El amor es vacío. Luis Darío Salamone

El amor es vacío - Luis Darío Salamone


Скачать книгу
de hacerse un regalo.

      Indart tenía una versión mejorada, situaba su historia antes del día del aniversario. Así acentuaba la diferenta entre los sexos. La mujer esperando que el hombre recuerde esa fecha y el hombre, que si no se la recuerdan, se encuentra en un serio problema. Las mujeres más inteligentes le avisan al marido una semana antes que va a ser el aniversario, como lo hace mi esposa. Las más histéricas se quedarían calladas para quejarse después de que el hombre se ha olvidado, así mantienen su goce de la privación.

      Pero volamos a nuestra pareja; para evitar estos inconvenientes O’ Henry situó su historia en vísperas de Navidad, fecha de la que nadie se olvidaría. Delia y Jim atesoraban dos cosas de valor: él un objeto, un reloj de oro heredado su padre que colgaba de una vieja tira de cuero; ella, algo que formaba parte de su cuerpo: una cabellera que relucía fálicamente. Pero estaba dispuesta a perderla por él; de hecho se la hizo cortar para venderla y así buscar el regalo perfecto para él: una cadena de platino digna para el reloj de su amado. Entusiasmada llega a su casa con el cuidado de enrular lo que le quedaba de pelo. “Si Jim no me mata me dirá que me parezco a una corista”, pensó.

      Él llegó del frío, con su sobretodo raído y sin guantes, y al entrar la vio a ella sin su cabellera. O’ Henry describe lo que él no sentía haciendo una lectura de su expresión: no había ira, ni sorpresa, ni desaprobación, ni horror, cosas que ella hubiera podido imaginar. Lo abraza, sin saber qué siente él y lo tranquiliza, no hubiera podido dejar pasar la navidad sin hacerle un regalo y el pelo ya crecerá. Él le pregunta, estúpidamente, como corresponde a un hombre que recibe semejante sorpresa: “¿Te cortaste el pelo?”. Ella le confirma la sospecha: lo cortó para venderlo. Él persiste en su estupidez, mira para todos lados y le pregunta “¿Tu cabello se ha ido?”. Ella le insiste que no lo busque, que es cosa del pasado. Cuando logra salir del aturdimiento, Jim saca un paquete de su sobretodo maltrecho y arrojándolo sobre la mesa procura explicar su estado de estupidez transitoria, no tiene que ver con que a él no le guste el nuevo peinado de Delia. Al abrir el paquete ella tiene un pequeño ataque histérico, porque el regalo de Jim eran unas hermosas peinetas de carey que ella no se había cansado de admirar en la vidriera de un negocio. Eran caras y no tenía perspectivas de tenerlas por más que las había deseado intensamente; sin embargo, eran suyas pero ya no había cabello en el que lucirlas. Lanza otro gritito histérico cuando recuerda el regalo que ella le compró a Jim, le entrega la cadena y le pide el reloj para que la pueda lucir. Jim, de nuevo sonriendo estúpidamente, le pide que dejen de lado los regalos. Imaginarán el cierre. Él vendió el reloj para comparar las peinetas

      Uno sacrificó lo más importante que tenía para el otro. O’ Henry concluye que, de todos los amantes, los que son como ellos haciéndose regalos, son los más sabios. Pero ¿por qué afirmar esto? En esta historia se juega el espejismo narcisista de procurar completar al Otro, pero cuando ese intento choca contra su imposibilidad misma, mostrando el fracaso de la cara imaginaria del amor, hay algo de la falta, de la imposibilidad de completar al Otro, que logra transmitirse. Ahí ya no estamos en lo imaginario que procura poner un velo, en esa dimensión engañosa del amor. Esta es la metamorfosis que el psicoanálisis obra en el campo del amor. Hacer del dar lo que no se tiene algo que posibilite la transmisión de su imposibilidad.

