¿Evasión o expulsión?. María del Carmen Parrino
las dimensiones no son compartimentos estancos; se las divide así sólo para su estudio y para la mejor comprensión del fenómeno.
La dimensión del espacio social que se caracteriza en el contexto incluye a la dimensión del sistema de educación superior, que está contenida en él y, de hecho, participa, en mayor o en menor medida, de la realidad socioeconómica, histórica y geográfica que le es propia, como así también de circunstancias de las que forma parte voluntaria o involuntariamente.
A su vez, la institución forma parte del sistema de educación superior, y ambos están incorporados al espacio social. Mientras que el sujeto es estudiante de la institución, y por ende participa del sistema de educación superior, a la vez que tiene una posición determinada en el espacio social, al igual que la institución.
Entonces, de hecho, existen entre ellos relaciones de pertenencia, de jerarquía, condicionamientos y regulaciones de los que participan, y que hacen que no sean independientes.
No obstante, la universidad goza de autonomía, y muchas de sus acciones y de sus decisiones las toma por sí, y otras pueden estar dadas en relación con el sistema de educación superior y con el contexto. De la misma forma, el sistema de educación superior tiene su forma de funcionamiento, aunque participa del espacio social, y muchos de sus condicionamientos pueden tener relación con él.
El estudiante que tiene que cumplir condiciones y reglas de la institución, del sistema de educación superior y del espacio social también asume decisiones individuales y personales.
En alguna medida, se opera a través de relaciones vinculantes entre los elementos partes de estas dimensiones y los factores causales, de forma tal de transmitir un movimiento que resulta expulsivo, a menos que individual o colectivamente se puedan oponer las fuerzas en contrario.
La estructura del libro
Este libro pretende mostrar las tensiones y las relaciones que surgen entre las distintas dimensiones y que permiten dar una explicación en relación con el fenómeno de la deserción. Se identifican, también, las principales causas que conducen al abandono.
Además, se definen perfiles para los estudiantes acordes a las actitudes manifiestas por ellos. Así se desarrolla, para las distintas carreras e instituciones, una estructura a aplicar que queda ejemplificada en el caso de la Licenciatura en Administración. De esta forma, se facilita hallar los factores personales y los grupos de vulnerabilidades dados en función de cada carrera, institución o área de estudio para la universidad interesada en ello, trasladando la aplicación de este esquema de acuerdo con sus necesidades y sus intereses.
Con el objeto de sistematizar los diferentes aspectos considerados en el tratamiento de la problemática, se la presenta dividida en cuatro partes. La primera parte contiene los cuatro planos o dimensiones de análisis que se sostienen a lo largo del trabajo, uno en cada capítulo. Estas dimensiones están dadas por el contexto, el sistema de educación superior, la institución y el estudiante.
La segunda parte desarrolla las perspectivas analizadas. Está compuesta por tres capítulos. El primero aborda la perspectiva institucional a través del análisis de las universidades seleccionadas. En el capítulo siguiente, se presenta la perspectiva de los estudiantes, a través del análisis de los datos obtenidos en las encuestas, que permiten consolidar este punto de vista. La perspectiva de los expertos completa y complementa las anteriores.
La tercera parte aborda las tensiones y las relaciones que surgen de las dimensiones y de las perspectivas. Está compuesta por dos capítulos. En el primero de ellos, se presentan los distintos aportes que hacen las dimensiones a la problemática. El otro capítulo analiza las tensiones participantes entre las dimensiones y sus formas de conexión, permitiendo la comprensión de la forma de actuar del fenómeno de la deserción, como así también las principales conclusiones. Incluye también las propuestas de acción y plantea posible líneas futuras de investigación. Además, se presentan estrategias sencillas de solución en pos de reducir las consecuencias del fenómeno.
No es objeto de este libro realizar críticas estériles ni análisis políticos o ideológicos, sino elaborar propuestas que permitan encontrar caminos para instrumentar políticas de protección y orientación de los jóvenes coherentes con el país que se proyecta en un futuro venidero, donde reine, como dice Juan Carlos Tedesco, la justicia social, no como un deseo incompatible con la realidad, sino como parte de la realidad argentina en sí.
Por otra parte, se aspira a que el presente trabajo contribuya a la reflexión, al debate y a la toma de decisiones para implementar acciones eficaces en relación con evitar la frustración de los estudiantes, la desilusión de sus familias, así como la pérdida del sentido de los actores institucionales en el sistema educativo en su conjunto cuando los índices de deserción van en aumento.
PARTE 1
Las dimensiones del análisis
I. La deserción universitaria, un problema de la educación
La educación se ve obligada a proporcionar las cartas náuticas de un mundo complejo y en perpetua agitación y, al mismo tiempo, la brújula para poder navegar en él.
Unesco (1996)
1. El contexto y las tendencias de la educación superior
Las últimas décadas están signadas por los numerosos cambios producidos en el contexto de la educación superior. Entre las nuevas tendencias que asume la educación superior, Francisco López Segrera (2008) enmarca el presente y el futuro universitarios en la globalización, las tendencias a la democratización en el ingreso, el crecimiento sostenido de la matrícula, la masividad, el incremento en las tasas de cobertura, la educación permanente, la aparición y el aporte de las nuevas tecnologías, el incremento de la movilidad académica de docentes y estudiantes, pero también la inequidad en el acceso por razones de etnia, religión o clase social de pertenencia. Estas tendencias son disparadoras de cambios importantes a nivel estructural y funcional. Tienen un impacto directo, tanto en las instituciones como en su funcionamiento, en la oferta educativa, en los planes de estudio y en la composición del alumnado. Distintos países han reaccionado con cambios en las políticas directrices y en los marcos normativos, que también ocasionaron transformaciones.
La globalización, la utilización de Internet y la incorporación de las nuevas tecnologías introducen modificaciones en los sistemas de enseñanza y de aprendizaje. La educación deja de ser exclusivamente presencial para adoptar distintas formas mediante la educación a distancia y otras estrategias metodológicas que modifican la realidad del aula, originando cambios sustanciales (Dias Sobrinho y Brito, 2008). Las mejoras en los sistemas de transporte, en la comunicación y una notable disminución en los tiempos de acción y en las distancias incorporan la movilidad académica de docentes y estudiantes. A su vez, se produce la conformación de comunidades en bloques, con consecuencias como la creación del Espacio de Educación Superior Europeo, con un nuevo sistema de créditos, equivalencias y titulaciones. Es este Espacio de Educación Superior el que propone la reducción de la duración de las carreras, introduce modificaciones en la formación del grado y el posgrado, e innovaciones en investigación, mientras que se establece un modo de intercambio en el sistema que incorpora patrones comunes de calidad.
Para participar de la globalización, que impone estándares comunes en todas las profesiones y en todos los ámbitos, desde los gobiernos, las instituciones y el mercado, se produce una presión que incrementa la demanda de recursos humanos calificados en todos los sectores (López Segrera, 2008). Esta exigencia en el desarrollo de capital humano instala parámetros de calidad y excelencia académica. Otra tendencia que va en dirección contraria está dada por la reducción notable que se produce de los recursos públicos. Esta reducción se manifiesta ya desde los 70, y se incrementa y fortalece en los 90. La disminución en las inversiones de los fondos públicos destinados a la educación superior produce una tensión entre el Estado y las instituciones, con consecuencias de distintos órdenes. Entre estas consecuencias, se destaca la conocida como rendición de cuentas o accountability, que significó una mayor transparencia en la utilización de los recursos públicos (Dias Sobrinho y Brito, 2008). De esta forma, la universidad se ve en la necesidad de diversificar