A todo ritmo. Jessa James
casa como esta, llena de chicas hermosas y estrellas de rock?” bromeó ella, intentando aliviar la repentina atmósfera oscura. “Se deben pasar malos ratos aquí.”
“¿Entonces te gusta la casa?”
“Bueno, sí. Digo, ¿a quién no? Hace que la casa de Josh, digo, hace que nuestra casa parezca enana y deba irse a la esquina a llorar.”
“Te mudaste con un chico, ¿eh?”
“Sí, pero no de esa forma. Es uno de mis amigos más antiguos. Él me recibió por lástima, así que me está dejando dormir en su segunda habitación por ahora. Tuve una pelea enorme con mis padres porque no me permitían ir a la escuela de diseño… así que tuve que pensar rápido.”
Sus ojos seguían oscuros, pero su voz era más suave. “Créeme, yo no siempre viví así. Los lugares en los que viví probablemente harían que tu casa de ahora luzca como un maldito palacio. Recuerdo un lugar…”
La puerta que Serena no se había dado cuenta de que estaba cerrada se abrió en ese momento, cortando a Rhys a la mitad.
Otro hombre hermoso entró en la habitación y puso una mueca, ella todavía no estaba segura de que pudieran estar aquí.
Este hombre era casi tan algo como Rhys y lucía igual de confiado, pero no era igual de magnético como el hombre que tenía al frente. “¡Te necesito, Rhys, AHORA!” él casi gritó, apenas notando su presencia.
Rhys parecía alarmado, toda su apariencia se puso oscura. “Serena, ¿podrías encontrar el camino hacia abajo? Fue un placer, eres genial. Me gustas. Espero consideres volverte una fanática”, le dijo Rhys mientras cruzaba la habitación y salía por la puerta sin mirar atrás ni una vez.
“¿Espero consideres volverte una fanática?” escuchó ella decir al otro tipo antes de que la puerta se cerrara.
Serena caminó hacia la ventana para admirar la vista por última vez y luego se volteó hacia la puerta para intentar encontrar a sus amigas antes de regresar a casa. Era muy tarde o muy temprano, dependiendo de cómo lo miraras y ella necesitaba ir a su cama.
En la ausencia de la presencia de Rhys, ella se sintió cansada de repente o al menos un poco más ligera después de contarle parte de su historia.
Mientras salía por la puerta, ella miró una pancarta que había estado oculta antes. Letras oscuras con medio marco estaban encima de una fotografía de un grupo de cinco hombres. “Misery”. Así que esta era la banda, ¿huh? La mayor banda del planeta por lo que había escuchado, así que Serena pensó que tal vez debería mirar bien a sus anfitriones ausentes antes de irse.
Mientras se acercaba a la fotografía, ella perdió el aliento por segunda vez desde que entró en la habitación y se sintió un poco mareada.
Mirándola desde el centro de la pancarta estaba el mismo hombre con el que había estado sentado, al que le había contado de su vida. Él parecía ser el hombre principal de la banda. El guitarrista principal de Misery.
Mierda. Se había comportado como una idiota. Sintiendo las lágrimas cerca de salir, Serena huyó de la habitación, bajó por las escaleras y se dirigió a casa sin pensar en encontrar a sus amigas.
Es por eso que estaba en la recaudación de fondos, pensó Serena mientras se dirigía a casa. Misery debió haber sido la banda que donó todo el dinero. Serena nunca había afirmado ser inteligente, pero ahora se sentía como una idiota.
7
Josh había estado dormido cuando Serena llegó a casa y ya se había ido cuando Serena despertó. La alegría de ser un adulto trabajador y responsable. Alguien debería advertirles a los niños que dejen de desear crecer rápido, pensó Serena.
Las luces verdes de su alarma le parpadearon. Serena no había dormido mucho, especialmente por la hora en la cual se acostó la noche anterior. Y sin tener en cuenta todo el tiempo que le tomó dormirse a pesar de su cansancio. La humillación seguía doliéndole y parecía ser una entidad viviente riéndose de ella en su pequeña y abarrotada habitación.
