Tras los pasos de Jesús. Ricardo E. Facci
gracias a Dios, Hogares Nuevos es uno de ellos.
La realidad, para el caso de latinoamérica, podemos describirla desde las diferentes conferencias del Celam. Europa ha ido a un ritmo similar, simplemente fue abriendo caminos, mostrándose como modelo. Mirando el proceso de los mismos documentos generados, muestra la pendiente resbaladiza, de la que hablamos.
1968. Medellín.
Plantea la familia como un rasgo fundamental de la cultura latinoamericana, a pesar de que la familia se enmarca en realidades sociológicas sumamente diferentes. Señala a la familia, como la institución que más ha recibido los impactos de las transformaciones sociales. Pero no describe con más precisión y detalles las diversas realidades sociológicas y culturales en las cuales se ha encarnado de manera directa la idea de familia. Tampoco menciona la inestabilidad que genera el varón en la realidad familiar, dado que no asume su compromiso matrimonial en grandes sectores de la población latinoamericana, pero sí hace referencia a las consecuencias de esto: pocos casamientos, alto porcentaje de hijos ilegítimos y de uniones ocasionales, alto índice de disgregación familiar, incremento del hedonismo y erotismo que acompaña a la propaganda consumista. No hace referencia al efecto devastador de anti-valores invasores del hogar y que socaban los fundamentos de la vida familiar.
1979. Puebla.
Aquí ya aparece subrayado (Cfr. N° 57), el deterioro de los valores fundamentales básicos como elemento desintegrador de la comunión familiar.
Denuncia que hay familias que se disgregan y destruyen. Corroídas por el egoísmo, el aislamiento, el ansia de bienestar, el divorcio legal o las separaciones de hecho Por supuesto, menciona que hay familias que responden al ser verdaderas Iglesias domésticas, en cuyo seno se vive la Fe, y los hijos son educados en ella, acción sostenida por el buen ejemplo (cfr. N°90)
Hace referencia a un problema grave de muchas familias, como lo es la pobreza, que citando a Juan Pablo II, menciona los índices deprimente de insalubridad, pobreza y aún miseria, ignorancia y analfabetismo, condiciones inhumanas de vivienda, subalimentación crónica, entre otras (Cfr. 571) (Cfr. Ricardo Facci, Opción de los Pobres Latinoamericanos, Ediciones Paulinas, Bs. As. 1982)
También denuncia, que la familia aparece como víctima de quienes convierten en ídolos el poder, la riqueza y el sexo. Contribuyendo a esto las estructuras injustas, los medios de comunicación social, no sólo con sus mensajes de sexo, lucro, violencia, poder, ostentación, sino también destacando lo que contribuye a propagar el divorcio, la infidelidad conyugal y el aborto o la aceptación del amor libre y las relaciones prematrimoniales (Cfr. 573) Señala que contribuye a la desorientación de las conciencias, la falta de unidad de criterios entre los sacerdotes (Cfr. 574). Marca como un impacto negativo sobre la familia la pornografía, el alcoholismo, las drogas, la prostitución y la trata de blancas, como también, las madres solteras y los niños abandonados.
Subraya como positivo, entre otras cosas, el trabajo silencioso y constante de los movimientos a favor de la familia (Cfr. 580).
Los hechos que acusan la desintegración familiar ponen de manifiesto, de diversos modos, la auténtica índole de esta institución (cfr. GS 47), que no fue abolida ni por la pena del pecado original ni por el castigo del diluvio (Liturgia del matrimonio), pero que sigue padeciendo por la dureza del corazón humano (Cfr. 581).
1992. Santo Domingo.
Ya aparecen nuevos desafíos, se habla de la "cultura de la muerte". Los Obispos manifiestan ser testigos de las campañas anti-vida, sumado al egoísmo, el miedo al sacrificio y a la cruz, unidos a las dificultades de la vida moderna, generan un rechazo hacia el hijo.
Plantea el temor que genera el "terrorismo demográfico" que exagera la presentación del crecimiento de la población frente a la calidad de vida (Cfr. 219). Denuncia el "imperialismo anticonceptivo" que avanza a pasos agigantados.
Explicita el tema de la cultura anti vida, hablando de la masacre del aborto, la eutanasia de los niños recién nacidos, ancianos y enfermos estimados como inútiles, defectuosos, o "carga" para la sociedad. También señala que responde como cultura antivida la guerrilla, el secuestro, el terrorismo y el narcotráfico.
