regresamos a nuestra ciudad. Es el año 1978 y las condiciones para ejercer como sociólogos son prácticamente inexistentes. A pesar de lo anterior, nos reunimos en casa de amigos1. En el año 1980, en el mes de mayo, decidimos, apoyados tan solo por el deseo de hacer algo, crear el Centro de Investigación de la Realidad del Norte (Ciren). No teníamos ni oficinas ni dineros ni nada que se le parezca. Solo un timbre y una casilla de correos que un amigo nos prestó. Lo primero que desarrollamos fue una estrategia de marketing consistente en mostrarse a la comunidad. Sostuvimos una reunión con el director del periódico perteneciente a la cadena de El Mercurio, La Estrella de Iquique, para colaborar como columnistas. Cada columna debería indicar el nombre del autor, su profesión y el nombre de la organización a la que pertenecía. En este caso, importaba destacar la profesión de sociólogo y del Centro de Investigación de la Realidad del Norte. Lo anterior provocó que la profesión se hiciera conocida más allá del estigma, tal como lo había hecho la dictadura. Lo que escribimos en esa época tenía que ver con temas generales, como el alcoholismo, la pesca artesanal, la vivienda, identidad, etcétera, en lo posible con una óptica regional. Escriben Juan Gabilán, Rafael Miquel, Víctor Guerrero, Juan Podestá, Bernardo Guerrero, entre los sociólogos. Luego se integran profesionales de otras disciplinas como el médico Ricardo Bustamante, la kinesióloga y hoy antropóloga física Vivien Standen, la sicóloga Marisol Susaeta, entre otros.
Jorge Hidalgo, Edgardo Barría, Víctor Guerrero, Yerny González, Roberto Rebolledo, Fernando Flores, Vivien Standen y Olaff Olmos.
Demás está decir que todo el Ciren participaba de la lucha contra la dictadura de Pinochet. La idea era abrir espacios de discusión y reflexión en una ciudad militarizada y con una fuerte represión militar, y que usó y ocupó Pisagua como campo de concentración (Guerrero, 1990).
En forma casi simultánea, nos dedicamos a vincularnos con otros centros tanto en el resto del país como en el extranjero. En Santiago, logramos establecer relaciones con la Facultad de Ciencias Sociales (Flacso), Sur Profesionales, Vector, Grupo de Estudios Económicos (GEA), Grupo de Investigaciones Económicas (GIA), Academia de Humanismo Cristiano, Programa de Investigación del Trabajo (PET), Centro de Estudios de la Educación (CIDE), Centro de Estudios de la Mujer (CEM), Canelo de Nos, Organización, Capacitación y Acción Campesina (Ocac), Servicio Paz y Justicia (Serpaj), entre otros. También gracias a un convenio