Marketing en Redes Sociales. Detrás de escena. Ariel Bededetti

Marketing en Redes Sociales. Detrás de escena - Ariel Bededetti


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el contrario, aprenda al menos en parte a asumir un objetivo comercial y decir cuánto presupuesto, en dinero y tiempo, necesita para cumplirlo. Ese sí comienza a ser un “marketing sustentable” o, quizás mejor, un “marketing que sustenta”. El otro es un marketing que debe ser sustentado financieramente por otras funciones con las cuales no puede demostrar su relación cuantitativa.

      El marketing verdaderamente sustentable es aquel privilegia la relación con sus clientes, los reconoce, distingue y respeta en sus gustos y valores individuales, usando todo el arsenal de datos e interfaces de contacto que le facilitan las actuales TICs (tecnologías de la información y de la comunicación). Asume como misión maximizar el valor percibido por su público, cliente o potencial, en todos y cada uno de sus puntos de contacto, no solamente en las controladísimas pantallas de TV, activaciones en puntos de venta y Facebook ads. Está preparado para recibir y responder por la vía que elija el cliente, online u offline, fija o móvil, en los tiempos acostumbrados y esperados en cada uno, sus mensajes a la marca. Es un tipo de marketing que abraza una estrategia integrada inbound reemplazando sus intrusivas prácticas outbound por la transmedialidad generada por la misma audiencia, que toma sus mensajes y los hace propios, difundiéndolos a sus pares a través de su propia red. No teme navegar con calma la complejidad de todos estos procesos porque ha desarrollado capacidad de adaptación, honestidad intelectual y conocimiento de los nuevos medios a través de múltiples experiencias que es capaz de reciclar productivamente. Decide humanizar sus marcas “bajando” a conversar con su tribu con toda transparencia, con sus virtudes y defectos, compartiendo “historias” como un nodo más, perdón, una persona más, en la red social.

      Y sobre todo, es un marketing que mide con inquietud científica el efecto de sus acciones en el resultado concreto del negocio, testeando continuamente, resolviendo con astucia el problema de atribución y así aprendiendo con cada una a asignar mejor su presupuesto; que utiliza hábilmente el poder relacionante y multiplicador de las conversaciones en redes sociales en lugar de continuar vociferando desde su tribuna masiva como oportunidad predominante de “vincularse” con su audiencia. Un marketing verdaderamente sustentable, porque se sustenta en los mismos valores que sus clientes. Ni más. Ni menos.

      A contramano de la realidad del marketing sustentable presentada, la lógica transaccional coloca a los consumidores en un rol pasivo, como receptores de la comunicación. Mientras que a las marcas en el rol activo, emisoras de un mensaje unidireccional, en una clara asimetría que inhabilita el diálogo. Por eso uno puede cuestionarse: ¿cómo sobrevivirán las marcas que mantengan una lógica estrictamente unidireccional, si son cada vez más expuestas a la multidireccionalidad de la comunicación? Además las audiencias se están rebelando poco a poco contra la publicidad de forma pasiva, sin lucha, simplemente ignorándola, dando lugar a una crisis de atención sin retorno.

      Como vemos, la proliferación de las redes sociales, el desarrollo de comunidades de clientes y usuarios, las nuevas generaciones, la consciencia por el cuidado del planeta y la inclusión social, las oportunidades para co-crear valor de forma continua a partir del diálogo, las menciones de los cibernautas y su impacto en las investigaciones de marketing están y estarán en el centro de la escena de las empresas del futuro.

      En un abordaje de esta coyuntura Erik Qualman, en su libro Socialnomics (2009), plantea que las redes sociales están eliminando los intermediarios en la comunicación entre una marca y sus consumidores. Si lo pensamos desde la óptica de una empresa de consumo masivo, la cual comercializa sus productos a través de una cadena de distribuidores mayoristas y minoristas, podemos visualizar la enorme oportunidad de diálogo y humanización que hoy tienen las marcas para conocer y monitorear de forma permanente lo que el mercado piensa y dice de ellas.

      Asimismo, Qualman advierte que el modelo de comunicación bidireccional está cambiando el trabajo de los profesionales de marketing: ya no se ocupan solo de crear y lanzar mensajes al mercado de forma unidireccional, sino que escuchan, reaccionan y se comprometen con las necesidades que sus consumidores exhiben a través de las distintas plataformas sociales, cuestionando el modelo de Goods Dominant Logic (GDL) antes presentado. Vale aportar a esta mirada que las redes sociales no sólo eliminan a los intermediarios entre una marca y sus clientes y consumidores, sino que sienta en una misma mesa a la marca, al cliente, al distribuidor, a los revendedores, a los consumidores, a la competencia, al potencial cliente y al cliente perdido.

      Hoy, los mercados son conversaciones, es decir, internet posibilita un tipo de diálogo sin límites entre seres humanos, algo imposible en la era de los medios masivos de comunicación. El mercado en red sabe más que las empresas acerca de sus propios productos, independientemente de que las noticias sean buenas o malas, se las comunican a todo el mundo. Por ello, según el Manifiesto, las compañías necesitan bajar de su pedestal y hablarle a la gente con quien esperan establecer relaciones, de lo contrario morirán. De hecho, las personas han descubierto que pueden obtener mucha mejor información y soporte entre sí mismos que de los vendedores: “Ya basta de la retórica corporativa acerca de añadir valor a productos de consumo general (...). Nuestra lealtad es para con nosotros mismos, nuestros amigos, nuestros nuevos aliados y conocidos, hasta con nuestros compañeros de batalla. Las empresas, que no juegan un papel en este mundo, tampoco tienen futuro. Las compañías que no se dan cuenta de que sus mercados ahora están interconectados persona-a-persona, y por consecuencia volviéndose más inteligentes y profundamente unidos en conversación, están perdiendo su mejor oportunidad” (Levine, Locke, Searls & Weinberger, 1999). Pasaron más de quince años de esta afirmación y el cambio está como nunca en pleno proceso de transformación de la gestión de negocios. Pronto conoceremos a los ganadores y perdedores de esta nueva ola.

      Tiempos de aceleración digital

      Para cualquier nueva tecnología exitosa, alcanzar los primeros 100 millones de usuarios es un hito cada vez más vertiginoso. Este dato refleja la velocidad de los tiempos que nos toca afrontar como ejecutivos de negocios, y el enorme desafío de actualización profesional.

      Otros datos significativos:

       En su cumpleaños número 15 (2019), Facebook superó los 2.300 millones de usuarios activos de forma mensual en todo el mundo, según datos de su newsroom12.

       El 88% de los usuarios de Facebook ingresa vía mobile13.

       Un simple cálculo nos permitiría deducir que casi dos de cada cinco personas en el mundo es usuaria de Facebook (2.300 millones/7.000 millones)14.

       Instagram ya ha superado los 1.000 millones de usuarios activos mensuales15.

       Hay más de 400 millones de usuarios activos diariamente usando las historias de Instagram.

       Datos de ComScore (2018)16 reflejan que más de 84.5% de los usuarios de internet en el Latinoamérica son usuarios de las redes sociales.

       La penetración del smartphone como primera pantalla digital, asciende al 62% del share total de minutos por plataforma.

       En cuanto al comercio electrónico, el 90% de los argentinos conectados ya compró online alguna vez17, según datos de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico.

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