¿Evasión o expulsión?. María del Carmen Parrino

¿Evasión o expulsión? - María del Carmen Parrino


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institucional en relación con la eficiencia, sino que parece mantener una actitud de indiferencia o pasividad frente al fenómeno, como si lo fomentara desde el silencio y la no participación.

      A los efectos de estudiar el fenómeno de la deserción, se plantean dos preguntas destinadas a revisar cuáles son las actitudes que conducen a los estudiantes al abandono de las carreras y, por otra parte, se indaga sobre las causas que los llevaron o podrían llevarlos a dejar sus estudios universitarios. Cada una de ellas fue formulada utilizando la escala Likert. A estas preguntas se les aplicó la técnica estadística del análisis multivariado llamada análisis factorial, que permite reducir los datos que surgen de una investigación social en general.

      Se les solicita que respondan en relación con las causas reales o potenciales que consideran motivo del abandono. Sobre la base de las respuestas, se establecen los factores causales de la deserción.

      Los factores personales permiten hallar el perfil de los estudiantes. Para ello, se realiza un conjunto de preguntas relacionadas con la actitud que tienen los estudiantes frente al estudio y a la adversidad, a fin de medir actitudes. Una actitud es un indicador de conducta, es una predisposición aprendida para dar una respuesta determinada (Hernández Sampieri y otros, 2010); no permite observar la conducta, sino que muestra la conducta probable ante determinada circunstancia, ante las opciones que se expresan a modo de afirmaciones elegibles, a fin de medir la reacción de los encuestados ante ellas.

      Por último, para complementar las anteriores perspectivas, se incorpora la perspectiva de los expertos, obtenida de las entrevistas en profundidad realizadas a expertos y a los actores institucionales, y de su análisis cualitativo.

      La entrevista, en tanto herramienta de excavar (Taylor y Bogdan, 1992), asume el propósito de acercar la realidad que describe el entrevistado sobre el fenómeno que se analiza, para permitir hacerse parte y ser traducida mediante sus palabras. El uso de la técnica de la entrevista en profundidad permite conocer, desde la perspectiva de los actores institucionales, básicamente, cómo son la participación y el grado de involucramiento que éstos tienen en relación con el problema, con la institución y con quienes son los afectados del proceso, los estudiantes. Entonces, haciendo uso de esta herramienta, se deja expuesta una amplia gama de relaciones entre cada una de las dimensiones en estudio. Cada dimensión, de distinta forma y en distinto grado, participa del fenómeno y marca sus formas y reglas.

      Los interlocutores se seleccionan en su carácter de actores sociales comprometidos con la educación universitaria, ya que participan, desde un ámbito u otro, en la problemática en estudio, y por sus condiciones de conocimiento e idoneidad en relación con la educación superior y con el problema de la deserción. Se abarca, así, un amplio espectro de respuestas, ya que se consideran, entre los perfiles, expertos internacionales en educación superior involucrados particularmente en las investigaciones sobre deserción, investigadores nacionales e internacionales, y responsables del Ministerio de Educación, secretarios académicos de las universidades del conurbano y de las unidades académicas, responsables de equipos pedagógicos, de gestión de alumnos, de orientación vocacional, de centros de estudiantes y de los equipos de tutorías. Si bien no se entrevistó a profesores, porque el objetivo era conocer el problema desde el área académica y administrativa, y no en relación con la problemática del aula o la disciplina en cuestión, ni en relación con los procesos de enseñanza y de aprendizaje, en algunos casos los entrevistados cumplen con un doble rol y son docentes también. El objetivo básico perseguido en la selección fue abordar el fenómeno desde distintas perspectivas. Se utilizaron guías de entrevistas semiestructuradas, para orientar los encuentros.

      El aporte más importante obtenido permitió elaborar una estructura de análisis a modo de esquema en el que incorporar el contenido en relación con un marco donde inscribir la problemática de la deserción. También permitió incorporar al estudio definiciones, códigos y códigos en vivo, a la vez que descubrir relaciones entre los actores y las dimensiones participantes, como así también los flujos que provocan los desplazamientos de los estudiantes y la deserción como consecuencia.

