Bion y Lacan más allá de Freud. Carlos Amaral Dias

Bion y Lacan más allá de Freud - Carlos Amaral Dias


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simbólica) y de significado (s), cuya representación como fracción algebraica se inspira parcialmente en el pensamiento filosófico y matemático de G. Frege. La lógica y los principios operativos de la antropología estructural, del contemporáneo C. Lévi-Strauss, contribuirán también a perfeccionar el eje diacrónico en la teoría de la cadena de significantes.

      En la década de 1950 se aproxima a la fenomenología ontológica (M. Heidegger) y busca en las matemáticas modernas (teoría de los conjuntos, teoría de los nudos matemáticos y topología) el rigor y la consistencia para las tesis que va elaborando y difundiendo entre alumnos y seguidores en los Seminarios, que con un discurso rico y denso en referencias filosóficas y literarias dicta durante más de veinte años. Muy en particular estudia la Banda de Moebius, por tratarse de una superficie unilateral replegable sobre sí misma en corte sagital y cuya plasticidad permite representar gráficamente la tenue línea que une al separar y separa al unir el inconsciente con la conciencia.

      La topología tricíclica (tri-anular) del Nudo Borromeo se inspira, por su parte, en el diseño producido en el emblema heráldico de la familia Borromeu. Este nudo se caracteriza por entrelazar tres aros redondos, de manera tal que si un solo aro fuera cortado, los otros dos se desatarían automáticamente. Sobre este principio, Lacan usa el nudo borromeo (lo Real, lo Simbólico y lo Imaginario) como configuración estructurante del Sujeto hablante y de deseo con todas las instancias psíquicas que se le vinculan, comenzando por la a minúscula, objeto del deseo. El nudo borromeo asegura así, en una estructura integral, la articulación del conjunto temático lacaniano, ya que permite la representación geométrica y figurativa de la dinámica de las conexiones y desconexiones de los tres ciclos (instancias Imaginaria, Real y Simbólica) cuya configuración determina, a cada momento, el estado del funcionamiento mental del sujeto psíquico y la calidad de su relación con la realidad (Lacan, Seminario sobre el “Síntoma”, Libro XXIII, 2005 1975-76]). Por cierto, la elección de una figura no constituye automáticamente una prueba de veracidad sino más bien una auténtica ilustración de verdad apodíctica.

      Ahora bien, la verdad, o más precisamente la búsqueda de la verdad psíquica, es el vector que une a Freud y a Lacan con Wilfred Ruprecht Bion, otro pensador genial y científico original, constructor de una teoría del pensamiento, o metateoría del pensamiento, según J. Grotstein, para la psicología del inconsciente.

      Aun cuando fueron contemporáneos, Bion y Lacan nunca se cruzaron a lo largo de sus vidas ni confrontaron su pensamiento teórico-clínico; difieren tanto en trayectoria personal y entorno cultural como en su bagaje filosófico. Sin embargo, además de una enorme curiosidad intelectual y una formación humanística rigurosa sumadas a la educación médica (Lacan en filosofía y literatura, Bion en historia y filosofía), y del interés epistemológico por los conceptos desarrollados en los textos metapsicológicos de Freud y la valorización del rigor matemático, ambos pensadores comparten la teoría de conjuntos, aunque Lacan profundiza más en la geometría topológica y Bion lo hace en álgebra y geometría algebraica.

      Por cierto, si bien la búsqueda de la verdad es un aspecto filosófico común a Bion y Lacan, mientras éste busca en la hermenéutica inconsciente el enunciado (falso) del sujeto de palabra, aquél busca por vía del análisis sistemático la veracidad científica de la función psicoanalítica de la personalidad, en una pragmática inspirada, entre otros filósofos y matemáticos, por F. Bacon, J. Stuart Mill, D. Hume, H. Poincaré o A. Whitehead, y que encuentra representación gráfica en la Tabla de los elementos y funciones psíquicas. Esta Tabla, que por su forma evoca a la tabla periódica de los elementos químicos de D. Mendeleiev pero por su contenido se asemeja a las tablas de presencia-ausencia en la gnoseología de F. Bacon, es una pieza central para la comprensión de la teoría de las transformaciones.

