Bion y Lacan más allá de Freud. Carlos Amaral Dias

Bion y Lacan más allá de Freud - Carlos Amaral Dias


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y dependencia.

      Más allá del interés de estas reflexiones sobre el trabajo psicoterapéutico con grupos, nos interesa destacar la intuición teórica que lo llevó a la tesis de la simultaneidad de los procesos primarios y secundarios, que revolucionó la formulación de Freud (también de Klein) según la cual los procesos primarios precederían siempre a los procesos secundarios en el psiquismo humano (Cf. entre otros, J. & N. Symington, 1996, P. C. Sandler, 2005, J. Grotstein, 2007).

      Finalmente Memoria del futuro es una obra de síntesis teórico-existencial que une un conjunto de relatos-textos reflexivos en una escritura dialógica y un estilo narrativo dramatúrgico. Se trata, más precisamente, de una reflexión sobre el psicoanálisis que tiene un carácter, simultáneamente, místico y metapsicoanalítico.

      Con la lectura creativa de su legado y cada uno a su manera, Bion y Lacan han contribuido a establecer un método de suficiente consistencia para que el psicoanálisis, ya sea como ciencia o como área de conocimiento, se eleve a pesar de las contradicciones internas que podrían ceder a la tentación de grandeza, más que de mística, de instituirlo como grado último de sabiduría o como realización total (filosófica, científica u otra).

      Ambos autores se dedicaron a la tarea de pensar el sujeto más allá del cognoscente, no solo el sujeto existente, el ser-en-el-mundo (Heidegger), sino también y sobre todo el sujeto psíquico, sujeto de palabra para Lacan, sujeto capaz de albergar una función psicoanalítica de la personalidad para Bion.

      Ambos autores lograron incluso pensar más allá del psicoanálisis, examinaron críticamente el intento de formulación de los conceptos más importantes de la epistemología freudiana (como las innovaciones producidas por la metapsicología kleiniana en el caso de Bion) y produjeron innovaciones revolucionarias en la teoría y en la praxis psicoanalíticas.

      En efecto, aun cuando el nudo del encuentro de ambos se afirma en los entrelazados del descubrimiento freudiano del inconsciente, en el consecuente tratamiento de las afecciones psíquicas más invalidantes y en la clarificación sobre la constitución individual de los vínculos sociales, cada uno procedió, en su propio recorrido, a la reformulación creativa de la hermenéutica (Lacan) y de la heurística (Bion) originarias.

      Por eso concebimos este libro como el encuentro de una pléyade de psicoanalistas interesados en pensar el psicoanálisis; pensarlo simultáneamente desde adentro y más allá de las balizas teórico-clínicas, ya sea de la cura-tipo o del proceso psicoanalítico.

      Por supuesto que esta exigente tarea se torna más fácil a partir de un juego de “crucigramas” en que las ideas y signos descubiertos o redescubiertos, pensados y repensados por Bion y Lacan, con Freud de fondo, serán puestos en evidencia de forma dialógica, libre y creativa.

      De ahí la sugerencia a la idea de psicoanálisis en transformación por un lado, para homenajear la riquísima herencia que Wilfred Bion y Jacques-Marie Lacan nos legaron, y que nos enseña a interrogarnos permanentemente sobre lo que es, el cómo es, el porqué y el para qué del psicoanálisis; lo que Freud, en tanto su descubridor, no hubiera podido hacer, sino más bien invitar discretamente a sus seguidores a hacerlo... lo que finalmente hicieron, cada uno a su modo, Lacan y Bion.

      Por otra parte, es el leitmotiv más estimulante en este juego de crucigramas que los psicoanalistas y estudiosos del psicoanálisis Carlos Amaral Dias, Carlos Barredo, Carlos Farate, Laura Ward da Rosa, Leonardo Francischelli, Luis Carlos Uchoa Junqueira Filho, Manuel dos Santos Jorge y Ricardo Spector hayan decidido emprender este cruce alrededor de las ideas que Bion y Lacan nos transmitieron para pensar el psicoanálisis más allá del psicoanálisis..., ¡siempre!

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       Fundamentos epistemológicos en la obra de Bion

      Carlos Amaral Dias

      Me gustaría, en primer lugar, recordar a Pedro Luzes cuando en 1968 escribió que fue Bion, después de Freud, el analista que más se preocupó por los procesos de pensamiento y quizás el más fructífero al estudiar los esquemas psicoanalíticos más profundos. También fue, para seguir parafraseando a Luzes, el investigador del psicoanálisis que asumió dentro de la disciplina psicoanalítica una posición semejante a la que los físicos Heisenberg y Planck tuvieron en la Física y el mundo de la ciencia.

