Inmigración internacional en Chile. Baldomero Estrada Turra
responderá en unos días más el Ferrocarril, a lo cual viene la aclaración por parte de otros números de La Revista, del 09, 20, y 23 de agosto de 1856, entre otros, responde a uno de sus argumentos centrales que esgrime, que “proteger la inmigración católica es aumentar con ventajas, exentas de males…”78.
III. VENTAJAS DE LA INMIGRACIÓN AL DESARROLLO
Valparaíso, así como estará ligado a los puertos de Nueva Inglaterra en su desarrollo material y en parte cultural, también por el comercio lo estuvo en una zona puntual donde asentó el protestantismo más radical inglés “pues [Valparaíso] tenía las mejores conexiones con Filadelfia”79. Ante esto, los visitantes de Santiago que vienen a veranear por el clima —pues la cuidad pasaba a ser la suiza de Chile—, pertenecientes a los poderes del Estado80 notaban no solo “la dinámica y peligros en el mover bultos y mercaderías”81 por los jornaleros, pues pasaba que “Valparaíso está lleno de buques y de gente”82, pues venía a ser puerto de escala a marinos no solo de Filadelfia, sino también a miles de ciudadanos extranjeros que recalaban en él por algunos días para seguir viaje a otros lugares, como a California83.
La población extranjera que va a componer la sociabilidad protestante, se topaba con serias incomodidades que presentaba Valparaíso. El caso de la mala calidad de las veredas es un ejemplo, y lo peor es que cuarenta mil almas todos los días se topan allí, ya que, “desde la Cueva del chivato hasta la esquina de San Juan de Dios, no solamente no hay más que una calle, sino que esa calle no tiene más que una sola vereda. Y por esa sola vereda camina no solamente Valparaíso, sino todo Chile, tanto el…, que viene del extranjero, como el que sale del país”84.
Ya para mitad del siglo XIX, los extranjeros se habían proporcionado ciertas clases de goces sociales que Valparaíso les podía brindar, y se les atendía como si estuviesen en sus naciones de origen, con más de una librería que en su catálogo a disponer al cliente, el cual contenía 224 páginas, mostraba al interesado 3.000 títulos85. Los alemanes poseían su club donde no solo disponen de una rica y surtida biblioteca con salón para leer, sino que además, en dichos espacios se daba curso a los debates orales sobre el estado de la política del momento, la consulta de los principales periódicos de Europa, encuentros sociales por medio de sus bailes de gala y conciertos86, etc. Los ingleses y franceses no se quedan atrás, y disponen de establecimientos bien dotados a su servicio87, y donde en los más pudientes las reuniones nocturnas se hacían en inglés88, y se podían ir a ver obras de teatro en lugares adecuados dentro de la ciudad89.
A la sociedad protestante, Valparaíso en cuanto a la educación le brindaba la posibilidad de que funcionarán sociedades culturales, pues la ciudad ocupaba el primer lugar en la generalización de la educación. En él funcionaba la Sociedad Científica y Literaria, teniendo de modelo la de Londres90. Por la cantidad de escuelas, y academias, a la par con Santiago, en cuanto a sus profesores, estos enseñan en establecimientos destacados por tiempo y trayectoria como el Colegio Alemán, y el Artizan School. Este último, después pasó a llamarse Colegio Mackay91, referente su nombre a Peter Mackay quien fuera diácono por un periodo dentro de la Unión Church, congregación que además tenía a su cargo una Escuela Popular.
3.1) El Valparaíso liberal favoreciendo la inmigración con viso protestante
Chile no era atractivo para las corrientes inmigratorias en el exterior. Aun así, en Valparaíso se daba la posibilidad para los extranjeros a estar expectantes en cuanto a proyectos a la espera, como se transcribe del Evening Mail92. Era el puerto de las oportunidades para las personas educadas, pudientes, esforzadas, y con cualidades de ser atentos lectores que mostraban la mayoría de los británicos y alemanes, dando ejemplo a la población en general, quienes disponían a su alcance de muy buenas librerías, revistas, periódicos y diarios en diversos idiomas que llegaban del exterior en dicho tiempo; conocimiento y vida diaria permitía estar atentos a la oportunidad de generar riqueza, servicios, y bien común. Una de estas, fue visualizada con doble interés e intención por uno de sus inmigrantes de connotada participación en los avatares públicos de la ciudad, por más de cuarenta años, quien a pocos meses de llegado desde Norteamérica para 1845, al detectar la necesidad de editar un diario comercial-mercantil en inglés, y a la vez la oportunidad de incluir breves noticias religiosas, tiraje de prensa de una de las tantas imprentas que llegaría a tener la ciudad, no siendo él industrial o comerciante, puso manos a la obra como editor. El propio pastor de la Union Churchs, Revdo., David Trumbull se dio a publicar The Neighbour, periódico que recoge la información bursátil, buques en arribo, hechos de la plaza bancaria, el estado del comercio, mercado para cereales, noticias locales, datos de cultos religiosos en inglés, etc., y del cual se traducían algunos artículos publicados allí para la prensa local93.
