Historia económica de la Argentina. Domingo Felipe Cavallo

Historia económica de la Argentina - Domingo Felipe Cavallo


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de la ganadería intensiva en tierra, a la producción de lana y granos con uso intensivo de mano de obra.

      Tabla 3.2. Comparación del crecimiento de las exportaciones entre 1870-1913

      Fuente: propia basada en materia originalmente publicado en Maddison (2006).

      El paso de la producción y exportación de pieles, sebo y carne salada a la producción de lana se inició en la década de 1850. La producción de carne también pasó de baja a más alta calidad cuando la tecnología de refrigeración y transporte impulsó las exportaciones de carne congelada a los mercados europeos.

      La participación de la agricultura en el PBI aumentó del 4,4% entre 1876-1880 al 15,4% en 1911-1915. Al mismo tiempo, la producción ganadera disminuyó de 56,5% del PBI en 1876-1880 a 16,2% en 1911-1915. El esquema de producción rural consistía en la rotación de cultivos y pastoreo de animales. Los cultivos, principalmente trigo, maíz y lino, se expandían con el desarrollo del ferrocarril y la caída de los costos de transporte marítimo. Por ello, la ganadería con uso intensivo de tierras tendió a desplazarse a zonas marginales, a fin de disponer más tierras para rotar entre cultivos y pasturas.

      Después de la “Campaña del Desierto” en 1880, el país incorporó 45 millones de hectáreas al territorio. El área cultivada aumentó en 30 millones de hectáreas. Entre 1884 y 1913, hubo un aumento anual del 9% en las tierras cultivadas y un aumento en la producción del 10,5% anual, reflejado en un sólido crecimiento de la productividad del 1,5% anual.

      Tabla 3.3. Crecimiento del PBI total, agricultura y manufactura 1875-1914

      Fuente: propia, basada en material originalmente publicado en Cortés Conde (1994).

      Asimismo, el crecimiento de la manufactura estuvo por encima de la tasa de crecimiento del PBI y superior al crecimiento combinado de la economía agrícola y la ganadería. Roberto Cortés Conde ha estimado que la industria creció casi 5,9% al año entre 1870 y 1914, mientras que el PBI de la economía en su conjunto creció al 5,4% y la agricultura alrededor del 4,2%. En este período se desarrollaron nuevas industrias relacionadas con la agricultura. El censo industrial de 1914 muestra que en ese año los alimentos, las bebidas y el tabaco representaban el 53% de la producción total; los textiles y el cuero, el 21% y los artículos de madera, el 5%.

      Alrededor de 1870, los países líderes, en particular Gran Bretaña y los Estados Unidos, habían adoptado el patrón oro, que les dio estabilidad e impulsó un fructífero acople con los sistemas de comercio internacional y financiero. Los líderes intelectuales y políticos de la Argentina trataron obstinadamente de respaldar a la moneda argentina en oro a un tipo fijo, pero no pudieron mantenerlo debido a las periódicas crisis fiscales y monetarias que obligaron al país a suspender varias veces la convertibilidad. Después de cada crisis, sin embargo, reanudaban el compromiso del país con la convertibilidad. Al mismo tiempo, trabajaron para desarrollar un sistema bancario nacional y mercado de capitales locales, pero con menos éxito en esta empresa.

      En la década de 1850, el Estado de Buenos Aires, aún separado de la Confederación Argentina, llegó a un acuerdo con los banqueros de la ciudad de Londres para el pago de la deuda que habían incumplido en 1827. Esta normalización de las relaciones financieras con Londres alentó la entrada de capital durante 1870 y 1880. Luego, se redujeron drásticamente a principios de la década de 1890 (Gráfico 3.1), debido a la crisis de 1890; se reanudaron entre 1893 y 1898, y cayeron de nuevo entre 1899 y 1905, volviéndose particularmente fuertes desde 1906 hasta 1913, cuando el compromiso con el patrón oro ganó credibilidad.