      Finalmente, se desarrollan los resultados obtenidos y el modelo explicativo de la deserción, como así también las principales conclusiones y las propuestas de acción.

      ¿Cómo se produce la deserción?

      La acción concatenada de factores provenientes del contexto, del sistema de educación superior, de la institución y otros propios del estudiante interactúan a modo de fuerzas participantes en un mecanismo oculto cuya acción deriva en la deserción.

      La articulación y conjugación de estas variables se manifiesta de forma que se presenta en una tensión entre lo develado y lo oculto. Su acción llega al estudiante en forma articulada y enlazada con otras variables que actúan con diferente grado de intensidad, en un mecanismo difícilmente observable.

      Sí son observables sus efectos, que se traducen en consecuencias dadas por la deserción. La acción de este mecanismo es el resultado de las relaciones entre los diversos factores que se originan en las dimensiones intervinientes y de su acción concatenada; sin embargo, carece de un actor racional o responsable que lo active.

      Se entiende por mecanismo una serie de elementos o componentes que se encuentran vinculados entre sí en una disposición propicia para su funcionamiento, que produce como resultado un cierto movimiento.

      El uso del término mecanismo, si bien puede asociarse a una interpretación de tipo mecanicista, se aplica en este trabajo a fin de explicar esta particular forma en la que se conjugan y participan las variables involucradas, sin hacer referencia al mecanicismo.

      La lógica de funcionamiento de este mecanismo que se inscribe en las estructuras sobrepasa la capacidad de los agentes; sin embargo, conocerlo y develarlo permite organizarse colectivamente a fin de frenar su eficacia.

      La deserción se produce ante la acción combinada de factores personales, institucionales, del sistema de educación superior y del contexto, que actúan sobre el estudiante. Estos factores causales pueden actuar directamente sobre el sujeto, promoviendo la deserción, o hacerlo en forma indirecta, favoreciendo o induciendo su efecto.

      La universidad, al igual que la escuela, es un espacio social que tiende a facilitar la reproducción de las desigualdades sociales; por lo tanto, quienes tendrían más posibilidades de permanecer en la carrera son aquellos que posean el capital cultural adecuado. El capital cultural, el capital escolar acumulado y el capital económico (entendiéndose capital en términos de Bourdieu) pueden resultar determinantes para la permanencia en la carrera y en la institución; si fueran insuficientes, podrían promover la deserción, a menos que se subsane su falta.

      La falta de capital económico puede originar la necesidad de trabajar a fin de solventar la carrera mediante la renta o de producir ingresos familiares.

      Cuando el capital escolar acumulado resulta insuficiente, el estudiante puede tener consecuencias directas en su rendimiento académico, que debería modificar mediante la incorporación del capital escolar que no fue capitalizado a tiempo. Las consecuencias pueden observarse en la dificultad para acceder a la universidad y sostenerse en las primeras etapas de la carrera.

      La falta de capital cultural puede manifestarse en las dificultades dadas por no tener incorporados el lenguaje, las técnicas, los saberes y el saber hacer básico necesario para hacer frente a los estudios superiores.

      Entre los factores personales que actúan directamente sobre el estudiante, se destacan los de índole económica, académica y vocacional. Los factores institucionales también condicionan directamente la permanencia y favorecen la deserción; están dados por las condiciones que se imponen desde la institución, y asumen la forma de reglas, normativas y estructuras académicas establecidas institucionalmente. El estudiante debería aceptarlas e incorporarlas para pertenecer.

      Además, intervienen otros factores causales que actúan con mayor o menor grado de influencia, en tanto acceden al estudiante desde el sistema universitario y desde el contexto. Algunos de ellos pueden actuar favoreciendo la permanencia y, en consecuencia, como reductores de la deserción; tal es el caso del financiamiento a los estudiantes.

      Los


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