      Según Luzes (1968, cit. en Amaral Dias & Luzes, 2006, p. 1361) “preveo que con la vuelta a la obra de Bion, como pasó en su momento con la vuelta a la de Freud o a la de Melanie Klein, el debate quedará abierto durante muchos años [...]. Las posibilidades de encarar una gama más abierta de posibilidades interpretativas se darían si abandonáramos cierto ‘realismo psicoanalítico’”.

      Pasados ya casi cincuenta años del trabajo de Luzes, se estableció como punto de partida que el campo psicoanalítico se enriqueció y se alteró de una forma exponencial después de Bion. Intentaremos elaborar estos desarrollos en las siguientes líneas, aunque no lo haremos de forma académica sino como reorganización de las teorías bionianas centrales para comprender lo que iremos a explicar.

      Comenzaré por describir la función continente (♀) y su relación con el contenido (♂), aunque más no sea por haber dedicado a esta hipótesis de trabajo la mayor parte de un largo artículo publicado en la Revista Francesa de Psicoanálisis en 1994. Lo que me interesó fue la interacción (♀/♂) y su relectura tal como fue propuesta por Bion en el libro Atención e interpretación (1970). En esta obra, Bion nos propone una escucha sin memoria, deseo ni comprensión, o sea, desprovista de realismo en el sentido ingenuo que posee el término.

      Epistemológicamente, la propuesta implica renunciar al método científico como forma de conocer la realidad; en este caso la realidad de la mente del analizando. El lector se preguntará: ¿qué pasaría con la epistemología si prescindiéramos del discurso científico? Pregunta que da en el punto más frágil y, al mismo tiempo, más valioso de la obra de Bion, es decir, la dimensión mística subyacente. Alrededor de esta dimensión hubo siempre un mal-entendido, aunque nuestra disciplina, el psicoanálisis, nunca fue construido sobre los bien-entendidos. Basta con leer a Freud para comprenderlo. La dimensión mística es, en sí misma, un mal-entendido. ¿Iría Bion a proponer pura y simplemente una fórmula que negase la regionalidad próxima al pensamiento científico? No. Iba a proponer una forma de escucha que en su génesis se puede inscribir en una discontinuidad esencial.

      De hecho, “sin memoria, deseo o comprensión” no puede ser la base de un pensamiento regional, como pasa con toda la démarche científica, sino que se inscribe en un intento de comprensión de la totalidad de la mente del analizando. Es decir, percibimos la inserción de la fórmula de Bion no en las epistemologías de su tiempo sino en la mística. Se vuelve imposible no pensar en la propuesta de San Juan de la Cruz en su libro Subida al Monte Carmelo, ya que lo que nos queda es un acto de fe para permitir la ascensión a O (origen) en el interior del proceso psicoanalítico, es decir, aquello que en San Juan de la Cruz aparece como propuesta subyacente al conocimiento (hacer noche oscura para los sentidos). Las cualidades que derivan de dicha noche parecen eclipsar la conciencia, aunque se limitan a crear sólo de manera paradojal una conciencia máxima del otro. La cantidad objetal y la cantidad digna de respuesta del objeto no se engendran en la fórmula “relación de objeto” pero sí en la comunión, creando el sub-objeto. Esta forma de proceder del analista tendrá consecuencias tanto en la construcción del objeto psicoanalítico como en los sujetos involucrados en el campo psicoanalítico.

      Es que, proponer una no actitud donde supuestamente deberíamos hablar de la actitud implica, como en la mística, una disciplina mental necesaria. Esta disciplina debería implicar el abandono de fórmulas infelizmente presentes en la mente del analista, del tipo “el próximo paciente es una mujer deprimida” o “faltan apenas ocho días para salir de vacaciones”. ¿Cuál sería aquí la memoria del analista y la manera como en él influenciaría la escucha? Por ejemplo, a partir de escuchar la fecha fijada para las vacaciones seguramente transforma a nuestros pacientes en perseguidores que no nos dejan gozar de las vacaciones sino de aquí a algún tiempo. ¿Y qué decir de la paciente deprimida que, acostada en el diván,


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