La práctica de la preparación física. Estélio H.M. Dantas
en los deportes fundamentados en la velocidad y en la fuerza explosiva, y en aquellos en los que se renueve periódicamente el objetivo de la especialización.
Los deportes en los cuales se utilice básicamente la fuerza explosiva y la velocidad permiten alcanzar tres o más picos por año, y en la periodización de su entrenamiento pueden alternarse los ciclos anuales y semestrales. En los primeros, el énfasis se pone en la asimilación de grandes volúmenes de carga y en la renovación de la técnica utilizada, a diferencia de los ciclos semestrales, en los que el énfasis se pone sobre todo en la intensidad del entrenamiento y en el perfeccionamiento de la técnica utilizada.
Lo mismo sucede en los deportes en los que se renueva periódicamente el objetivo de la especialización, tales como la gimnasia olímpica, el salto con acrobacia, etc. En estos deportes, el ciclo anual permite asimilar las nuevas series o los nuevos movimientos, y el ciclo semestral permite el perfeccionamiento de la ejecución para la competición. Todo lo dicho se resume en la figura 3.9
En la figura 3.10 aparecen los deportes de alta complejidad técnica (salto con pértiga, lanzamientos, etc.), que pueden alcanzar hasta cuatro picos por año; sin embargo, existen escritos en la literatura especializada de deportistas que obtuvieron seis picos por año debido a la relativamente pequeña necesidad de recuperación al alcanzar una actuación óptima (aproximadamente dos semanas). Matveev (1977), en su obra Periodización del entrenamiento deportivo, compara los resultados obtenidos en algunas pruebas de atletismo en las que los deportistas fueron sometidos a un entrenamiento que presentaba una periodización anual o semestral. En la figura 3.10 se presentan dichos resultados.
Como se verifica tras el análisis de la figura 3.10, existe una mejora de aproximadamente un 55% en las modalidades de baja complejidad técnica (100 m y lanzamiento de peso) y de un 67% en las de alta complejidad (saltos y lanzamientos) cuando se pasa de un macrociclo anual a uno semestral. Estas cifras demuestran, para estas modalidades, la superioridad de la periodización doble sobre la simple.
En las temporadas en las que no hay una competición importante para establecer su futuro deportivo (olimpíadas, campeonatos mundiales, juegos panamericanos, etc.), los deportistas de alto rendimiento utilizarán el macrociclo de competición (figura 3.11).
Se puede observar que ese macrociclo tiene un corto período de preparación y que, por este motivo, no presenta una fase básica, gozando de esta forma de todo el tiempo de entrenamiento disponible para el trabajo específico.
Figura 3.9. Relación entre el tipo de periodización y el número de picos anuales
Figura 3.10. Comparación entre la eficacia de la utilización de un macrociclo anual o semestral de atletismo.
Figura 3.11. Macrociclo de competición.
(1) Competiciones
Este tipo de trabajo no se puede mantener más de tres o cuatro temporadas seguidas, ya que compromete la capacidad física, técnica y psicológica del deportista, como se puede observar en el equipo brasileño de voleibol masculino durante la temporada de 1994.
3.4. DIVISIÓN DEL MACROCICLO
Dependiendo del objetivo a medio plazo, el macrociclo será dividido en períodos homogéneos, durante los cuales se realizarán tareas y se aplicarán cargas de la misma naturaleza.
El macrociclo de un entrenamiento de alto nivel tendrá tres períodos:
Gomes Tubito (1979), teniendo en cuenta la realidad deportiva brasileña, añade un período más: el previo al preparatorio.
De esta forma, el macrociclo sería subdivido en períodos y éstos, a su vez, en las siguientes fases:
A) Período previo a la preparación
No se encuentran referencias a este período en la literatura internacional por existir continuidad en el proceso de entrenamiento a lo largo de los años, para mantener bajo control todas las variables del entrenamiento del deportista.
El período previo a la preparación serviría para iniciar correctamente un programa plurianual de entrenamiento mediante los factores influyentes: recursos disponibles, evaluación de los deportistas, movilización de recursos, etc.
Este período se subdivide en tres fases:
En la fase de anteproyecto de entrenamiento se toma contacto con la realidad de la tarea y con los objetivos. Es también una fase en la que se reunirá toda la información necesaria de cara a fijar el plan de entrenamiento.
Es la fase de ejecución de tests técnicos, físicos, psicológicos y médicos a los deportistas.
En esta fase se establecerá la estructura de la planificación del entrenamiento.
B) Período de preparación
Es el período en el que el deportista alcanzará la condición competitiva de la temporada. Le seguirá la fase de planificación del período pre-preparatorio con el objetivo de incrementar eficazmente el nivel técnico-táctico, físico y psicológico, permitiendo de esta forma alcanzar la actuación óptima en las competiciones programadas.
Se dividirá en dos fases:
La duración de estas fases es variable de acuerdo con el tipo de periodización elegida, con las peculiaridades de la modalidad y con el calendario deportivo. Mientras tanto, se debe tener en mente que, por exiguo que sea el tiempo de entrenamiento, se precisa un período preparatorio y otro competitivo, pero no beneficiará un período preparatorio inferior a tres meses en fases básicas y específicas.
Salvo excepciones, la fase básica tendrá siempre una duración mayor que la fase específica.