Tras los pasos de Jesús. Ricardo E. Facci

Tras los pasos de Jesús - Ricardo E. Facci


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ejes transversales de toda acción evangelizadora de la Iglesia. Hogares Nuevos necesita ser útil en la pastoral familiar diocesana, tener presencia en los distintos rincones de las diócesis es muy necesario, pero mucho más importante es trabajar eficazmente en dar vida a la pastoral familiar inserta en los planes pastorales diocesanos, de manera “intensa y vigorosa” (DI). Nuestros pastores necesitan que nuestro ser y hacer sea intenso y vigoroso para proclamar el evangelio de la familia, promover la cultura de la vida, trabajando para que los derechos de las familias sean reconocidos y respetados. Si nuestras familias se van tornando en discípulas y misioneras, Hogares Nuevos entonces será una respuesta efectiva (cfr. Documento de Aparecida 435).

      Nuestra Espiritualidad.

      Hogares Nuevos les anunció a cada uno de ustedes esposas y esposos, a vivir la verdad íntima del amor conyugal, porque están llamados, por su nombre, a encontrarse con la esposa, con el esposo en plenitud personal (cfr. FC 32).

      Nuestra Espiritualidad en Hogares Nuevos tiene como punto de partida aquel anuncio kerigmático que ustedes recibieron durante el encuentro en la mañana del domingo. El anuncio kerigmático que Cristo está en medio de ustedes dos por el sacramento del matrimonio. Cristo comparte su presencia viva y real en medio de los dos. Nosotros, los hijos, nos nutrimos del Cristo Conyugal, Cristo Vivo nos alimenta a través de los canales de Gracia y Santificación familiar. Las vivencias de la familia van nutriendo a los hijos, compartiendo con los padres, la presencia de Cristo en medio nuestro.

      Como esposos recibieron aquella mañana del encuentro la invitación a descubrir a Cristo Vivo y Resucitado que quiso correr la piedra del sepulcro de nuestra vida, del sepulcro en el que se había transformado nuestro corazón. Y como dice el evangelio de Jn 20,1-9: “María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro y comenzaba a amanecer vio la piedra corrida, quitada del sepulcro…” ¿Quién nos correrá la piedra de nuestro sepulcro? Cristo Vivo y resucitado comenzó a quitar la piedra y abrir nuestro sepulcro para resucitar Cristo en nuestro corazón. ¿Quién nos va a correr la piedra? Hogares Nuevos nos ayudó a mover la piedra del sepulcro que no permitía experimentar la presencia de Cristo en la vida personal, de los esposos y la familia. Hogares Nuevos les ayudó a descubrir y encontrar a Cristo Vivo y resucitado y hacerlo protagonista de la vida familiar, con la eficacia de su presencia en cada uno de ustedes que, cuando reciben el sacramento de la penitencia y la eucaristía, y cuando se entregan como esposos, uniéndose al mismo tiempo a Cristo, construyen una comunión de personas, la primera comunidad de personas.

      También, recibieron esa mañana el anuncio de que Cristo se quedó en medio de ustedes dos para llenar, colmar, las vasijas de ustedes, como lo hizo en las Bodas de Cana, con el mejor vino. Recuerden que cada vasija simbolizaba un regalo necesario para la felicidad de su matrimonio y familia. Recuerden que en el encuentro les dijeron que habían recibido, el día que se casaron, regalos especiales, como las vasijas de las bodas de Caná, que había que abrirlos porque estaban cerrados todavía y había que desempolvarlos.

      Entonces, las vasijas son:

      1-Completar, significa que el amor de Dios, toma el amor humano y lo completa, para poder amarse con el mismo amor de Él. Éste es el amor de caridad. Amar al esposo o esposa como Cristo lo haría en el lugar de cada uno.

      2-Perdonar, es decir: para poder cultivar cada día la frescura del matrimonio y ser misericordiosos como el Padre lo ha sido con nosotros. Y lo seguirá siendo cada vez que necesitemos su perdón. Esta es la medida con que tenemos que llenar esta vasija del perdón.

      3-Unir, porque cada día que amanece comienza el desafío de acercar los corazones y desterrar el individualismo de los dos y así construir la unidad que plenifica. Esa plantita que debemos regar cada día y que se llama Unidad.

      4-Ser fecundos, la fecundidad es el fruto y el signo del amor entre los esposos, el testimonio vivo de la entrega plena y reciproca entre los dos (Cfr. FC28).

