Religión y juventud. Luis Bahamondes
da cuenta una intensificación de aquella tendencia que ya Parker enunciaba en la década de los años 90:
Podemos afirmar que nuestros jóvenes están siguiendo una tendencia general en cuanto a la influencia cultural dominante provocada por la globalización en la religiosidad (…). En general tienen adhesiones religiosas, aun cuando la tendencia va en sentido de una diversificación de opciones religiosas y de una adhesión cada vez más alejada de las instituciones eclesiales para una mayoría de los jóvenes (Idea-Mideplan, 2000: 112).
La complejidad del fenómeno se expresa en la multiplicidad de formas de pertenecer y adherir a sistemas de creencias (completa o parcialmente) e instituciones religiosas (tradicionales o emergentes). De ahí que sea importante indagar en experiencias internacionales que busquen analizar los mecanismos mediante los cuales los jóvenes desarrollan y reproducen sus creencias religiosas y espirituales.
El impacto de las transformaciones socioculturales acaecidas en el país, luego de la restauración de la democracia, han dejado una huella imborrable en las nuevas generaciones. A modo de ejemplificación, el acceso a las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones fue modificando de manera paulatina la forma de relación entre los individuos, así como las instituciones intermediarias que lograban dotar de sentido la vida de los sujetos en tiempos pasados. La familia y las iglesias se han diversificado no solo en términos estadísticos, sino también en la forma de relación que como instituciones han establecido con las personas que la componen. La diversidad familiar, así como el pluralismo religioso creciente durante las últimas décadas en el país, son reflejo de cambios significativos que tensionan las añosas estructuras que hacían referencia a lo monolítico como la familia nuclear y la Iglesia oficial. Pues los jóvenes, de modo general y críticamente, dan cuenta en el corpus de entrevistas realizadas, de una Iglesia conservadora y excluyente, señalando que “la Iglesia no es un hogar, yo creo que para una tremenda cantidad de jóvenes la Iglesia no es un lugar donde se sientan verdaderamente acogidos” (Entrevistado U2, NSA1, fe pasiva). “Siento que todavía la Iglesia tiene como muchas limitaciones que te hacen no seguir con la religión. Siento que por una parte los llaman pero por otra parte los privan de tantas libertades” (Entrevistado U7, NSA, fe pasiva).
Si bien, la mayoría de los jóvenes entrevistados, tanto de colegios como de universidades, reconoce que utiliza algún dispositivo tecnológico (computador o teléfono celular) para informarse y preferentemente para comunicarse (redes sociales), es importante dar cuenta de la tensión generacional que se produce entre ellos y los adultos (padres o abuelos). A modo de ejemplo, encontramos testimonios como los siguientes:
Si, cuando me dijo mi abuela de que ese aparato nunca debería existir porque es una falta de respeto hacia Dios y siempre tenemos que apoyarla pero como ya está avanzando nueva tecnología no se puede contraer y eso mi abuela es muy religiosa, siempre de noche reza pero siempre la tecnología interrumpe esa comunicación (Entrevistado C1, NSB fe pasiva).
Por otra parte, los jóvenes reconocen que la “massmediatización” de la sociedad actual, ha impactado en la relación que los sujetos mantienen con la religión y sus prácticas, ya sea porque constituyen fuentes de información sin filtro instalando verdades de dudosa comprobación, o bien porque masifican y amplifican problemáticas que cuestionan a la institución eclesial y los religiosos que la conforman. En este sentido, sostienen que:
…ha afectado los medios de comunicación o las aplicaciones, Facebook, Twitter, hacen que se revelen más cosas dentro de la Iglesia y eso hace la falta de creyentes… (Entrevistado U7, NSA, fe activa).
…los medios de comunicación obviamente juegan un rol muy importante ya que transmite, son masivos obviamente, si es que hay alguna creencia falsa o algún prejuicio sobre la Iglesia se puede trasmitir muy fácilmente y la gente en verdad cree bastante lo que lee, en el fondo no indaga más… (Entrevistado C3, NSA, fe activa).
Yo creo que hay algunos medios de comunicación que enmascaran algunas situaciones y hay otros que las dan a conocer, pero siempre como que se va a tergiversar un poco el tema de algunas situaciones que pasan (Entrevistado U7 NSA, fe pasiva).
