Indicadores de calidad en educación superior. Jairo Sánchez Quintero

Indicadores de calidad en educación superior - Jairo Sánchez Quintero


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la respuesta a la anterior pregunta, Sánchez-Quintero (2013) logró el objetivo general de:

      Los objetivos específicos que permitieron el logro del objetivo general y se constituyeron como referentes metodológicos fueron:

      1.Identificar y caracterizar los programas de administración de empresas colombianos que obtuvieron anualmente mejores resultados en el periodo 2004-2010 en la prueba estandarizada ECAES.

      2.Elaborar una construcción conceptual sobre sistemas de indicadores de calidad en el contexto de la evaluación de programas de pregrado en administración de empresas.

      3.Identificar, comprender y jerarquizar los indicadores más relevantes a partir del análisis de los 183 indicadores propuestos por el CNA.

      4.Interpretar y comprender los aportes de la acreditación de alta calidad de cuatro programas acreditados en administración de empresas a la identificación de indicadores cruciales de calidad.

      5.Interpretar y comprender las perspectivas de egresados, profesores y directivos de cinco programas y de tres pares evaluadores sobre los resultados obtenidos en las pruebas estandarizadas ECAES en el periodo 2004-2010 y su relación con indicadores cruciales que puedan dar cuenta de la calidad de cada programa.

      6.Establecer las relaciones e interacciones entre indicadores cruciales que permiten configurar un sistema de indicadores de calidad a partir de los resultados en ECAES 2004-2010, las perspectivas de egresados, profesores, directivos y pares evaluadores, y los aportes en materia de indicadores de la acreditación de alta calidad de programas universitarios colombianos en administración de empresas.

      Gracias a estos objetivos específicos se lograron en la investigación los siguientes resultados: una propuesta de sistema de indicadores cruciales para evaluar y mejorar la calidad de programas en administración de empresas; un nuevo marco conceptual de lineamientos en cuanto a indicadores para la acreditación de programas colombianos; una caracterización de programas colombianos en administración de empresas acreditados y con resultados favorables en pruebas estandarizadas colombianas ECAES 2004-2010; un análisis de los indicadores del CNA 2006; un estudio de propuestas de indicadores para la educación superior en el contexto de diferentes países, y un examen de los indicadores asociados a resultados en las pruebas ECAES 2004-2010 de programas de administración de empresas.

      Posición ontológica de la investigación

      La posición ontológica adoptada en la investigación, y que se ilustra en la figura 1, asume que la realidad es dinámica y cambiante en un continuum histórico y prospectivo, donde el presente es traducido o interpretado para poderse conocer y transformar y el conocimiento es comprensión personal, provisional, colectiva y dialéctica. Esta posición supone entonces que los programas académicos de pregrado en administración de empresas hacen parte de un escenario en permanente cambio, construido por actores que a su vez se transforman y que, a través de la historia y diferentes perspectivas y dimensiones, les van dando a sus actividades connotaciones de mayor o menor calidad según las decisiones que tomen a partir de los indicadores que conciban como cruciales y prioritarios.

      Figura 1. Posición ontológica de la investigación

      Nota: la figura que representa la realidad multidimensional es conocida en geometría algebraica como Calabi-Yau múltiple o Calabi-Yau espacio y es asociada a la teoría de cuerdas. Esta imagen de Calabi-Yau manifold apareció en la portada 2007 de Scientific American.

      Fuente: elaboración propia.

      Posición epistemológica de la investigación

      Platón, en el libro V de La República, distinguía episteme (conocimiento) de doxa (opinión). Esta última era concebida como algo distinto del saber y con diferente potencia, mientras que la primera permitiría alcanzar sin engaño la verdad (“la esencia de las cosas”) y organizar el conocimiento caótico proveniente de los estímulos sensoriales para darle el logos u orden racional. Así pues, gracias a la epistemología como estudio del conocimiento científico, es posible complementar la doxa y el conocimiento cotidiano y común. Según Silva (2004), “La epistemología estudia los procesos según los cuales el ser humano obtiene el conocimiento de la verdad sobre ese mundo existente, así como el modo de evaluar la fiabilidad de dicho conocimiento” (p. 9).

      Con los aportes de la epistemología el ser humano ha podido satisfacer sus intereses de construir, comprender, explicar y transformar la realidad a través de las ciencias. De acuerdo con González (2008), según la posición epistemológica que se aborde en una investigación, existirá una concepción particular de la realidad (ontológica) y se asumirá una manera de abordarla y crear conocimiento válido y validado, lo que a su vez determinará la teleología (fines), la axiología (valores), la metodología de investigación y el papel de la teoría en esta.

      Dada la naturaleza simbólica e interpretativa de las categorías que se utilizaron en la investigación, el enfoque epistemológico más pertinente correspondió al hermenéutico cualitativo. Esta posición, que es posible considerar emergente y complementaria con otros enfoques, determinó las consideraciones metodológicas explicitadas en este apartado. Asimismo, sigue la línea del CNA (2006), el cual ratifica la naturaleza hermenéutica cuando expresa que “la evaluación de la calidad en el campo de la acreditación en Colombia implica un ejercicio complejo que, a pesar de apoyarse en indicadores cuantitativos y objetivos, no puede renunciar a su carácter cualitativo y hermenéutico” (p. 22). De esta manera se privilegia el conocimiento como interpretación o comprensión dentro de un contexto histórico e intersubjetivo.

      Manteniendo esta posición epistemológica, la investigación logró expandir o ampliar los horizontes de comprensión de los indicadores de calidad sistémicos y cruciales que contribuyen al mejoramiento de los programas universitarios en administración. Como resultado, los horizontes del investigador se fusionaron con los de los autores examinados y con las perspectivas de los actores universitarios entrevistados.

      Figura 2. Posición epistemológica hermenéutica

      Fuente: elaboración propia.

      Adicionalmente, se asumió que el conocimiento se crea por la comprensión provisional del sentido individual y colectivo, sistémico y dialéctico, que los actores de los programas académicos en forma intersubjetiva dan a su realidad y a su transformación. Es clave considerar que para ello se sirven de un lenguaje de indicadores que sintetiza los aspectos esenciales que dan significación a la calidad de su desempeño y, en consecuencia, a los procesos y a los resultados que obtienen a través del tiempo, bajo sus condiciones particulares en el contexto social, cultural, económico, histórico, tecnológico y político al cual pertenece cada programa académico, tal y como lo ilustra la


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