Comienza a denunciar cómo los problemas familiares se han vuelto un problema de orden ético-político, agravado por la mentalidad laicista y los medios de comunicación social (Cfr. 216).
2007. Aparecida.
Subraya que la familia es uno de los tesoros más importantes de los pueblos latinoamericanos y es patrimonio de la humanidad. Que una gran parte de la población está afectada por las difíciles condiciones que amenazan directamente a la institución familiar (Cfr. 432). A los legisladores, gobernantes y profesionales de la salud, los responsabiliza ante los crímenes abominables del aborto y de la eutanasia, pidiendo que sean conscientes de la dignidad de la vida. Ante la imposibilidad de frenar ciertas legislaciones anti familia y vida, pide que se favorezca la objeción de conciencia, y quienes no son coherentes con la fe que profesan, queden excluidos de la eucaristía (Cfr. 436). Aparecida ya está reconociendo un avance de las fuerzas del mal sobre la familia, desde las leyes y ciertos ámbitos profesionales.
Se ve claramente, cómo a través de las diferentes décadas, los documentos fueron plasmando la denuncia de un mayor ataque hacia la familia y una degradación creciente en ella. La sociedad al no defender la familia, se auto destruye, por el hecho de que ella es la célula básica del tejido social. Mis amigos, cuando las células se degeneran, hablamos de cáncer. La sociedad tiene cáncer, porque se enferman paulatinamente sus células básicas, las familias. Hogares Nuevos, debe ser como antídoto de este cáncer que avanza y destruye sin miramientos los hogares de la humanidad.
Las estadísticas podrían iluminar todo este tema, aunque es relativa su influencia, porque una cosa es un número y otra es encontrarnos con niños de papás divorciados, o una esposa abandonada, o un esposo que quedó sólo con sus hijos. Anímense a trabajar con sus comunidades, anímense a buscar rostros concretos en sus ambientes y pregúntense cuántos hijos sin sus papás casados, que viven solamente con uno de los dos padres, o con personas que conviven con su madre o su padre, o que están con su abuela, o su tía no es difícil, repasen los compañeros de sus hijos o nietos en la catequesis, en la escuela o el colegio ¿Cuántos anualmente, en tu parroquia, se casan por Iglesia? Allí se darán cuenta de todo lo que el Señor nos indica como tarea a realizar, misión a cumplir.
Debemos escuchar para comprender la dimensión del llamado de Dios. Una atenta escucha de la voz de Dios que se manifiesta en un pueblo que llora y se escandaliza por lo que le ocurre a sus familias, a millones de niños y jóvenes que han perdido la unidad de sus padres, a millones de jóvenes que con sus comportamientos en relaciones pre matrimoniales, sexo libre, alcohol, droga, están "capacitándolos" para destruir las familias que intentarán realizar, si es que llegan a iniciarlas. Dios se manifiesta en todo esto, no podemos cruzarnos de brazos y con mirada pasiva permitir que la humanidad se vaya cayendo a pedazos, que las familias se derrumben, que las verdaderas familias comiencen a ser absolutas minorías en nuestros países.
Si sabemos escuchar a Dios, nuestras bocas podrán salir al mundo a gritar, a modo de verdaderos y comprometidos profetas, las denuncias contra todo lo que ataca y debilita la familia, sobretodo, en una profunda dimensión profética, anunciar a cuatro vientos que el amor es lo principal en la vida del ser humano, todo lo puede, que es lo que da sentido a la vida del hombre, porque el amor es Dios. Negar el amor es negar a Dios. Negar a Dios es negar el amor. Dios es amor. El individualismo actual niega la persona, por lo tanto, la posibilidad del encuentro del "yo" con el "tú", en definitiva niega la posibilidad de amar, y de este modo, está negando a Dios. ¡Basta de propuestas que empequeñecen al hombre y a la familia!
Escuchemos a Dios, para que tengamos autoridad en nuestras palabras, que deben reflejar lo que nos está diciendo Él, a través de la realidad que palpamos.
Hogares Nuevos tiene un serio y enorme compromiso, mis amigos. Pero Hogares Nuevos no existe sin mi compromiso, sin tu compromiso. Aunque seamos dos los que queramos vivir como Hogares Nuevos, éste va a poder continuar con el accionar evangelizador de la familia; pero si la conciencia y el compromiso lo asumimos miles,