¡Ganar!. Brad Gilbert

¡Ganar! - Brad Gilbert


Скачать книгу
requiere disciplina, compromiso y esfuerzo. Menciono esto porque la mayoría de los jugadores se queman las pestañas para mejorar un golpe determinado. Toman clases, intentan con la máquina de pelotas, van al frontón y practican bajo el sol y el calor. Sangre, sudor y lágrimas, todo el paquete. Después de haber mejorado el golpe que trataban de perfeccionar no gastan ni un minuto en descubrir cómo usarlo con el máximo efecto durante un partido. Son trabajadores, pero con el cerebro muerto.

      Más adelante en este libro describiré las oportunidades que debes tener en cuenta, las opciones que tienes y cómo capitalizarlas desde la previa hasta después del partido. Cómo prepararte mental y físicamente para la batalla en el court. Cómo jugar ante diferentes estilos. Cómo reconocer las dinámicas que importan durante un partido. Cómo manejar la presión y los juegos mentales. Y más.

      Son los aspectos básicos de lo que aprendí desde que empecé en el tenis juvenil hasta alcanzar el top cinco del ranking mundial, y una cuenta bancaria que nunca soñé posible. Y tú puedes aplicarlos a tu juego. Algunas ideas son obvias, otras no tanto. Algunas son aplicables a tu juego y otras no. Pero todas están dirigidas al aspecto más ignorado del tenis: la parte mental. Empecemos por antes del principio.

      I La ventaja temprana

       El partido empieza antes de que empiece

      “No me parece gran cosa Brad Gilbert”.

      John McEnroe

      1 Preparación mental:

       la ventaja previa al partido

      Cuando me convertí en profesional: joven e inocente

      Una de las primeras lecciones que aprendí cuando me convertí en profesional, en 1982, fue cuánta ventaja se podía conseguir antes de que un partido siquiera empiece. Se me hizo obvio que para los mejores jugadores del mundo el partido empezaba mucho antes del primer saque. Ya llegaban listos para jugar y querían agarrarme del cuello lo antes posible.

      Como miembro de los equipos de tenis de Foothill Junior College y Pepperdine, me gustaba llegar y jugar. Entraba en sintonía mental y física durante el primer set. Muchas veces me salía bien porque mi rival hacía lo mismo. ¿O acaso no te tomas tus partidos de la misma manera?

      Pero en el circuito profesional, no resultó buena idea. Un comienzo lento no funcionaba ante McEnroe, Lendl o Connors y algunos de los veteranos. En esos partidos, para el momento en que me sentía consolidado, el juego estaba por terminar. Cierta vez perdí los primeros dieciséis puntos de un partido. Se fue tan rápido que ni siquiera necesité una ducha después. Fue brutal. Aprendí de la manera más difícil.

      Los mejores jugadores ya venían con la expectativa de almorzarme y estaban esperando el primer bocado desde el momento en que se enteraron de que yo estaba en el menú. ¿El plato principal? Un Gilbert glaseado.

      Estar un par de quiebres abajo, sin ritmo, plan ni continuidad me ponía en una desventaja demasiado grande. Los jugadores más inteligentes me aplastaban con regularidad. Sabían algo que yo no sabía.

      Empieza tu partido antes de que empiece

      Lo que descubrí observando, escuchando y perdiendo fue muy simple. Los tipos que se llevaban el dinero se concentraban en su objetivo (yo, por ejemplo) incluso antes de que estuviese a la vista. Los más inteligentes revisaban de manera consciente e inconsciente la información sobre el rival que tendrían enfrente desde el momento en que sabían quién les tocaba. Los más sagaces querían buscar y sacar ventaja lo antes posible y de cualquier manera posible. Para ellos, una de las grandes oportunidades era la buena preparación mental. Y eso significaba preparación mental temprana.

      ¿Cuándo comienza el precalentamiento?

      Te voy a decir cuándo no comienza un precalentamiento. No comienza cuando llegas a la cancha. Tal vez para tu rival, pero no debería ser así para ti. Un jugador inteligente empieza a preparar el partido en su camino hacia la cancha, o incluso antes. El precalentamiento debería seguir en el vestuario y después en el court.

