Historia económica de la Argentina. Domingo Felipe Cavallo

Historia económica de la Argentina - Domingo Felipe Cavallo


Скачать книгу
la batalla de Caseros. Cuando los soldados de López Jordán asesinaron a Urquiza en su casa, el Palacio San José, Sarmiento decidió declararles la guerra, que duró hasta 1873 y que resultó tan costosa, en términos de vidas y dinero, como la guerra contra Paraguay.

      Con la ayuda de su ministro de Educación, Nicolás Avellaneda, creó 800 nuevas escuelas primarias y aumentó el número de niños que asistían a clases de 30.000 a 110.000. Para fomentar la formación de maestros creó las escuelas normales y trajo 61 maestros de Boston en los Estados Unidos, impresionado con el sistema de la escuela primaria de Massachusetts tras su primera visita a los Estados Unidos. También continuó expandiendo la educación secundaria en las provincias.

      Asimismo, creó varias escuelas agrícolas en el interior. En 1871 organizó la primera exposición de artes y frutos de la tierra en la ciudad de Córdoba. Esta exposición supuso la creación de la Academia de Ciencias y del Observatorio Astronómico de Córdoba. A iniciativa de Sarmiento, la Universidad de Córdoba creó la Escuela de Ingeniería, y la Cátedra de Mineralogía en el Colegio Nacional de San Juan y Catamarca, lo que unos años más tarde se convertiría en la Escuela de Ingeniería de San Juan.

      El transporte y las comunicaciones también registraron progresos impresionantes. Durante la presidencia de Sarmiento, los ferrocarriles pasaron de 573 kilómetros en 1868 a 1331 kilómetros en 1874, conectando ciudades tales como Villa María con Río Cuarto, Córdoba con Tucumán, Concordia en Entre Ríos con Mercedes en Corrientes y Buenos Aires con Campana. El gobierno construyó nuevos puertos en Zárate y San Pedro y extendió la red telegráfica a lo largo de 5000 kilómetros conectando todas las principales ciudades del país. Al final de su mandato, Sarmiento inauguró la primera conexión telegráfica con Europa. En 1873, creó el Banco Nacional.

      Cuando asumió en 1874, Avellaneda enfrentó una crisis económica y financiera al comienzo de su mandato y, tan pronto como la crisis comenzó a revertirse, aprobó una ley para promover la inmigración. El número de inmigrantes aumentó significativamente; la mayoría de ellos se establecieron en asentamientos agrícolas en las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba. Avellaneda completó el ferrocarril a Tucumán iniciado durante la presidencia de Sarmiento. También extendió los ferrocarriles al oeste y al sur dentro de la provincia de Buenos Aires y de Río Cuarto a Villa Mercedes en San Luis.

      En 1875, la Sociedad Rural Argentina, integrada por grandes terratenientes ganaderos, organizó la primera Exposición Rural de Buenos Aires, iniciando una tradición que continúa hasta nuestros días.

      Cuando murió Adolfo Alsina, ministro de Guerra, el presidente nombró en el cargo a Julio Argentino Roca. Avellaneda apoyó la estrategia militar de Roca para expulsar o subyugar a los mapuches, ranqueles y tehuelches que controlaban la parte sur de la provincia de Buenos Aires y la Patagonia. Esta campaña no difería mucho de la que había llevado Rosas en la década de 1830. Medio siglo después, los habitantes originarios todavía controlaban un amplio territorio que les permitía transportar el ganado robado de las estancias argentinas al sur de Chile. Durante la Campaña del Desierto se mató o encarceló a varios miles de nativos, expulsando a los que no fueron capturados al sur de los ríos Negro y Neuquén.

      Dinero y banca entre 1862 y 1880

      Después de la creación de la Nación Argentina, tanto el sistema monetario como el de intermediación financiera intentaron emular a los de Gran Bretaña y los Estados Unidos, un proceso lento y doloroso que no tendría éxito sino hasta el siglo siguiente.

      En 1862, un grupo de comerciantes locales y extranjeros fundó el Banco de Londres, un ente privado que jugaría un papel importante años más tarde. También surgieron en las provincias bancos públicos y pequeños bancos privados.

