Líderes en crecimiento. James Lawrence
“tipo A”, fuerte, de clase media y blanco, quizás no reconozcamos el talento de liderazgo en aquellos que no encajan en el molde. A lo largo del resto del libro, quiero exhortar a ver más allá de nuestra propia experiencia. Confieso que no lo encuentro fácil, pues provengo de un entorno culto, blanco y de clase media, y el solo hecho de estar escribiendo un libro sobre liderazgo es un indicio de mi entorno y preferencias. Sin embargo, estoy profundamente agradecido por los pequeños vistazos que tuve en otras experiencias de liderazgo en contextos en los que no predominaba la raza blanca, la clase media o el sexo masculino. También agradezco formar parte de una iglesia que tiene presencia a nivel mundial y en la cual no predomina ninguno de los elementos señalados. Trabajar en la India me abrió nuevas ventanas al liderazgo, más aún al hacerlo en iglesias ubicadas en una diversidad de contextos en este país.
Es probable que falten oportunidades para que se desarrollen los líderes. Algunas iglesias nunca proveen el contexto en el cual las personas pueden crecer como líderes, porque hay un bloqueo personal (un líder inseguro que necesita mantener el control), un bloqueo cultural (una atmósfera de crítica, un espíritu de juicio, una falta de aceptación del fracaso o riesgo), un bloqueo espiritual (una falta de apertura al Espíritu y sus dones) o un bloqueo histórico (“el ministro siempre lo hizo”). Como en cualquier área del ministerio, sin oportunidades, se reprime el crecimiento en el liderazgo. En el círculo anglicano, a menudo se escuchan historias de crecimiento del liderazgo en el lapso entre la salida de un ministro y la llegada del siguiente. No es extraño que los líderes en potencia florezcan cuando cambian de área y asisten a una iglesia más pequeña, o cuando una iglesia más grande los envía a plantar otra.46
Finalmente, podría faltar un modelo claro de desarrollo de liderazgo si no somos claros acerca de cómo crecen los líderes o damos tumbos esperando que de alguna manera surjan algunos o ignoramos completamente la importancia de desarrollarlos.
El modelo que quiero delinear en las partes del 2 al 6 de este libro se basa en el modelo que ocupa el lugar central del Programa de Liderazgo Arrow (ver Primera parte: El liderazgo hoy). Combina cinco elementos para ayudar a crecer a aquellos que se hallan en el liderazgo, los cuales sintetizo abajo.
Los líderes en crecimiento saben que fueron elegidos (segunda parte)
El liderazgo cristiano se centra en una relación con Dios. Todo lo demás fluye desde este punto. Esta relación no se establece por nuestros esfuerzos, sino en respuesta a la maravillosa gracia de Dios. En un sermón, Leighton Ford una vez comentó: “El alma del liderazgo no es dominar los cómo y los porqué, sino estar dominados por la maravillosa gracia de Dios”. El hecho de que Cristo me haya elegido es más importante que mi elección de Él. Esto se encuentra en el centro de nuestro modelo, y provee seguridad esencial, significado y autoestima basada en quién soy en Cristo.
Los líderes en crecimiento disciernen el llamado de Dios (tercera parte)
No estamos en la tierra por casualidad. Nos hallamos aquí con un propósito, y escuchar el llamado de Dios nos permite entender cuál es ese propósito. Esto provee el rumbo y la percepción, lo que hace la diferencia cada día cuando intentamos considerar cómo utilizar nuestro tiempo y recursos. Como escribió el ensayista del siglo xix John Ruskin: “Bendita es la persona que encontró su vocación: no necesita pedir más”.
