Las Extraordinarias Aventuras De Joshua Russell Y De Su Amigo Robot. Antonio Tomarchio

Las Extraordinarias Aventuras De Joshua Russell Y De Su Amigo Robot - Antonio Tomarchio


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siempre se puede recuperar, basta con buscar en el lugar justo, y yo he descubierto que tengo una copia de seguridad en un sitio escondido de mi mente, ahora se todo sobre ellos y estoy preparado para responder a cualquier pregunta.»

      El muchacho aprovechó la invitación y comenzó a presionarlo con una serie de preguntas.

      « ¿Por qué están aquí? ¿Qué quieren? ¿Cuáles son sus intenciones?»

      «Están aquí desde hace muchos años, son los supervivientes de una larga y sangrienta guerra en su planeta, han venido en son de paz en busca de hospitalidad y comida. Han comprendido que, sobre la Tierra, hay un lugar para ellos y que pueden sobrevivir sin entrar jamás en contacto con el ser humano, y ni siquiera competir con los terrestres por los recursos que necesitan.»

      « ¿Cómo han llegado hasta nosotros?»

      «Poseen una astronave muy grande, la han escondido, convirtiéndola en invisible, en el lado oculto de la Luna. Han bajado a la Tierra en unas pequeñas naves espaciales que vuestros radares no pueden identificar.»

      «Tú dices que han venido en son de paz, entonces ¿por qué te han construido y han intentado matarme en el bosque?»

      «Ellos viven en paz en la selva amazónica y no tienen ni armas ni robots, se han adaptado a las condiciones de vida de las especies animales y como ellos viven renunciando a la tecnología e incluso a sus vestimentas para confundirse con la naturaleza y no ser descubiertos. Viven de los frutos que vuestro espléndido planeta les ofrece generosamente.»

      «No lo entiendo. Explícate mejor.»

      «Hace algunos años unos seres humanos, desforestando parte de la selva, han destruido con sus excavadoras una colonia alienígena, matando a cientos de ellos, entre los cuales había huevos que estaban a punto de abrirse. Desde ese momento, los supervivientes, en contra de la opinión de las otras colonias que han votado por mantener la paz, han creado una facción hostil a los seres humanos, jurando venganza. Se trasladaron a los Estados Unidos, formando una colonia y comenzando a planear la conquista del planeta y la destrucción de los humanos. Construyeron una base ultra moderna, sirviéndose de la tecnología de la nave nodriza y han comenzado a fabricar los robots.»

      « ¿Cuánto tiempo necesitan para construir un robot como tú? ¿Cuántos pueden construir al mismo tiempo?»

      «Quizás un mes, yo soy el primero y el único. Ellos sólo pueden construir uno de cada vez.»

      «Han pasado poco más de veinte días desde que te encontré, todavía tenemos tiempo para pensar en un contraataque, ahora, ocupémonos del torneo.»

      «Es más, quiero saber algo más de ti» dijo el chaval antes de que su amigo se levantase de la silla en la que estaba sentado.

      «Pregunta, venga.»

      «Tú estás vivo, eres capaz de pensar, de razonar, eres inteligente, ¿qué opinión tienes de ti mismo y de tu vida de robot?»

      «Yo sólo soy un esclavo, yo no existo sin una conexión, la mía no es una vida.»

      «Te equivocas, tú existes porque tienes conciencia de ti mismo, eres capaz de pensar, por lo tanto, estás vivo, no eres sólo una máquina. Te prometo que, cuando acabe el torneo, intentaré estudiarte y comprender cómo liberarte de la conexión.»

      El robot se quedó callado durante unos minutos, cogió la pequeña mano de su comandante entre las suyas mientras la acariciaba con suavidad, luego exclamó:

      «Eres demasiado bueno, te estaré siempre agradecido por haberme liberado de la conexión de ese ser malvado. Aunque tú no consigas liberarme completamente, debes saber que, para mí, estar ligado a ti es el regalo más hermoso que pudiese recibir.»

      A Josué le hubiera gustado abrazarlo pero no podía, las personas que estaban sentadas en las mesas del bar de bocadillos y que podían verlo no lo habrían entendido, pero sabía que su amigo había leído en su mente sus intenciones y sabía cuán fuertes eran los sentimientos que los unían.