      Si el amor de Delia y Jim se hubiera sostenido sólo en el campo de lo imaginario la historia hubiera terminado mal. Ella le hubiera gritado “Estúpido, cómo pudiste vender ese reloj, vago, andá a trabajar”; él le hubiera dicho muy agresivamente “Loca, cómo pudiste cortarte el pelo, si era lo único lindo que tenías, por qué no vendiste a tu madre”… y hubieran entrado en el callejón sin salida de lo imaginario. Por mucho menos que esto así terminan enredándose muchas parejas. No es así en la historia, ni en diferentes recreaciones fílmicas que he tenido oportunidad de ver, una versión francesa, otra argentina. Hacia el final del intento fallido luego de la estupidez masculina, de los llantos histéricos de la mujer, hay cierta dicha, cierto alivio incluso, algo se verificó a nivel del amor. Un análisis opera en el campo del amor en esta dirección. Lleva a los sujetos a saber que lo que los une no pasa por completar al Otro, sino más bien por trasmitir la falta que le da lugar al deseo de estar juntos.

      En este ejemplo los protagonistas parten del intento de completar al otro, pero chocan con la imposibilidad, y el amor continúa, no entran en una tensión agresiva, no se insultan. Es difícil explicar el gesto del muchacho. Ella reacciona un poco más histéricamente, pero se aman, más allá de que uno quiera darle lo mejor de él al otro, y el amor continúa, podríamos decir, fortalecido a partir de lograr transmitir esa imposibilidad de completar al otro.

      Bibliografía

      Aristóteles. Categorías, Colihue, Buenos Aires, 1990. Borges, J. L., Cuentos Memorables, Buenos Aires, 1999.

      Descartes, R., Tratado de las pasiones del alma, Obras Maestras del Milenio, España, Planeta De Agostini, 1995.

      Freud, S., “Introducción al narcisismo”, Obras Completas, Vol. XIV, Amorrotu, Buenos Aires, 1996.

      Indart, J. Problemas sobre el amor y el deseo del analista, Buenos Aires, Manantial., 1992.

      Lacan, J. El seminario, libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales del Psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, 1987.

      —Seminario 6 “El deseo y su interpretación”, inédito.

      —El seminario, libro 20, Aun, Paidós, Buenos Aires, 1990.

      Miller, J.-A. Lógicas de la vida amorosa, Manantial, Buenos Aires, 1991. Nietzche, F. Más allá del bien y del mal, Alianza, Madrid, 1993.

      Sábato, E., (selección) Viajes a los mundos imaginarios 2, Legasa, Buenos Aires, 1986.

      1- Lacan, J., El seminario, libro 20, Aun, Paidós, Buenos Aires, 1990, pág.101.

      2- Lacan, J. Seminario 6 “El deseo y su interpretación”, inédito.

      3- Aristóteles. Categorías, Colihue, Buenos Aires, 1990.

      4- Nietzche, F. Más allá del bien y del mal, Alianza, Madrid, 1993.

      5- Descartes, R., Tratado de las pasiones del alma, Obras Maestras del Milenio, España, Planeta De Agostini, 1995.

      6- Miller, J.-A. Lógicas de la vida amorosa, Manantial, Buenos Aires, 1991.

      7- Freud, S., “Introducción al narcisismo”, Obras Completas, Vol. XIV, Amorrotu, Buenos Aires, 1996.

      8- Lacan, J. El seminario, libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales del Psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, 1987.

      9- Lacan, J., El seminario, libro 20, Aun, op. cit, pág. 83.

      10- Indart, J. Problemas sobre el amor y el deseo del analista, Buenos Aires, Manantial., 1992.

      11- Borges, J. L., Cuentos memorables, Buenos Aires, 1999.

      12- Sábato, E. (selección), Viajes a los mundos imaginarios 2, Legasa, Buenos Aires, 1986.

      «La vida es tumba de ensueños...

      Yo vivo muerto desde hace mucho,

      no siento ni escucho ni a mi corazón.»


Скачать книгу