Bhagavad Gita. Anonimo

Bhagavad Gita - Anonimo


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las fuerzas para sostenerme y mi cabeza está como presa de un vértigo.

      31 Veo asimismo siniestros presagios. Dime, ¿cuál puede ser el beneficio de esta horrible matanza? Cuando haya exterminado a mis parientes y seres amados, ¿dónde podré encontrar la felicidad?

      33 cuando aquéllos para cuyo bien ambicionamos el poder, la opulencia y el regalo, se hallan dispuestos a renunciar a toda riqueza y a todo bien?

      34 Contra nosotros se enfrentan preceptores, padres e hijos, abuelos y nietos, tíos y sobrinos, cuñados, primos y demás parientes;

      36 ¿Qué goces podríamos saborear después de dar muerte a los hijos de Dritarastra? Aun siendo ellos unos criminales, incurriríamos en pecado exterminándolos.

      37 No puedo, pues, matar a mis parientes, a los hijos de un rey que es hermano de mi propio padre. ¿Qué felicidad podría yo jamás sentir después?

      38 Aun cuando ellos, cegados por la ambición, no vean mal alguno en la destrucción de una familia, ni se consideren culpables traicionando a los amigos,

      39 ¿no debemos nosotros, al darnos cuenta de las consecuencias de una contienda como ésta, huir, abstenernos de tomar parte en ella?

      40 Con la aniquilación de la familia desaparecen las tradicionales prácticas piadosas; de su abolición surge la impiedad que se enseñorea de todos los supervivientes.

      44 y, según nos dicen los libros sagrados, es el infierno la perdurable morada de los mortales cuyos ritos familiares se han perdido.

      45 ¡Ay de mí! ¡Qué abominable crimen vamos a cometer si, seducidos por la recuperación de un trono, nos disponemos a exterminar a nuestros propios deudos!

      46 Más me valiera que los hijos de Dritarastra con las armas en la mano me hallaran inerme y, sin oponerles yo la menor resistencia, me dieran muerte.

      Sañjaya:

      47 No bien hubo proferido estas palabras, soltó Arjuna su arco y sus flechas en el mismo campo de batalla, y se dejó caer en el asiento de su carro, con el corazón transido de angustia.