Modelando el emprendimiento social en México. Группа авторов

Modelando el emprendimiento social en México - Группа авторов


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única de ES. También prometimos ofrecer algunos parámetros a partir de los cuales los lectores pudieran identificar si una actividad es, de hecho, un ejemplo de ES. Una organización es un ejemplo de empresa social y una persona un ejemplo de emprendedor social. Recordando que el ES ocurre en un espectro, ofrecemos la idea de que el papel de la persona que define el concepto también puede influir en la definición misma. Un estudio reciente de Conde (2015: 34) explica esta idea cuando menciona: “No hay una definición (o incluso nombre) o teoría clara de empresas sociales y economía social en México. (…) tal vez el problema no es estrictamente conceptual, las diferencias entre algunas posiciones se deben a lo que interesa y preocupa a cada sector en la definición adoptada”. A partir de esta idea, Conde (2015) explica que los actores que a continuación mencionamos escriben sus definiciones con base en motivaciones específicas.

       Los académicos quieren un concepto bien definido que haga progresar la ciencia, la teoría de gestión y el conocimiento del campo.

       Los líderes organizacionales y las figuras que representan el sector desean apoyo y subsidios para crecimiento continuo y mejoras en las inequidades sociales.

       Los partidos políticos están preocupados particularmente con el fortalecimiento de algunos actores sociales y la posibilidad de liderar (o reducir) su integración e impacto y, al mismo tiempo, buscan promover un proyecto que los ciudadanos sigan.

       El gobierno se propone diseñar políticas públicas para el desarrollo, organización y expansión de la actividad económica del sector.

       Empresas y emprendedores comerciales buscan una definición que se alinee a sus esfuerzos con el bien social que emana del movimiento del ES por varias razones (a veces de interés propio).

      A la vez que esperamos que la reflexión previa haya proporcionado claridad en las cuatro características de una definición comprensiva (la persona, la organización, el proceso y el contexto), y que se haya abierto el apetito para profundizar en el texto de este libro, concluimos ofreciendo preguntas para que los lectores se formulen a sí mismos con el objetivo de determinar qué es el ES en el contexto mexicano:

      1. La solución que se ofrece o el proceso que se usa, ¿es innovador?

      2. ¿El esfuerzo resulta en valor social / creación de riqueza para otros?

      3. ¿La solución y el proceso son sostenibles para el emprendedor y para la comunidad, financiera y éticamente, y permiten un cambio en el statu quo?

      4. ¿Se puede medir el resultado del valor social de modo que exista la posibilidad de replicar el modelo?

      Otra manera de enmarcar estas preguntas puede ser con un listado visual similar a la que aporta Lumpkin, et al. (2013). ¿Qué antecedentes hay entre las organizaciones presentadas en el texto? ¿Los actores poseen las características de la orientación emprendedora propuesta como parte del proceso? Finalmente, ¿están los resultados de las organizaciones realmente enfocados en valor social a largo plazo?

      Figura 1.3. Proceso de emprendimiento social

      Fuente: Lumpkin, Moss, Gras, Kato, Amezcua, 2013.

      Teniendo estas preguntas en mente, invitamos a los lectores a que estudien el caso que acompaña este capítulo, DOOPLA, una organización iniciada por cuatro estudiantes de Negocios que se preguntaron: “¿Pueden el crowdfunding y el préstamo entre particulares ser exitosos en México?”. Desde esta pregunta inicial, desarrollaron un modelo de negocios para lograr que el sector financiero fuera más accesible a la clase media mexicana. Después de leer este caso, regrese a las cuatro preguntas formuladas y decida si la organización y sus fundadores cumplen con los criterios aquí ofrecidos.

