Amad a vuestros enemigos. Arthur C. Brooks

Amad a vuestros enemigos - Arthur C. Brooks


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uno de los expertos mundiales en unir a las personas mediante los lazos de la compasión y el amor: Su Santidad el dalái lama.

      El dalái lama es el líder espiritual de los budistas tibetanos y uno de los líderes más respetados del mundo actual. Hemos colaborado durante años, y aunque soy católico y no budista, yo lo considero un mentor y guía. Lo visité en su monasterio en Dharamshala (India), en las estribaciones del Himalaya, cuando empezaba a trabajar en este libro. «Santidad –le pregunté–, ¿qué debo hacer cuando sienta desprecio?» Como ya te he contado en la introducción, me respondió: «Practica el afecto».

      Para ser sincero, al principio pensé: «¿Sólo eso?». Parecía más un aforismo que un consejo útil. Pero cuando reflexioné sobre ello, vi que era realmente certero y práctico. No abogaba por ceder ante las ideas de las personas con las que no estuviéramos de acuerdo. Si creo que tengo razón, tengo el deber de atenerme a mis opiniones, pero también el de ser amable, justo y amigable con todos, incluso con aquellos de los que me separan grandes diferencias.

      Mi siguiente pregunta fue: «¿Cómo puedo hacerlo? Deme algunos consejos prácticos, Santidad», a lo que él contestó: «Piensa en una época de tu vida en la que respondiste al desprecio con afecto. Recuerda cómo te hizo sentir, y vuelve a hacerlo». Fue en ese momento cuando me di cuenta de que el afecto es exactamente lo que transformó mi intercambio de correos electrónicos al principio de este capítulo. Respondí por casualidad al desprecio con afecto y vi cómo el desprecio se desvanecía en un instante.

      La bondad y el afecto son el antídoto contra el veneno del desprecio que corre por las venas de nuestro discurso político. Desprecio es lo que vimos cuando Tommy Hodges y Hawk Newsome –el organizador de la manifestación a favor de Trump y el activista de Black Lives que hemos visto al principio de este libro– llegaron a la Explanada Nacional. Al invitar a Hawk a subir al escenario, Tommy hizo algo más que darle a Hawk una plataforma para hablar: reconoció su dignidad como compatriota estadounidense. Fue como si hubiera dicho: «Puede que no esté de acuerdo con usted, pero lo que tiene que decir es importante». Esa simple demostración de respeto rompió el muro de desprecio mutuo que los separaba y transformó por completo su relación.

      Hawk, a su vez, reaccionó de la misma manera, dirigiéndose al público de forma positiva y afectuosa. Expresó una causa moral que compartía con sus oyentes –al declarar que era un estadounidense que amaba a su país y que quería hacer grande a América– a la vez que los retaba a pensar de manera diferente sobre la difícil situación de los afroamericanos. Su planteamiento fue profundamente unificador. Hizo un alegato moral a favor de la compasión y la justicia, y apeló a algo que todos tenían grabado en el corazón.

      Eso no significa que todos los asistentes al acto estuvieran de acuerdo con lo que dijo; no fue así. Sucedió algo más profundo que el mero acuerdo político: se estableció una conexión humana que permitió un debate de ideas respetuoso y productivo.

      Esto es exactamente lo que los Estados Unidos necesitan. Es lo que nuestros corazones desean. Y no tiene que ser flor de un día. En realidad es algo que podemos proyectar y reproducir en todo el país si tenemos el coraje y la voluntad necesarios.

      ¿Cómo? Empecemos con nuestras interacciones. Si te tratan con desprecio, no lo consideres una amenaza, sino una oportunidad. En el Dhammapada, uno de los principales textos sagrados budistas, dice el maestro:

      Cuando lo leí por primera vez, pensé que era extraño que el Buda nos exhortara a convertir la bondad amorosa en un instrumento para conquistar a los demás, pero ésa era una lectura errónea. Tras reflexionar, me di cuenta de que el hombre airado, de mala voluntad, avaro y mentiroso soy yo. Tengo que conquistarme a mí mismo, y el instrumento para lograrlo es mostrar afecto a los demás, sobre todo cuando no me lo muestran a mí.

      Cuando te tratan con desprecio, tienes la oportunidad de cambiar por lo menos un corazón: el tuyo. Puede que no seas capaz de controlar los actos de los demás, pero sí tus reacciones. Puedes romper el círculo vicioso del desprecio. Tienes la fuerza necesaria.

      Y la oportunidad te llegará antes de lo que crees, ya venga por la izquierda o por la derecha. ¿Crees que te han atacado injustamente en las redes sociales? Responde con afecto. ¿Has oído a alguien que hacía un comentario sarcástico sobre la gente que vota como tú? Responde con amabilidad. ¿Quieres decir algo insultante sobre las personas que no están de acuerdo contigo? Respira hondo y, en vez de eso, demuéstrales amor.

      Ya te oigo decir que suena genial, pero ¿qué pasa si no lo siento? No tiene importancia. Como veremos en el siguiente capítulo, lo que hacemos es lo que suele determinar cómo nos sentimos, y no al revés. Si esperas a sentir afecto por tus adversarios ideológicos, ya puedes hacer que escriban como epitafio en tu tumba: AGUARDABA A SENTIR AFECTO. Los actos no son consecuencia de nuestras actitudes, salvo en contadas ocasiones. Más bien al contrario: la actitud es el fruto de nuestros actos. ¿No lo sientes? Pues finge, y pronto lo sentirás.

      El resto de este libro da muchos consejos prácticos sobre cómo responder al desprecio con sinceridad, cómo optar por la bondad en vez del desprecio. Sin embargo, hace mucho más que guiarnos en nuestra batalla personal. Nos enseña a todos cómo podemos ser líderes que luchen contra el desprecio en la sociedad y traigan a más gente –prescindiendo de cómo voten o vean el mundo– la alegría de amarse los unos a los otros.

      12. Adam Waytz, Liane L. Young y Jeremy Ginges, «Motive Attribution Asymmetry for Love vs. Hate Drives Intractable Conflict», Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 111, 44, noviembre de 2014, pp. 15687-15692, identificador de objeto digital (DOI por sus siglas en inglés): 10.1073/pnas.1414146111.

      13. Agneta H. Fischer e Ira J. Roseman, «Beat Them or Ban Them: The Characteristics and Social Functions of Anger and Contempt», Journal of Personality and Social Psychology, 93, 1, julio de 2007, pp. 103-115, DOI: 10.1037/0022-3514.93.1.103.

      14. John M. Gottman, «A Theory of Marital Dissolution and Stability», Journal of Family Psychology, 7, 2, junio de 1993, pp. 57-75, DOI: 10.1037/0893-3200.7.1.57.

      15. Kim T. Buehlman, John M. Gottman y Lynn F. Katz, «How a Couple Views Their Past Predicts Their Future: Predicting Divorce from an Oral History Interview», Journal of Family Psychology, 5, 3-4, marzo-junio de 1992, pp. 295-318, DOI: 10.1037/0893-3200.5.3-4.295.

      16. John M. Gottman, «A Theory of Marital Dissolution and Stability», Journal of Family Psychology, 7, 2, junio de 1993, pp. 57-75, DOI: 10.1037/0893-3200.7.1.57.

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