      El ingreso de capitales permitió enormes inversiones en ferrocarriles, sistemas de telégrafos, puertos e infraestructura agrícola. Alrededor de 1913 el país tenía más de 33.000 kilómetros de ferrocarriles que conectaban la mayor parte del territorio. Buenos Aires tenía un nuevo puerto. Rosario iba camino a convertirse en un importante centro comercial y puerto para la producción agrícola. Otros puertos nuevos se instalaron en Santa Fe, Zárate y San Pedro. Y la provincia de Buenos Aires construyó una ciudad para su nueva capital: La Plata. Los millones de inmigrantes europeos atraídos por salarios más altos que en sus países de origen influyeron en gran medida en la expansión y desarrollo de la agricultura.

      Gráfico 3.1. Inversión y ahorro externo 1885-1913. (En porcentaje del PBI)

      Fuente: elaboración propia, sobre la base del material originalmente publicado en Taylor (1998).

      Tabla 3.4. Orígenes del crecimiento de la población por periodos de cinco años entre 1870 y 1914

      Fuente: propia, basada en material originalmente publicado en Recchini de Lattes y Lattes (1975).

      En efecto, el gobierno promovió la inmigración europea incluso antes de que la Confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires se reunieran. Durante el período de la Confederación Argentina, Mitre, Sarmiento y Avellaneda favorecieron la creación de asentamientos donde los campesinos inmigrantes se convirtieran en propietarios. Pero cuando Roca se convirtió en presidente, las políticas cambiaron. Se desaconsejó el asentamiento con propiedad de la tierra y los inmigrantes se convirtieron en arrendatarios o aparceros de los grandes terratenientes, en especial en las áreas ocupadas después de la extensión de la frontera.

      Entre 1870 y 1914, la migración neta representó el 49% del crecimiento de la población, que escaló a 70% en 1885-1889; solo resultó levemente negativo durante la Primera Guerra Mundial (Tabla 3.4). Los censos de 1869, 1895 y 1914 muestran la importancia de los inmigrantes como porcentaje de la población total, en particular, aquellos procedentes de Italia y España.

      Tabla 3.5. Participación de los inmigrantes en los censos de población

      Fuente: propia, basada en material originalmente publicado en Recchini de Lattes y Lattes (1975).

      Además, la educación jugó un rol crucial para integrar y educar a los inmigrantes. Desde la época de Sarmiento, pero sobre todo durante los gobiernos de Avellaneda y Roca, la creación de escuelas primarias, secundarias y de capacitación para maestros permitió que la mayoría de los hijos de inmigrantes y muchos adultos analfabetos recibieran educación, que derivó en una integración efectiva a la sociedad argentina.

      Capítulo 4

      División, reunificación y “presidencias históricas”

      El diferente delineamiento de los intelectuales y políticos que se habían opuesto a Rosas desde el exilio y habían aplaudido la campaña de Urquiza no se debió únicamente a la tradicional aspiración de Buenos Aires por liderar la Argentina, sino también en la percepción de algunos liberales de que en la Confederación aún persistían restos del característico conservadurismo de los caudillos provinciales. En su libro Facundo, Sarmiento había llamado “bárbaros” a esos caudillos, en contraste con los intelectuales y políticos liberales a quienes él calificaba como “civilizados”.

      En términos de política exterior, Urquiza logró el reconocimiento de España a la independencia de la Argentina, otorgó a Gran Bretaña el derecho de navegar los ríos argentinos y restableció relaciones diplomáticas con la Santa Sede. Las discusiones sobre el derecho a navegar los ríos dominaron las relaciones con el Brasil y Paraguay. Urquiza pudo establecer buenas relaciones con Paraguay mediando entre su gobierno y los Estados Unidos en un conflicto que se intensificó en 1859 cuando una flota norteamericana con 2400 hombres apareció en


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