Indicadores de calidad en educación superior. Jairo Sánchez Quintero
de 16 años de aplicación de los lineamientos para la acreditación del CNA, el principal escollo en términos de apreciación del estado real de la calidad de los programas académicos de educación superior podría ser la ausencia de información asociada a indicadores cruciales de cumplimiento, eficiencia, eficacia, efectividad, impacto, contexto y calidad. En consecuencia, este trabajo profundiza en el conocimiento que sobre indicadores de calidad tenemos en la educación superior colombiana.
Además, desde la perspectiva institucional trazada por el plan decenal de educación (2008-2017) y el plan de gobierno 2010-2014, donde los avances en la calidad de las instituciones de educación son una de las prioridades para el mejoramiento de la calidad de vida de la población colombiana, resulta preciso poder diagnosticar con indicadores cruciales la situación en la materia como punto de partida. La calidad ocurre de manera concreta dentro de cada programa académico y dentro de cada área académica de cada institución educativa, por lo cual es sine qua non el uso de un sistema de indicadores cruciales o esenciales, cuantitativos y cualitativos, que en la actualidad no existe en Colombia y que se da como producto de la presente investigación.
Como un argumento desde el punto de vista institucional, Carot (2011), director del reciente proyecto sobre creación de un sistema integral de indicadores para América Latina, señala que un sistema de indicadores
Pretende dar respuesta a una demanda social cada vez más creciente: la necesidad de transparencia y de información sobre cómo son y qué hacen las Instituciones de Educación Superior en las que una familia va a enviar a su hijo o hija, o de las que un empleador va a contratar un egresado (p. 25).
Cruz (2009) por su parte enfatiza la importancia de los indicadores para dar cuenta del compromiso social de las universidades al indicar que
Los criterios e indicadores son la piedra angular de los procesos de acreditación. Sobre ellos se construye todo un sistema, no solo el de garantía de la calidad, sino también el de educación superior. Un sistema de criterios e indicadores inadecuados traerá consigo un sistema de educación superior de baja calidad y por tanto inadecuado para solventar las necesidades sociales. En conclusión, será un sistema de educación superior NO pertinente que habrá dejado de lado su compromiso social (p. 161).
La calidad de la educación superior en un país es consecuencia de lo que ocurre en cada una de sus instituciones. Al respecto, Cleary (2001) menciona:
Los indicadores de desempeño pueden ayudar a que una institución identifique problemas, diseñe soluciones, mejore los programas y servicios, ejerza influencia política, y haga cambios en la política organizacional. El uso sumativo de indicadores de desempeño puede ayudar a dar evidencia de la calidad de una institución, la dirección de fondos públicos, y el nivel de efectividad a legisladores, organismos de acreditación, agencias del Estado, estudiantes, padres, egresados, donantes y el público en general. Los indicadores de desempeño también pueden asistir en la toma de decisiones estratégicas. Sin embargo, ellos no son substitutos de juicios de expertos quienes están íntimamente involucrados en las operaciones diarias y en la Administración de los campus. Los indicadores son señales de calidad, no medidas estadísticas absolutas (pp. 19-28).
Adicionalmente, Cleary (2001) manifiesta que, cuando los sistemas de indicadores de calidad son diseñados y usados efectivamente, los profesores y administradores pueden usarlos para fortalecer y probar el valor de sus programas y construir políticas.
En un sentido similar, Borden y Botril (1994) afirman que, si los indicadores son cuidadosamente construidos y coordinados en las IES, pueden ser usados para enfocar y fortalecer los esfuerzos de mejoramiento de una organización, ayudando a comunicar una misión y unos objetivos institucionales comunes entre sus unidades constituyentes y a reducir la complejidad a proporciones manejables, sin perder de vista la amplitud de los servicios ofrecidos y sus efectos. Asimismo, los indicadores de desempeño comunican las prioridades institucionales y establecen estándares para el desempeño y la responsabilidad social.