      El descanso había terminado y la voz de los altavoces reclamaba a los competidores para el comienzo de los combates, así que se levantaron y se dirigieron hacia la enorme sala donde se desarrollaban los encuentros.

      Había comenzado la segunda ronda y los robots habían iniciado a enfrentarse en el ring. El espectáculo mejoraba por momentos y el público lo recalcaba con clamorosos aplausos, sobre todo cuando llegó la hora de Raptor, se pusieron todos en pie mientras cantaban a coro por su favorito.

      El robot, para no desilusionar al público, intentó que el enfrentamiento durase un poco más, evitando los golpes del adversario pero esperando golpearlo, hasta que un giro y una patada alta a la cara del desafortunado lo mandó a la lona.

      Los enfrentamientos siguientes habían terminado, el cabeza de serie Nueve, representado por el robot canadiense, había sido vencido por el español que, de esta manera, se aseguraba la participación en la edición del próximo año sin pasar por la clasificación. Quedaban sólo diez robots que se enfrentarían entre ellos para determinar el vencedor del torneo. Se actualizó el marcador. Todos los contrincantes estaban esperando los sorteos para saber cuál sería el puesto provisional del próximo adversario.

      El segundo robot americano había sido emparejado con el japonés, el público no había ocultado su desilusión por el resultado poco afortunado del sorteo. También se enfrentarían: el italiano con el alemán, el chino con el inglés, el español con el segundo robot japonés y, en fin, Raptor se enfrentaría al ruso.

      Tuvo lugar el primer encuentro entre Estados Unidos y Japón. La excelente técnica del nipón contrastada hábilmente por el americano que había respondido a cada golpe pero que, finalmente, había cedido ante el adversario más fuerte, quedando destrozado encima de la lona. El alemán, después de haber ilusionado a sus hinchas, mostrando toda su fuerza, había debido sucumbir ante la mayor velocidad del italiano que, con un hábil movimiento, primero había pasado por debajo de sus piernas y luego lo había destruido con un golpe mortal en la nuca.

      El español había perdido contra el otro robot japonés y el chino había superado su turno con mucha dificultad. Quedaba sólo el encuentro entre Raptor y el ruso. De todos estos quedarían sólo cinco, cuatro se enfrentarían entre ellos, confiando otra vez en el sorteo, el quinto sería el primer finalista y podría descansar un poco con respecto a los otros adversarios, pero para llegar a la final, saltando dos encuentros, debería ser aquel que empleaba menos tiempo en desembarazarse del adversario.

      Joshua quería ser el primer finalista, no porque no quisiese disputar otros encuentros, sino porque comportaría una ventaja física, pero sobre todo psicológica, sobre el contrincante. Así que ordenó a su robot que venciese en el menor tiempo posible.

      Raptor obedeció y en cuanto sonó la campana se tiró sobre el adversario que, antes de que comprendiese lo que estaba pasando, se encontró hecho pedazos sobre la lona del ring. El público estaba delirante, los Estados Unidos estaban en la final.

      Los últimos encuentros vieron enfrentarse a un japonés contra el italiano y el otro contra el chino. El italiano venció al segundo robot nipón después de una larga y frenética lucha, mientras que el chino, que había peleado como un león, finalmente había debido sucumbir a los golpes del primer autómata del sol naciente que tenía sus mejores armas en la calidad de su mecánica y en el Jujitsu.

      Del encuentro entre el italiano y el japonés saldría el segundo finalista, era un encuentro entre titanes, las dos mejores industrias de robots del mundo se retaban para enfrentarse a lo que todos creían era el juguete construido por un chavalito. Esto, de todas formas, no asombraba a nadie, todos sabían que aquel muchachito había puesto en marcha el desarrollo de los robots con sus inventos, todos sabían que era un genio reconocido a nivel mundial y, por lo tanto, que hubiese construido un robot superior a todos los otros, era bastante probable.

      El reto entre dos robots con habilidades parecidas no podía sino volcarse de la parte del más experto en las artes marciales y, de esta forma, el japonés venció al italiano, aunque con grandes dificultades.


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