Cuando era fotógrafo. Felix Nadar
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Félix Nadar
Cuando era fotógrafo
Traducción del francés de Melina Balcázar
La fotografópolis de Nadar
por Eduardo Cadava
Traducción del inglés de Fabiola Ruiz
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Autorretrato, s.f.
Índice
La primera prueba de fotografía aerostática
Los primitivos de la fotografía
El nuevo presidente de la Sociedad Francesa de Fotografía
La fotografópolis de Nadar
Eduardo Cadava
el mismo mundo se ha dotado de un “rostro fotográfico”; puede ser fotografiado porque tiende a deshacerse en ese continuum espacial que se da en las instantáneas. […] El recuerdo de la muerte, que acompaña en los pensamientos a toda imagen de la memoria, quisieran los fotógrafos desterrarlo por medio de su acumulación. […] el mundo se ha convertido en presente fotografiable, mientras que el presente fotografiado queda cabalmente eternizado. Parece haber sido arrancado de la muerte; en realidad, se le ha entregado.
Siegfried Kracauer,
“La fotografía” (1927).[1]
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En un fragmento perteneciente al texto póstumo Sobre el concepto de historia —titulado “La imagen dialéctica”, en el que se cita un pasaje de André Monglond— Walter Benjamin escribe:
Si se quiere considerar la historia como un texto vale para ella lo que un autor reciente dice acerca de los textos literarios: el pasado ha consignado en ellos imágenes que se podrían comparar a las que son fijadas por una placa fotosensible. “Sólo el futuro tiene a su disposición reveladores lo bastante fuertes como para hacer que la imagen salga a relucir con todos sus detalles. Ciertas páginas de Marivaux o de Rousseau dejan ver un sentido secreto que los lectores de su época no pudieron descifrar completamente.” (Monglond). El método histórico es un método filológico cuyo motivo es el libro de la vida. “Leer lo que nunca fue escrito”, está en Hofmannsthal. El lector al que se refiere es el historiador verdadero.[2]
Si bien Monglond propone que la historia puede ser confrontada con el proceso mediante el cual se produce una fotografía para aprehender un recuerdo, Benjamin complica el símil al introducir una nueva serie de semejanzas en él. David Ferris apunta que, si incluimos la frase condicional de apertura —“Si se quiere considerar la historia como un texto”—, el fragmento realiza tres comparaciones:
La primera, hipotética, vuelve historia y texto equivalentes. La segunda equipara el texto con la placa fotográfica. La tercera, aceptando los términos de la primera comparación de carácter hipotético, ofrecería conocimiento sobre el tema inicial de esta secuencia: la historia. […] la lógica adoptada por estas comparaciones tiene la forma de un silogismo que puede expresarse de la siguiente manera: si la historia es comparable con un texto y el texto es comparable con una placa fotográfica, entonces la historia es comparable con la misma placa fotográfica.[3]
No obstante, lo propiamente histórico sólo se devela a una