      El calentamiento comienza en el cerebro. La mente suele ser la última parte tuya que se activa (si llega a activarse). Los jugadores elongan de manera incorrecta por un minuto, pegan un par de drives, tres saques y dicen “Empecemos”. Apenas si calientan el cuerpo, pero eso es mucha más atención de la que dedican a la preparación mental. Desperdiciar la mente es terrible y los tenistas lo hacen todo el tiempo.

      Fórmate el hábito de evaluar a tu rival y pensar en el partido antes de llegar a la cancha. Si vas en auto al partido, ese es el lugar donde comienza el precalentamiento. Si vas a pie, la vereda es el lugar. No importa dónde, el precalentamiento empieza en el camino hacia el partido.

      En mi caso puede empezar incluso antes. La noche previa al partido me quedo en la habitación del hotel pensando en la competencia del día siguiente. Juego puntos en mi cabeza. Me veo pegando los golpes y ganando puntos. Visualizo puntos que jugamos en el pasado. Me veo probando tiros específicos contra ese jugador. Es como ver un video con segmentos del partido. A la mañana siguiente continúo el proceso.

      Ese pequeño precalentamiento de cinco minutos que ven antes de un partido del circuito profesional quizá sea engañoso. Pareciera que salimos a la cancha con ese bolso enorme sobre los hombros, peloteamos un par de minutos y arrancamos el partido. Para muchos de nosotros, el proceso estuvo en marcha durante todo ese día, pegando, elongando, soltándonos, en una sesión de masajes y, sobre todo, en el repaso mental.

      La lista de tareas mentales previas al partido

      Más allá de haber perdido o ganado ante mi rival en un enfrentamiento previo, quiero pensar en las razones. ¿Cómo le gané? ¿Qué hace con su selección de tiros y su patrón de juego? ¿Ataca? ¿O es un pasador? ¿Tiene un buen saque? ¿Cómo son sus devoluciones? ¿Cometí errores el último partido? ¿Qué clase de errores y por qué? ¿Cuáles son sus mejores tiros? ¿Y los peores? ¿Me forzó a hacer algo que me molestaba? ¿Empieza con todo y después se pone cauteloso en los momentos de presión? ¿Fue un partido ajustado? ¿Los puntos fueron cortos o largos? Repaso todo lo que concierne al juego de mi rival (así como todo lo relativo a los golpes y las tendencias de tiros).

      También es importante considerar la personalidad del juego que produce tu rival. ¿Qué hace para afectar la atmósfera, el clima o el ritmo del partido? ¿Es lento entre punto y punto? ¿Suele demostrar sus emociones? ¿Protesta los piques? ¿Es bueno cuando está ganando y no tanto cuando pierde? ¿Te da una pequeña charla en los cambios de lado para sacarte del partido como McEnroe intentó hacerlo conmigo? ¿Llega siempre diez minutos tarde al partido? ¿Apresura el precalentamiento para jugar lo antes posible?

      Prepárate mentalmente para los “ingredientes” que algunos jugadores traen al partido. A mí me gustaba estar atento al juego veloz de Andre Agassi o al ritmo metódico y deliberado de Ivan Lendl. Quería estar listo para los estallidos temperamentales de Connors y McEnroe o para las caras de piedra de Michael Chang o Jim Courier. Hacía una gran diferencia, porque controlaba mejor mi propio plan de juego, mi ritmo y mi compostura si sabía lo que podía pasar del otro lado de la red. Confía en lo que te digo, puede hacer una gran diferencia, como verás más adelante.

      El plan de juego

      Este proceso de análisis me llevaba a otro proceso de importancia similar, el de planear mi estrategia:

      1 ¿Qué quiero que ocurra en el partido?

      2 ¿Qué quiero evitar que ocurra?

      Al evaluar a mi oponente, empezaba a solidificar mi propio abordaje del partido. Mientras repasaba su estilo de juego y sus golpes, preparaba mi plan básico de juego. Si la última vez había aniquilado mi revés, pensaba cómo evitar que pasara lo mismo. Si su saque era débil, tomaba nota mental y le daba vueltas a cómo sacarle ventaja. Planeaba un abordaje específico


Скачать книгу