Así también, la posibilidad de conocer otras realidades a través del cúmulo de información que entrega el acceso a internet y el uso de redes sociales, es visto como algo positivo. No obstante, manifiestan cierta inquietud ante la confusión que produciría el conocimiento de otras creencias que pongan en entredicho sus orientaciones religiosas hasta ese momento, o que simplemente se presenten más atractivas ante la propia realidad que viven en determinado momento. De esta forma, manifiestan que la tecnología influyó…
…mucho en que la gente empiece a dejar, por ejemplo, las religiones o que se cambie de religión y cosas así porque ahí te abren las puertas de todo. Ves la opinión de todo el mundo y eso mismo te hace a ti pensar en lo que tú estás haciendo y como siempre hay gente que da una opinión distinta, de forma respetuosa ojalá, y así debatir. Ese debate de opiniones al final a ti te causa una confusión y puede ser por ejemplo como que el próximo año seas budista (Entrevistado, C1, NSB, fe pasiva).
Yo diría que de una manera negativa. Hemos recibido cultura de muchos lados: Japón, Europa y eso principalmente ha sido como más entretenido, más interesante para los jóvenes de hoy en día. Vemos mucho... hubo el tiempo en que tuvimos varias tribus sociales, ahora tenemos también muchas series que llegan de afuera, esta misma fecha en que baja mucho la temperatura, los jóvenes qué prefieren, conectarse al computador, ver alguna temporada completa de una serie antes de ir a una misa. Entonces si la globalización ha ayudado mucho a lo que son los mercados, pero para el lado de las creencias las religiones ha sido un golpe súper bajo (Entrevistado, U8, NSB, fe activa).
En cuanto al impacto de las tecnologías en su propio comportamiento, manifiestan el ensimismamiento que estas generan al aislarlos de la realidad e influir de manera importante en las relaciones sociales que establecen, pues la interacción cara a cara se disputa un espacio con la de tipo virtual.
Yo creo que afecta mucho más la tecnología en mí, en no ver lo que sucede alrededor, en no pensar en que puedo tener a alguien al lado sufriendo porque yo estoy encerrado en mi propio núcleo con la tecnología (Entrevistado C4, NSA, fe pasiva).
Si bien, a la luz de los testimonios recabados, se alude a los efectos de las nuevas tecnologías para la vivencia de la religión en términos generales, dicha apreciación se enmarca en un escenario más amplio, caracterizado por los influjos de la globalización y la secularización de la sociedad. Así, los principales efectos se aprecian en las dinámicas de socialización de los sujetos que viven al amparo de lógicas individualistas, exigencias de autonomía y libertad plena, así como de una duda y cuestionamiento permanente de sus referentes de autoridad. Uno de nuestros entrevistados da muestra de aquello, al sostener que “siento que a veces la globalización nos come y no nos deja espacio como para guardar un minuto, para pensar en nuestras creencias y en la religión” (Entrevistada U5, NSM, fe activa).
Esta eliminación del influjo de la religión del proceso de socialización se ve radicalizada por el hecho de que la secularización no solo comporta actualmente autonomización de la sociedad y la cultura de todo condicionamiento por la religión, sino que, en la práctica, está desembocando en la desaparición de la religión del ámbito de lo social y de la cultura, hasta el punto de que ha podido hablar del establecimiento de una cultura de la ausencia de Dios (Velasco, 2002: 45).
Por otra parte, los cambios culturales también dan cuenta de los efectos en la estructura familiar, dando paso a la diversidad familiar (nuclear, monoparental, ensamblada, homoparental, etc.). Esto no solo ha alterado las dinámicas sociales tradicionales que daban cuenta de asignación de roles de género diferenciados en el hogar, una autoridad incuestionable, o la instauración de normas morales intransables. Pues bien, esta realidad ha comenzado a sufrir modificaciones, en parte, por el mayor acceso a la información y educación, lo que ha repercutido en que los jóvenes manifiesten libremente un rechazo frente a cierta postura adultocéntrica, institucionales y moralistas que definen la forma “correcta” de cómo deben hacerse las cosas.
De esta forma, la homosexualidad aparece como una realidad que los jóvenes tanto en la etapa escolar