      5-Elevar, aquella hermosa misión que como esposos tienen el uno para con el otro de tener el mejor del mundo y transformarlo en el mejor del cielo, para que un día como fruto de un proceso que les llevo toda la vida, puedan llegar al momento en que uno tenga que despedir al otro y decirle de corazón: ahora puedes ir en paz.

      6-Iluminar, esta es una invitación muy fuerte que apunta a que deben ser el testimonio vivo de que la familia se transforma con Cristo en medio “como en una Sagrada Familia”: papá, mamá, los hijos y Jesús: en una Sagrada Familia actual que hoy debe iluminar la oscuridad del mundo que vive en tinieblas… humildemente nuestras familias deben ser modelo para las otras familias.

      Estos seis regalos, seis vasijas durante tantos años los proveen a los matrimonios del buen vino. Si se encuentran un día que se les acaba el vino del amor esponsal acudan a María, a María Reina de las Familias, ella intervino para que su Hijo llenara las vasijas del mejor vino en aquellas bodas de Cana. Cristo está interesado de una manera primordial en acudir en ayuda a los esposos cristianos.

      La vocación a la que todo matrimonio, pero sobre manera, un matrimonio con responsabilidades pastorales, debe vivir y anunciar “la verdad interior del amor conyugal, ustedes están llamados a entregarse en plenitud personal” (cfr. FC 32). Esta entrega en plenitud personal de ustedes dos beneficiará la familia, a Hogares Nuevos, a la vida de la Iglesia.

      En la sociedad hay tantísimas parejas que no construyen sobre sólidos cimientos su amor y su familia, y también hay tantos matrimonios que solo tienen tinajas pero vacías de amor… Nuestra misión como Hogares Nuevos es salir a buscar en la periferia de la humanidad las familias, las parejas que necesitan el anuncio de Cristo, los jóvenes hoy se juntan y no saben por qué lo hacen, si por moda o porque son vidas heridas, en la niñez, por el desamor familiar.

      Cristo quiere depositarse en el amor de dos personas, Él quiere que penetremos los rincones de nuestra sociedad y salgamos en ayuda a reconstruir las vasijas de los esposos, de las parejas, de las uniones de hecho, porque sus padres no los prepararon para el amor responsable y a su vez estos padres cuando eran pequeños carecían de la enseñanza del valor de la fidelidad, del valor de la familia. Es una cadena de desamor y falta de transmisión de lo esencial de la formación para la vida. En vez de juzgarlos, hay que acompañarlos y mostrarles el ideal, para luego re-construir esas familias.

      Llevemos a María y a su Hijo a aquellos esposos y aquellas parejas que necesitan acompañamiento para regularizar su situación de vida, esta debe ser una tarea evangelizadora concreta de Hogares Nuevos… Hogares Nuevos tendrá que hacer una opción fundamental de apostolado por las familias, cada vez más definida y trabajada en nuestras diócesis y comunidades.

      Si estas herramientas que Hogares Nuevos brinda para la vida matrimonial, se las refleja en la vida de comunidad, es la oportunidad en la que un matrimonio animador o con responsabilidades dentro de su comunidad o diócesis, pueda aportar el mejor vino de sus tinajas, entonces, estará aportando a su comunidad, equipo de trabajo, coordinación, diócesis… Entonces, a través de cada vasija, podrá dar:

      1-Completar, poder llegar a completar el amor humano en amor de caridad. En los trabajos de comunidad, diocesanos, en la intencionalidad que se pone cuando se realizan las cosas… El amor de caridad.

      2-Perdonar, esencial en la vida comunitaria, para construirla, sólidamente sin cúmulo de heridas.

      3-Unir, desterrando el individualismo y construyendo la unidad que plenifica.

      4-Ser fecundos, sobre todo, la fecundidad espiritual que hace que muchos tengamos hermanos, hijos y padres espirituales, pasando a tener, de algún modo, una segunda familia, cultivando lazos, tal vez mas importantes, con quienes se sienten más apoyados que incluso por los propios familiares. Conozco hijos de Hogares Nuevos que cultivan una relación espiritual muy profunda con los matrimonios que trabajan en el movimiento Hijos de Hogares Nuevos, que sienten que estos son sus segundos padres. Entonces, estamos llamados a ser fecundos en la comunidad, en nuestra relación de trabajo, en los equipos y con el movimiento Hijos de Hogares Nuevos.

      5-Elevar, aquella hermosa misión de hacer de la comunidad la mejor del mundo y que lleguen a decir de nosotros: miren como se aman y luego, la comunidad llegue a ser la mejor del cielo. Hoy


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