Los líderes en crecimiento desarrollan un carácter como el de Cristo (cuarta parte)
Todo liderazgo implica influencia. ¿Pero será esta influencia para bien o para mal? ¿Hará crecer la semejanza a Cristo en otros o destruirá la habilidad de confiar? El carácter determinará la diferencia. Podría ser un problema que alguien sea “exitoso” antes de estar listo para el éxito. Cualquier modelo de desarrollo de liderazgo que ignora el carácter se arriesgará a producir personas que crezcan en habilidades pero sin el carácter necesario para apoyarlas. La orilla del camino está trágicamente contaminada por personas destrozadas por líderes competentes cuyos problemas de carácter nunca fueron tratados. Como el teólogo Peter Kuzmic lo dijo: “El carisma sin carácter conduce a la catástrofe”.
Los líderes en crecimiento cultivan su capacidad (quinta parte)
El desarrollo del liderazgo tiene en cuenta los talentos particulares (aquellas características que son una parte de lo que somos), las habilidades (el cómo y el porqué de un rol), el conocimiento (factual y experimental) y la motivación (el deseo de hacer algo) que una persona necesita en cualquier posición de liderazgo, sea formal o informal. Incluso los líderes más competentes necesitan tomarse su tiempo para hacer crecer en forma esmerada sus talentos, sus habilidades, su conocimiento y su deseo.
Líderes en crecimiento lideran en comunidad (sexta parte)
El Nuevo Testamento pone en claro que el liderazgo en la iglesia es plural: el modelo de una persona que lidera una iglesia habría sido extraña para los primeros creyentes. Las imágenes del cuerpo y nuestra interdependencia entre unos y otros forman el fondo del liderazgo y el crecimiento de la iglesia. Esta comunidad provee responsabilidad, apoyo, aliento y mutualidad. Para conocer los desafíos del liderazgo de hoy, necesitamos ser honestos los unos con los otros acerca de las luchas y alegrías del liderazgo, y aprender a depender el uno del otro para proveer la amplitud del liderazgo que necesita nuestro mundo cambiante. Por eso, la comunidad es el contexto que envuelve todos los otros aspectos del liderazgo en nuestro diagrama.
Cualquier representación de un modelo tiene sus limitaciones, y éste separa cuidadosamente cada elemento de una manera que no refleja las complejidades del ser humano. Al abordar cada sección de este libro, necesitamos admitir que cada elemento influencia y es influenciado por todos los demás. Mi experiencia en Arrow trabajando con este modelo a lo largo de los últimos cinco años, combina elementos del liderazgo que a menudo están totalmente separados, impulsando un cambio profundo y duradero en las vidas de los líderes. Ésta es definitivamente mi propia experiencia, y espero que pueda llegar a ser la de ustedes también, mientras buscamos ser liderados más por Jesús, liderar más como Jesús y liderar más hacia Jesús.
Para reflexionar
• ¿Quién fue un líder modelo para mí y por qué?
• ¿Cuáles son los desafíos particulares a los que me enfrento en el liderazgo? ¿Por qué?
• ¿Qué limitaciones restringen el desarrollo de liderazgo en mi contexto? ¿Qué se puede hacer al respecto?
• ¿Con quién comparto mis preocupaciones?
31 Ver Grace Davie y David Martin, Religion in Britain Since 1945: Believing Without Belonging, Blackwells, 1994, G. E. Veith, Guide to Contemporary Culture, Crossway Books, 1994.
32 Ver Peter Brierley, The Tide is Running Out, Christian Research, 2000.
33 Por ejemplo, una de las diócesis más grandes necesita un veinticinco por ciento de aumento en ofrendas para el próximo año. De lo contrario deberá dejar cesantes a ochenta ministros remunerados, lo que representa una reducción en la fuerza de trabajo de un diecisiete por ciento.
34 Patrick Dixon, Futurewise, Profile Business, 2002, p. 11.
35 James Lawrence, Engaging Gen Y., Leading Well Across the Generations, Grove Leadership Series 8, Grove Books, 2012, p. 14, con base en algunas de las primeras obras de Graham Cray y Paul Simmons, Administry How to Guide; Being Culturally Relevant, Administry, 2001.
36 El tema de la formación de líderes entre niños y jóvenes está fuera del alcance de esta sección. La