      Mitre tuvo que aceptar la nacionalización de las deudas tanto de la Confederación Argentina como del Estado de Buenos Aires. Había intentado crear una moneda y un banco nacionales, pero no pudo obtener la aprobación del Congreso debido a la oposición de Buenos Aires. Por lo tanto, decidió negociar las condiciones bajo las cuales el Banco de la Provincia de Buenos Aires conduciría la política monetaria de toda la nación. Finalmente, estableció una paridad de 20 a 1 entre el peso papel de los bancos y el peso fuerte.

      Reflejando los sistemas monetarios exitosos prevalecientes en otros países, Mitre y sus asesores económicos intentaron hacer convertibles en oro (peso fuerte) los billetes del Banco de la Provincia de Buenos Aires. Al comienzo, sin embargo, en lugar de fortalecerse en relación al peso fuerte, el peso papel perdió valor. En 1864, la conversión, que había comenzado en una relación de 20 a 1 en 1862, había caído a 29 a 1. Se aplicó una contracción monetaria que significó altas tasas de interés para crear deflación y finalmente lograr la estabilidad monetaria que prevaleció durante la presidencia de Sarmiento.

      Sin embargo, mientras la Argentina libraba la guerra contra Paraguay, se vio forzada a tomar 3,5 millones de pesos fuertes del Banco de la Provincia de Buenos Aires, lo cual desplazó el crédito al sector privado y, para suavizar la escasez monetaria, el gobierno argentino pidió a la Baring Brothers en 1865 que tramitara un préstamo del mercado de capitales londinense. Después de largas negociaciones, los fondos finalmente llegaron al Tesoro en 1868 y 1869.

      El tipo de cambio se estabilizó en 25 pesos papel por peso fuerte y, en la práctica, el país cumplió su objetivo de adoptar el patrón oro. Entre 1868 y 1874 las provincias y el gobierno nacional pudieron obtener nuevos préstamos de Londres. Entre 1871 y 1872, el Tesoro Nacional recibió un préstamo para obras públicas que debía financiar la construcción de un nuevo puerto en Buenos Aires, el puerto de Rosario y el creciente sistema ferroviario. Como los pagos para tales proyectos de infraestructura tomarían algún tiempo, el Tesoro Nacional depositó el préstamo en el Banco de la Provincia de Buenos Aires y el banco los utilizó para conceder préstamos al sector privado. Entre 1868 y 1873, una significativa expansión del crédito interno contribuyó al clima de prosperidad que caracterizó la presidencia de Sarmiento.

      La crisis de 1876

      En 1872, Sarmiento obtuvo aprobación en el Congreso para crear el Banco Nacional. Un año después, el gobierno transfirió al Banco Nacional todos los depósitos del Banco de la Provincia de Buenos Aires. Como las reservas de oro disminuían en ambas entidades, el gobierno autorizó al Banco de la Provincia de Buenos Aires a reemplazar sus reservas en oro con billetes respaldados por oro a fin de sostener la expansión de la oferta monetaria interna, pero tuvo el efecto contrario: alertó al sector privado que la convertibilidad estaba en riesgo. No sorprende, pues, que el sector privado empezara a exigir oro en lugar de peso papel y las reservas en oro se redujeran aún más.

      Cuando Avellaneda asumió, la situación era crítica y las dificultades que la Baring Brothers encontró en Londres para vender deuda argentina solo agravaron la situación. El Gráfico 4.1 muestra que la demanda de peso papel, representada por la base monetaria medida en pesos fuertes, aumentó rápidamente hasta 1871, pero comenzó a disminuir cuando el sector privado perdió la confianza en la convertibilidad, lo cual significó una retirada de oro de los bancos. La suba del rendimiento de los bonos domésticos, que habían estado disminuyendo hasta 1873, también refleja una pérdida de confianza. Para mayo de 1876, Avellaneda tuvo que suspender la convertibilidad del peso papel y, al mismo tiempo, adoptar políticas monetarias y fiscales muy restrictivas.

      El ajuste fiscal vino, principalmente, del aumento de los aranceles aduaneros. Algunos historiadores económicos han descrito las discusiones alrededor de esta decisión como una confrontación entre comerciantes librecambistas y proteccionistas. Pero ninguna de las partes estaba en contra del libre comercio, que se opusiera a la plena integración de Argentina al sistema mundial de comercio, sino que reconocían la necesidad del aumento de los derechos de importación para ajustar las cuentas fiscales.

      Gráfico 4.1. Primer experimento de convertibilidad.

      Fuente: Della Paolera y Taylor (2001).

      La


Скачать книгу