Doopla nacía legalmente en marzo de 2014 (las operaciones formales en febrero de 2015) con un modelo que atraía a muchos solicitantes de crédito, pues permitía obtener recursos que no los descapitalizaban y a miles de inversionistas, pues obtenían mejores rendimientos y, al mismo tiempo, ayudaban a personas responsables a alcanzar sus metas. Sin embargo, en 2016, su director, Juan Carlos, observaba que la tracción de la empresa no era —todavía— lo suficientemente fuerte para una firma basada en la tecnología y en la economía colaborativa. Esto lo hacía cuestionarse sobre el futuro de la compañía. ¿Cómo crear confianza en las personas para que se animaran a utilizar la plataforma? ¿De qué forma afectaría a su modelo la regulación de empresas fintech que estaba por salir el siguiente año? ¿Realmente el público mexicano tendría la capacidad de apreciar las bondades del modelo?
Motivación personalJuan Carlos Flores trabajó durante gran parte de su carrera profesional en INFONAVIT, instituto tripartito (formado por trabajadores, empresarios y el gobierno) que ostentaba ser el administrador y originador de créditos hipotecarios más grande de América Latina. Relata:Los años que laboré en el sistema financiero me hicieron constatar que los mexicanos no tenían opciones para acceder a créditos —al consumo— con tasas baratas. Por ejemplo, las instituciones tradicionales otorgaban créditos a través de tarjetas de crédito, principalmente, pero a tasas cercanas a 60%.
Las tasas de interés en el sistema financiero mexicano eran altas, principalmente por la combinación de tres factores: 1) grandes sumas de dinero destinadas a la atención de usuarios a través de la red de sucursales; 2) el cumplimiento de la regulación que obligaba a las entidades a contar con la generación de reservas crediticias pues estas instituciones prestan dinero a través de sus propios recursos, 3) la robusta estructura corporativa de las instituciones tradicionales. Al respecto, afirmaba Juan Carlos:Nos dimos cuenta de que estábamos en un momento ideal. La tecnología digital nos permitía bajar costos, porque no necesitábamos cientos de sucursales ni miles de ejecutivos. En otras palabras, la tecnología nos permitía alcanzar y servir a más gente con menos inversión si nos comparábamos con las instituciones tradicionales, por ejemplo.
Este hecho, aunado a que cada día más mexicanos estaban familiarizados con el uso de la tecnología y demás mecanismos, abría la posibilidad de mejorar las tasas de interés.Los fundadores de Doopla estaban convencidos de que podían ofrecer mejores tasas de interés que permitiría a más personas obtener préstamos con condiciones propicias para resolver sus necesidades de crédito y sin pagar excesivos intereses. Por otra parte, también podían ofrecer un mayor rendimiento a quienes prestaban su dinero directamente a los solicitantes de crédito, otorgándoles mejores tasas de interés, sobre todo comparándolas con las que ofrecían los productos tradicionales de ahorro e inversión. El equipo entendió que era la gran oportunidad para comenzar un cambio en el sistema financiero mexicano.
Crowd lending con visión socialEl modelo de financiamiento sobre el que Doopla se sustentaba había sido creado en 2005 por la iniciativa de emprendedores que dio origen a Zopa. El modelo crowd lending, también conocido como peer-to-peer lending, se basa en la premisa de que muchas personas invierten en otras y las ayudan a alcanzar sus metas financieras a través de créditos directos, sin la necesidad de terceros intermediarios. Zopa creció exponencialmente y, un año después del inicio de operaciones, conjugaba a 120,000 personas con movimientos diarios por 100,000 libras.
El modelo se replicó rápidamente. En Estados Unidos nació Lending Club, que alcanzó un valor de mercado de 2,000 millones de dólares en 2014. Otras empresas que desarrollaron un modelo similar fueron Prosper y SOFI, en Estados Unidos; Rate Setter y Comunitae, en Europa, y Cumplo, en Chile, convirtiéndose en la primera empresa latinoamericana en realizar este tipo de transferencias. En México la industria se encuentra en una etapa aún incipiente, en donde, además de Doopla, destaca la empresa Prestadero.
La mecánica del préstamo era muy simple. A través de una plataforma tecnológica, la empresa se convertía en un vinculador entre prestamistas y los solicitantes. Se ofrecían herramientas para ambos con la finalidad de
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