Biomecánica básica. Pedro Perez Soriano
biomecánica fue “Journal of Biomechanics” (1968, EE.UU.), seguida por “Journal of Sports Biomechanics”. Cabe señalar a los primeros autores reconocidos internacionalmente en el área de la biomecánica deportiva: D. Donskoi y V. Zatsiorski. El notable crecimiento de las temáticas en que se aplica la biomecánica en las Ciencias de la Actividad Física y el Deporte permite la creación en 1983 de la “International Society of Biomechanics in Sports” (ISBS), así como posteriores asociaciones y congresos: “European Society of Biomechanic” (ESB), “World Congress on Biomechanics”,...
5. SOBRE EL FUTURO DE LA BIOMECÁNICA DEPORTIVA
Aguado (en Campos, 2001) cita que algunos autores como Vera (1994) y Nikol (2000) critican el hecho de que quizá la biomecánica no pueda aún considerarse como una ciencia propiamente dicha. Vera argumenta que tras muchos años persiguiendo la obtención de metodologías adecuadas, la biomecánica hoy en día dedica sus esfuerzos a la obtención de mediciones y datos, pero que para poder catalogarla como ciencia debería poder predecir resultados en situaciones concretas a partir del seguimiento de variables de modelos previamente establecidos. Nikol apunta que aún son escasas las leyes que ha logrado formular la biomecánica, dedicándose la mayoría de biomecánicos a la tarea de realizar simples análisis descriptivos. Nikol apunta además, que algunos biomecánicos deportivos están más preocupados por realizar estudios a toda costa, aunque sea sin financiación, autofinanciados o infrafinanciados, antes que “hacerse valer” y perder tiempo en conseguir que, por ejemplo, empresas o federaciones deportivas avalen investigaciones sobre biomecánica.
Como reflexión a esta crítica de Vera/Nikol (no carente inicialmente de razón, pero de ello hace ya casi una década), esta situación o enfoque de la investigación sobre biomecánica está cambiado (o ha cambiado a día de hoy). Este cambió fue encabezado por los institutos tecnológicos, donde se han desarrollado contratos con empresas, instituciones o incluso con gobiernos autonómicos/estatales. Y cada vez más laboratorios y/o unidades de investigación de las Facultades de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte consiguen financiación de proyectos en los Planes Nacionales I+D+I, establecen contratos y convenios de colaboración con empresas, federaciones, instituciones sanitarias, con la finalidad de financiar proyectos multidisciplinarios, aunque éstos no alcancen la financiación o el interés social que puedan tener otras áreas de la biomecánica como la médica o la ergonomía.
Vladimir Zatsiorski (1993) cita que el futuro de la biomecánica deportiva no puede ser visto simplemente como la biomecánica de las técnicas deportivas. La investigación aplicada será igual de común e importante, y entre sus direcciones principales se contará con las bases biomecánicas de los equipamientos deportivos (calzados, pavimentos, implementos, etc.). Debido a que esta investigación se financia por el sector privado de la industria, las posibilidades de progreso en esa dirección son muy grandes. Desde su punto de vista, este progreso es beneficioso para la biomecánica en general debido a que no sólo se incrementará el conocimiento biomecánico, sino que nuestra ciencia habrá encontrado su propio modo de ser útil a su sociedad. Por lo tanto, y como premisa de que la investigación en biomecánica deportiva será básica y aplicada, ésta deberá estar enfocada para su desarrollo desde la multidisciplinariedad, tal y como cita Gutiérrez (1998), con un amplio trabajo de colaboración entre las diferentes perspectivas científicas, y donde la mayoría de los trabajos de investigación estarán orientados hacia la medida, la descripción y el modelado, utilizando una instrumentación específica y sofisticada, con complejos modelos y métodos matemáticos.