      La Tabla propone la representación abstracta de colaboración inconsciente entre analista (Ta) y paciente (Tp) en el proceso de decodificación del significado oculto (llamado O) de una experiencia emocional significativa, por el proceso de realización-observación (llamado Tα), operado por el analista en la interpretación (llamado Tβ) que transforma la realidad psíquica del paciente, aproximándola a O, es decir, al significado verdadero de la experiencia emocional traída a sesión (Bion, Transformaciones, 1965).

      En el camino de búsqueda de la verdad psíquica, el símbolo O podrá entonces representar filosóficamente o bien el objetivo absoluto, si no el último, del enigma “ontológico” subjetivista de G. Berkeley (siglo XVII-XVIII), o bien el “cero de la experiencia” de una realidad última incognoscible, inspirada, esta última, en el concepto kantiano de “cosa-en-sí”.

      La arquitectura geométrica de la Tabla de elementos y de funciones psíquicas recurre, entonces, a la notación por números (numeración arábiga de 1 a 6) en columna (ordenadas) indicando, cada uno de ellos, una función psíquica particular (por ejemplo, 3 para notación, 4 para atención, 6 para acción) y a la notación por letras (A a H) en líneas (abscisas) que, respetando la lógica evolucionista (inspirada en la teoría filogenética de Darwin que Freud admiraba y retomó en la geometría de la segunda tópica, también llamada estructural o psicológica) indican, cada una de ellas, un elemento psíquico particular (por ejemplo, A para elementos β, B para elementos α, C para sueños y mitos, D para preconcepción, H para cálculo algebraico).

      Esta Tabla, que en la perspectiva de la teoría del pensamiento de Bion se organiza en un eje horizontal para los diferentes usos del pensamiento y en un eje vertical que da cuenta de la génesis de los pensamientos, comienza a ser esbozada a inicios de 1960 y es una referencia crucial tanto para la investigación del proceso terapéutico como para el desarrollo de modelos teóricos e instrumentos de trabajo clínico más relevantes que Bion desarrolló a lo largo de su obra (transformación de la experiencia emocional, continente-contenido, función α, barrera de contacto, rêverie, teorías de los vínculos L-H-K y F, visión binocular).

      Todo este desarrollo teórico es la realización de una extraordinaria capacidad conceptual (cogitativa) que sintetiza extraordinariamente la lectura creativa de los textos de Freud y la interpretación expansiva de las geniales contribuciones de Melanie Klein a la metapsicología, tales como los conceptos de objeto interno y de alternancia de las posiciones esquizoparanoide (SP) y depresiva (D), o la teoría de la identificación proyectiva (M. Klein, 1946).

      Más allá de los artículos seminales (como Differentiation of the psychotic from the non-psychotic personalities de 1957, Attacks on linking de 1959) y de la pléyade de libros que corresponde al desarrollo de la riquísima conceptualización teórico-clínica (Learning from experience de 1962, Elements of psychoanalysis de 1963, Transformations de 1965, Second thoughts de 1967 y Attention and interpretation de 1970) y de actas publicadas de conferencias y seminarios de supervisión (Brasil, Argentina, Estados Unidos, Italia), merecen una distinción particular otros dos libros, uno pre-psicoanalítico (Experiences in groups de 1961) y otro pos-psicoanalítico (A memoir of the future de 1975-1977).

      El primero proviene de la reflexión de la experiencia personal de las dramáticas situaciones de guerra en que estuvo involucrado (como joven oficial Comandante de Blindados en la Primera Guerra Mundial) y también de la experiencia profesional como médico psiquiatra en la observación de las dinámicas grupales de militares-pacientes que padecían de traumas en el “escenario” en la Segunda Guerra Mundial, y aun en el contacto teórico y práctico de análisis de grupos (en particular con S. Foulkes). A partir de la síntesis teórica reflexiva de estas experiencias y de la lectura crítica del Proyecto para una psicología científica y Más allá del principio del placer de Freud, Bion desarrolla la tesis neuro-psico-social sobre el sistema protomental (del que derivará la conceptualización de los elementos β como elementos sensorio-motores formalmente impensables).

      La tesis del sistema protomental pudo haber sido inspirada, por una parte, en la teoría antropológica acerca del carácter gregario fundamental del ser humano y, por otra parte, en el concepto cartesiano de ideas innatas, basándose en el principio de que el pensamiento grupal es una extensión del pensamiento individual. A partir de este principio teoriza la simultaneidad de dos vértices en la mentalidad del grupo, la mente de trabajo (racional y cooperativa)


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