Cuando domina la injusticia. Группа авторов
Brasil y España: Análisis desde la actuación de la policía judicial, Universidad de Salamanca, Salamanca, 2014.
14 En cuanto a tipologías o modalidades, la corrupción puede ser: sistémica, subsistémica o dispersa; política o administrativa; individual o corporativa; pública o privada. Otras tipologías tienen en cuenta los diversos niveles donde se manifiesta el fenómeno (nacional o internacional; gobierno central —o federal—, provincial, regional o municipal). También, y con mayor especificidad, según las funciones ejercidas en la administración pública por determinadas personas (por ejemplo, miembros del Gobierno o del Parlamento, funcionarios, policías, fiscales o magistrados); o según las actividades llevadas a cabo por dichas personas: contratos, subvenciones, fondos públicos y privados, promulgación y aplicación de leyes y reglamentos, etc.
15 Algunos consideran algo subjetivo y parcializado este índice, ya que es un juicio principalmente sobre el comportamiento del sector público, pero alimentado en sus datos por expertos y, mayormente, por el sector empresarial. En tal sentido, no es extraño que administraciones de gobiernos de tendencia socialista no sean tan bien calificadas.
16 Fuentes del ipc: Calificaciones de Riesgo País 2014 de la Economist Intelligence Unit; Calificaciones de Riesgo País 2014 de Global Insight; Anuario de Competitividad Mundial 2015 de imd; Guía Internacional sobre Riesgo País 2014 de Political Risk Services; Encuesta de Opinión Ejecutiva (eoe) 2015 del Foro Económico Mundial; Índice de Estado de Derecho 2015 de World Justice Project; Evaluación Institucional y de las Políticas Nacionales 2014 del Banco Mundial; Indicadores sobre Gobernabilidad Sostenible 2015 de Bertelsmann Foundation; Índice de Transformación 2016 de Bertelsmann Foundation; Naciones en Transición 2015 de Freedom House.
17 Expansión/Datosmacro.com, “Índice de percepción de la corrupción” 2015/2016. Disponible en http://www.datosmacro.com/estado/indice-percepcion-corrupcion
18 Tax Justice Network, “Financial Secrecy Index”. Disponible en http://www.financialsecrecyindex.com/
19 Tax Justice Network (página web). Disponible en http://www.taxjustice.net/
20 A. P. Zeballos, “El Índice de la corrupción en tela de juicio”, United Explanations, 9/2/2015. Disponible en http://www.unitedexplanations.org/2015/02/09/medir-la-corrupcion-el-indice-de-percepcion-de-la-corrupcion-de-ti-en-tela-de-juicio-3/
21 Para este acápite se bebe de reflexiones en trabajo anterior, H. F. Bullón, El pensamiento social protestante y el debate latinoamericano sobre el desarrollo, Libros Desafío, Grand Rapids, 2013, pp. 294–297
22 M. Weber, Ensayos sobre sociología de la religión, 3 Vols., Taurus, Madrid, 1984; y La ética protestante y el espíritu del capitalismo, Colofón, México D. F., 2001; E. Troeltsch, Protestantism and Progress: A Historical Study of the Relation of Protestantism to the Modern World, Beacon Press, Boston, 1958; R. K. Merton “Science, Technology and Society in Seventeenth Century England”, Osiris, Vol. iv/2, St. Catherine Press, Bruges, 1938, pp. 360–632; C. Geertz, “Religion as a Cultural System”, en Religion and Ideology. A reader, edits. R. Bocock y K. Thompson, Manchester University Press, Manchester, 1985, pp. 66–75; F. Piñón G., “Antonio Gramsci y el análisis del fenómeno religioso”, Cristianismo y Sociedad 91 (1987), pp. 63–79; R. Díaz–Salazar, Gramsci y la construcción del socialismo, uca Editores, San Salvador, 1993; F. Houtart, Mercado y religión, dei, San José, 2001; D. Goulet, Development Ethics: A Guide to Theory and Practice. Apex Press, New York, 1995; del mismo autor, “El desarrollo humano: La verdadera riqueza y la eficiencia económica real”, Cristianismo y Sociedad 125–126 (1995), pp. 337–53; O. Maduro, Religión and Social Conflicts, Orbis Books, New York, 1982.
23 J. C. Mariátegui, Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana, El Amauta, Lima, 1979; L. Zea, América en la Historia, Editorial Revista de Occidente, Madrid, 1970. Ambos, Mariátegui y Zea, arguyen acerca de la diferencia en el desarrollo de la América del Norte bajo el protestantismo, y la del Sur bajo el catolicismo. La primera es moderna, democrática, con una mística diferente frente al trabajo; la segunda es tradicional, antimodernista, autocrática. Estos rasgos con efectos directos en su desarrollo económico, social y cultural.
24 G. O’Donnell, Modernización y autoritarismo, Paidós, Buenos Aires, 1972; del mismo autor, Tensiones en el estado burocrático-autoritario y la cuestión de la democracia, Centro de Estudios de Estado y Sociedad, Texas, 1978; y las obras de J. P. Bastian, Los disidentes. Sociedades protestantes y revolución en México, 1872–1911, fce, México D. F., 1989; Historia del protestantismo en América Latina, cupsa, México D. F., 1990; y su “El protestantismo en América Latina”, en Resistencia y esperanza. Historia del pueblo cristiano en América Latina y El Caribe, edit. E. Dussel, dei, San José, 1995, pp. 447–486.
25 De acuerdo con la bibliografía citada sobre Antonio Gramsci, éste llega a reconocer en la Reforma protestante un verdadero proceso de reforma intelectual y moral que benefició, económica, social y culturalmente a la Europa nórdica, a diferencia de la Europa meridional, en donde se encontraba su Italia católica.
26 Bastian, Los disidentes, pp. 261–263.
27 René Padilla, comp., De la marginación al compromiso: Los evangélicos y la política en América Latina, ftl, Buenos Aires, 1991, pp. 5–19.
28 En su obra Tongues of Fire. The Explosion of Protestantism in Latin America, Basil Blackwell, Londres, 1990, Martin comenta sobre la contribución del movimiento wesleyano a esa “ampliación de densidades morales” dentro la población, que al final tendría un impacto social en la nación británica.
Capítulo 2
La corrupción mata
Entre la historia y el rol del protestantismo en América Latina
Carlos Martínez García
Sí, la corrupción mata; deforma y destruye con distintos ritmos a personas, grupos y naciones. En América Latina tenemos un caudal de evidencias históricas, herencias estructurales y datos estadísticos que muestran nítidamente por todo nuestro continente los estragos sociales y económicos causados por prácticas corruptas, en distintos gobiernos de las más diversas orientaciones políticas.
La forma en que la actual Latinoamérica fue obligada a integrarse en el sistema económico del siglo xvi configuró una estructura socioeconómica que pervivió mucho más allá del régimen colonial impuesto por España y Portugal. Estas dos naciones, potencias militares en aquel entonces, dominaron enormes extensiones de territorios allende sus fronteras, pero no tenían el control sobre cómo se estaba conformando y globalizando la economía planetaria. En una obra clásica, Stanley J. y Barbara H. Stein sintetizaron bien la paradoja de los dos principales países de la Península Ibérica:
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