Además de la contribución de la biomecánica deportiva en los pavimentos, material y equipamiento deportivo (cabe mencionar las investigaciones mediáticas en césped artificial para fútbol o golf, o los “trajes de piel de tiburón” en natación), así como en el análisis de acciones perjudiciales o lesivas en nuevas actividades físicas que practica la población, la biomecánica deberá seguir dos procesos en su consolidación y contribución como ciencia:
1. Invención de nuevas técnicas e instrumental propio de análisis. Este proceso es el menos frecuente. Necesita una gran base teórica sobre los principios mecánicos que rigen la especialidad deportiva en estudio y exige, además, bien que la especialidad sea muy nueva, bien que aun llevando tiempo en práctica debido a determinados factores, como la evolución o modificación de los materiales, equipamientos o implementos, necesiten que sus técnicas evolucionen, adaptándose a las nuevas necesidades.
2. La optimización de técnicas existentes. Este proceso es el más habitual y puede derivar en dos aplicaciones diferentes. Por una parte se puede optimizar la técnica de los deportistas de elite mediante la aplicación de principios biomecánicos de eficiencia al análisis de su técnica personal, o estilo, intentando mejorar pequeños aspectos que, en el deporte de alto rendimiento, pueden contribuir a destacar entre los mejores. Por otra parte, mediante el análisis y la cuantificación biomecánica de la técnica personal de los deportistas de máximo nivel, pueden construirse modelos de rendimiento de aplicación general a todos los deportistas de la misma especialidad, previa adaptación, por parte de los técnicos y entrenadores deportivos, a las características personales de deportistas de menor nivel.
PUNTO CLAVE
Como premisa de que la investigación en biomecánica deportiva será básica y aplicada, ésta deberá estar enfocada para su desarrollo desde la multidisciplinariedad, con un amplio trabajo de colaboración entre las diferentes perspectivas científicas, y donde la mayoría de los trabajos de investigación estarán orientados hacia la medida, la descripción y el modelado, utilizando una instrumentación específica y sofisticada, con complejos modelos y métodos matemáticos.
6. LA BIOMECÁNICA DEPORTIVA EN EL ÁMBITO DOCENTE/ACADÉMICO
6.1. La biomecánica y su origen como asignatura
Es en la antigua Unión Soviética donde la biomecánica deportiva comenzó a sentar sus orígenes académicos. En la segunda mitad del S. XX, el anatomista ruso P.F. Lesgaft (1877) desarrolló una serie de fundamentos teóricos sobre la anatomía de los movimientos corporales, con la finalidad de estructurar en la titulación de Educación Física una sistematización de la asignatura “Formación Física”. En 1927, en el Instituto Nacional de Educación Física “P.F. Lesgaft” la asignatura “Formación Física” se impartió con el nombre de “Teoría del Movimiento”, pasando su denominación en 1931 por “Biomecánica de los Ejercicios Físicos”. Ese mismo año, en el Instituto de Educación Física de Leningrado, E.A. Kotikova organizó el “Primer ciclo de conferencias sobre la biomecánica de los ejercicios corporales”.
En la década de los años treinta en diversos Institutos de Cultura Física, especialmente Moscú y Leningrado, se desarrolla un amplio trabajo científico y docente en el campo de la biomecánica deportiva. En 1939, E.A. Kotikova edita el manual “Biomecánica de los ejercicios físicos”, y desde entonces comienza a introducirse el fundamento biomecánico de la técnica deportiva en los manuales de deporte editados en el bloque de países socialistas. Durante los años siguientes, el desarrollo del deporte en la URSS, y la participación exitosa de sus atletas en los Juegos Olímpicos, fueron un potente estímulo para el desarrollo de la biomecánica en otros países, especialmente para la ex República Democrática Alemana, cuyos deportistas consiguieron un elevado número de medallas en las competiciones deportivas de más alto nivel.
Con el final de la Segunda Guerra Mundial, la biomecánica deportiva sufrió un importante crecimiento, debido, por una parte, al inicio de la denominada Guerra Fría, en la que el deporte adquiere una nueva dimensión, la de estandarte nacional, y por otra parte, comienza una era de desarrollo y aplicación de las nuevas tecnologías que permitieron la utilización de nuevos instrumentos y métodos. Los recursos y los esfuerzos disponibles para el estudio del deporte, a partir de entonces, se multiplicaron y favorecieron el desarrollo de las ciencias del deporte, entre ellas la biomecánica.
El bloque de países socialistas de Europa Oriental creó una serie de condiciones especialmente favorables para el desarrollo del deporte de alto rendimiento, y durante dos o tres décadas