Bueno, no era como si lo fuera a volver a ver, así que era momento de una ducha, tal vez un trote y luego a seguir buscando trabajo. ¿A quién estaba engañando? Serena no corría. No al menos que algo la persiguiera y fuera grande y aterrador. Y si no hubiera alguien más que pudiera perseguir. Y solo si ella encontrara algo por lo que vivir y valiera la pena correr hacia ello. Y… no, de nuevo, otra vez no.
Una ducha y a buscar trabajo. Serena agarró una falda suave y cómoda de su closet y se dirigió hacia el baño que compartía con Josh. Solo porque se sintiera mal no significaba que tuviera que mirarlo. Verse bien no significaba estar incómodo.
Serena estaba saliendo de la ducha cuando escucho que tocaban la puerta. “¡Solo un minuto!” gritó Serena, esperando que quien fuera que estuviera ahí la escuchara. Se vistió rápido y cubrió su cabello con una toalla antes de contestar la puerta. Josh debe haber ordenado algo, ¿le había escrito a Mary que había llegado bien a casa? Va a matarme, pensó Serena.
Serena abrió la puerta, su boca lista para decirle una disculpa a su mejor amiga. “¿Yo… Rhys?” Serena parpadeó. ¿Qué?
“No, en realidad soy Rhys. Pero le alegra que lo recuerdes. Compré el desayuno.” Él señaló una caja de pizza en su brazo.
Mierda. De verdad está aquí.
Luciendo, como si fuera posible, incluso más hermoso en la mañana que en el pasillo la noche anterior. Vestido en jeans pegados oscuros, una camiseta negra pegada y gafas de sol en su cabello, sus ojos verdes parecían mirar su alma a través de sus ojos azules.
No había error, era el mismo hombre. Aunque Serena sabía que él no podría haberse dormido antes que ella y probablemente no durmió mucho, él no lucía nada mal.
Como Serena no había podido dormir por su humillación, ella lo había buscado en Google antes de dormir. Los datos básicos que había encontrado sobre la banda en un milisegundo fueron impresionantes. La enorme cantidad de entrevistas en YouTube hacía que pareciera imposible que hayan vivido fuera de cámaras por más de algunas horas en los últimos cinco años desde que salió su primer álbum.
El resumen era:
Nacido como: Rhys Jason Grant. Le dicen Rhys.
Edad: 27
Hermanos: Anders Donald Grant. Sí, Donald.
Años activo: 5 años. Guitarrista principal y voz de apoyo de Misery.
Casi 30 millones de seguidores en Twitter, muchos más en Instagram.
Cinco giras en cinco años. Dos de ellas mundiales. La última terminó días antes de que encontrara a Bryan y comenzara su caída.
Serena planeaba acosarlo un poco más por internet esta mañana. ¿Lo habrá descubierto de alguna forma y habrá venido a evitar que invadiera su privacidad? Serena se preguntó eso por medio segundo antes de darse cuenta de que era imposible.
Serena se recuperó lo suficiente para hacerse a un lado, dándose cuenta de que su cara estaba sin maquillaje y sus pies descalzos y su cabello estaba cubierto por una toalla. Genial. Aparentemente estaba destinada a ser humillada por este tipo.
Él entró en el apartamento y escaneó todo en silencio. “No es tan malo como lo dijiste. Definitivamente un palacio a comparación de algunos lugares en los que he vivido.”
“Uh, gracias. Y por supuesto que eres Rhys. Lo siento, solo estoy sorprendida. Pensé que eras mi amiga Mary a quien abandoné anoche. Gracias por el traer el desayuno. ¿Pero pizza? ¿Y no es que no sea genial que estés aquí, pero por qué estás aquí?” Serena intentó sonar confiada, pero su voz era suave y dudosa.
“La pizza es la comida perfecta a cualquier hora del día. Además, esta es pizza de desayuno, tiene huevos, queso, hongos, tocino, pan… ¿Qué