Para ir creando un buen ambiente interno en aceptar la corriente migratoria por medio de la prensa, la cual pasaba a ser el eco de las necesidades de dicha sociedad, El Mercurio para 1844 comentaba las expectativas, y daba la bienvenida a la posibilidad de “la introducción de extranjeros de industria y buena moral”94. Las competencias de generar riqueza, y cualidades morales de los extranjeros en beneficio de la sociedad chilena se repiten constantemente en artículos, informes o reportes, y dichas verdades no estaban en duda. Aun así, lograr aquello para el bienestar del país pasaba por el medio político al cual se le llamaba la atención a modo de preguntas, las cuales confrontaban la realidad al decreto de la ley de inmigración que arriba ya indicamos, y una parte del planteamiento apuntaba con evidente indirecta:
“…réstanos solamente decir cómo es que dimos la preferencia a Chile sobre otros países de América para obtener una inmigración extranjera. ¿Cuál es la situación de los otros pueblos de las otras naciones de la América ¿ Cuál es el aspecto que presentan por el lado político?95
El aspecto político y religioso a juicio de los editores porteños era gravitante, pues dando un ejemplo en cuanto a oficios96, que al momento de que los extranjeros que trabajaban en la minería aurífera de paso por Valparaíso se decidieran, o quedarse yendo a las minas de Valdivia, o partir a California, pues la imposibilidad de quedarse radicaba en ciertos puntos, que también afectaban a todo Chile, como “Libertad de conciencia y de cultos; Libertad de ejercer cualquier industria; Libertad política y libertad en la participación en todos los goces sociales y fácil adquisición de los derechos de ciudadanía”97. Estos impedimentos se siguieron haciendo públicos, en respuesta a un artículo de prensa aparecido en Copiapó:
“Hay República, es verdad, pero los bienes que dispensa son bien limitados. No existe el elemento democrático, tal como aparece en la Unión Norteamericana, necesitamos levantar el proletarismo a la condición democrática, asegurarla igualdad entre todos los ciudadanos, y sobre todo borrar del código político la intolerancia religiosa, establecida en principio, y sostenida por los ultraconservadores98.
Haciendo una comparación de ejemplos con los Estados Unidos, con estados confederados a lo cual J.D. Alberdi estuvo muy atento, en función de una reforma política y administrativa para Chile, a pesar que Valparaíso era un lugar único de adelanto, se denunciaba que las provincias y la capital quedaban imposibilitadas de ser atractivas para los extranjeros que quisieran allí radicarse definitivamente, estaban en el atraso:
“Tenemos el ejemplo de Estados Unidos, cuya prosperidad general es debida al engrandecimiento de cada provincia o estado… Con la independencia de las provincias las ideas penetrarían fácilmente, y los principios no sufrirían choques ni resistencias de la ignorancia o cultura relativa. Por ejemplo, la tolerancia religiosa es un hecho en Valparaíso: las sectas disidentes tienen aquí medios externos de adoración, capillas y un cementerio. No así Santiago, donde prevalece el absurdo principio inserto en la Constitución, de negar el derecho a los otros cultos, de modo que el protestante que allí fallece no encuentra un lugar para su eterno descanso sin bajar a Valparaíso”99
Para ir concluyendo este espacio, el puerto de Buenos Aires ya tiempo que adelantaba a Valparaíso, ya que “la inmigración es de 1.000 hombres cada mes…, y sin un peso de gasto al tesoro”100. Junto a ello, son decenas los artículos que principalmente aparecerán en la prensa de Valparaíso, desde 1850 hasta 1865, en razón a que se diera una solución a los impedimentos a la emigración por causas de la religión que imperaba. Por medio de dichas publicaciones,