La formación de profesionales de calidad es un asunto de responsabilidad y compromiso social de parte de los programas académicos existentes en las IES y de confianza por parte de la sociedad en el trabajo realizado dentro de los procesos educativos para que la educación brindada sea eficaz en los resultados requeridos. Estos procesos y resultados deben ser expresados en forma de indicadores cualitativos y cuantitativos, tal como lo han venido sugiriendo Borden y Botril desde 1994, y como luego lo reafirman y complementan Cleary en el 2001 y Cruz en el 2009. En especial, Cleary resalta la importancia de la utilización de los indicadores para el fortalecimiento de decisiones estratégicas.
Igualmente, como se mencionó en este capítulo, los indicadores son necesarios para el mejoramiento de la gestión y la calidad de la educación (Borden y Botril, 1994; Corvalán, 2000). Corvalán (2000), Misas (2004) y Cruz (2009) se refieren de manera explícita a indicadores de calidad, y sobre la necesidad de su construcción se pronuncian Misas (2004) y Gutiérrez (2009). En cuanto a la asociación o relación estrecha entre indicadores y sistemas de información, se encuentran posturas como la de Corvalán (2000), quien afirma que se necesita conocer qué está ocurriendo, y la de Gutiérrez (2009), que considera que los indicadores dan orden al proceso de producir información y datos relevantes. Asimismo, Fontalvo y Vergara (2010) manifiestan la necesidad de que los indicadores de efectos generen información sobre las causas que los produjeron, y Carot (2011) estima que un sistema de indicadores debe pretender dar respuesta a la necesidad de transparencia e información a la sociedad.
Cruz (2009) y Carot (2011) ya hacían referencia a la necesidad de un sistema de indicadores adecuados para que las universidades sean pertinentes, no dejen de lado su compromiso social y sean de alta calidad en función de las necesidades y expectativas de estudiantes, familia y sociedad. Por otro lado, Corvalán (2000), Gutiérrez (2009) y Fontalvo y Vergara (2010) resaltan la importancia de la medición de la calidad a través de los resultados de los indicadores, los cuales a su vez permiten crear teorías, generar explicaciones y conocimientos o producir nuevos conceptos.
Finalmente, la intención de este proyecto de contribuir al mejoramiento de la calidad de la educación superior a través de la configuración de un sistema de indicadores se enmarca en la perspectiva del Doctorado en Educación en el Contexto de la Calidad de Rudecolombia y la Universidad del Atlántico. Igualmente, la investigación representa una contribución para la línea de investigación en administración y desarrollo de los sistemas educativos del Doctorado en Educación de la Universidad del Magdalena. Además, este trabajo guarda relación directa con los cursos en 1) sistemas de autoevaluación, acreditación y aseguramiento de calidad de las instituciones educativas y 2) universidad y desarrollo, del plan de estudios del Doctorado de la Universidad del Magdalena. Así, es claro que la calidad educativa es uno de los ejes fundamentales del programa de doctorado tanto en la Universidad del Atlántico como en la del Magdalena.
9. El nicho o contexto institucional de la presente investigación corresponde a programas de administración de empresas de IES colombianas y a los organismos que guardan relación con su calidad y evaluación tales como el MEN, el CNA, Conaces y el ICFES.
Capítulo 3
Ruta metodológica para la configuración de un sistema de indicadores de calidad en educación superior
Como consecuencia del problema de investigación, la ruta metodológica para la configuración de un sistema de indicadores de calidad en educación superior, seguida por Sánchez-Quintero (2013) contribuyó a responder la siguiente pregunta:
¿A partir de la comprensión de las perspectivas de directivos, egresados, profesores y pares evaluadores en relación con las razones fundamentales que determinaron los mejores resultados en las pruebas ECAES 2004-2010 y la acreditación por alta calidad, además del análisis de los indicadores del CNA y las interacciones entre indicadores, ¿cuál es el sistema de indicadores cruciales que se requiere configurar para mejorar la calidad integral de los programas académicos en administración de empresas? (p. 41)