La izquierda mexicana del siglo XX. Libro 3. Arturo Martínez Nateras

La izquierda mexicana del siglo XX. Libro 3 - Arturo Martínez Nateras


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represiva del gobierno obedeció al pavor del sistema por la mella que la movilización estudiantil y social podría causar al principio de autoridad, al statu quo y a la imagen presidencial.

      17 Según los testimonios de Alejandro López Murillo y Martha Maldonado, se asegura que los cubanos no aceptaron financiar ni entrenar al MAR por las relaciones entre ambos gobiernos. López Murillo –en una estancia realizada en Cuba– preguntó a Sergio del Valle, viceministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, si era factible que su gobierno los recomendase con los norcoreanos, a lo que respondió comprometiéndose a ello, estableciéndose el contacto con el gobierno de Corea del Norte. Ver los testimonios en Enrique Condés Lara, Represión y rebelión en México (1959-1985): “Corea del Norte y México”, “El maoísmo en México”, “La Revolución cubana y México”, “La cara desconocida del Partido Comunista Mexicano”, México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla/Miguel Ángel Porrúa Editor, 2009, tomo III, pp. 33-34.

      18 Adela Cedillo, El fuego y el silencio. Historia de las Fuerzas de Liberación Nacional, México, Edición del Comité del 68, 2008, p. 110, y Condés Lara, op. cit., t. III, pp. 34-35.

      19 Las declaraciones de los militantes presos expresan las prácticas corruptas en la burocracia mexicana que les permitieron con facilidad obtener la documentación para su salida al extranjero, así como el entendimiento coyuntural al que llegaron los funcionarios norcoreanos con los agentes de migración soviéticos para permitir la entrada y salida de los mexicanos con pasaportes norcoreanos.

      20 Verónica Oikión Solano, “El Movimiento de Acción Revolucionaria. Una historia de radicalización política”, en Verónica Oikión Solano y Marta Eugenia García Ugarte, Movimientos armados en México, siglo XX, 3 v., Zamora, El Colegio de Michoacán y CIESAS, 2006, tomo II, pp. 433-436. Cuando fue detenido Raymundo Ibarra Valenzuela, declaró que a la llegada al campamento el representante del Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea “los exhortó para que aprovecharan la instrucción que recibirían que les sería útil para la lucha que deberían emprender a su regreso a México para la implantación de un sistema socialista que sustituyera al régimen actual”, en AGN/FDGIPS, caja 2750, exp. 2. La estancia en Corea del Norte les proporcionó conocimientos sobre historia de la revolución norcoreana, así como aprendizaje de la táctica militar. Ver las declaraciones de Camilo Estrada Luviano, México, D.F., 17 de marzo de 1971, en AGN/FDGIPS, caja 1144-B. El entrenamiento también incluyó conocimientos de topografía y de zapa, y fabricación de artefactos explosivos, así como el estudio del “enemigo”.

      21 Oikión, “El Movimiento de Acción Revolucionaria…”, en op. cit., tomo II, p. 437, y Entrevista a Rogelio Raya Morales en Peñaloza Torres, en “La lucha de la esperanza…”, op. cit., p. 133. Castañeda puntualiza que el MAR no se erigió pro soviético, pues, “En aquel tiempo de profundas divergencias de los soviéticos con los coreanos del norte, no era posible ser prosoviético y al mismo tiempo recibir entrenamiento militar en Corea del Norte. Las contradicciones entre ambos partidos comunistas divergían en relación con la propuesta de la vía armada para hacer la revolución”, en Castañeda, La negación del número..., op. cit., p. 49.

      22 Carta de Castañeda y Pacheco, ya citada.

      23 Raymundo Ibarra Valenzuela confirma que el MAR “es un movimiento aislado totalmente de la población”, y Martha Elba Cisneros Zavala explica que no se realizó trabajo político para acercar al MAR con la población. Ambos testimonios en entrevistas concedidas a Peñaloza Torres, en “La lucha de la esperanza…”, op. cit., pp. 105-106.

      24 Castañeda, La negación del número..., op. cit., pp. 51-52.

      25 El MAR reconoció desde un principio que la labor de su comando de expropiación era fundamental debido a que “La revolución cuesta cara y el pueblo no tiene con que sostenerla, porque lo han despojado, ahora serán despojados los acaparadores de dinero (los banqueros) para poder sufragar los gastos de la revolución”, en “Algunas verdades sobre el M.A.R. (Movimiento de Acción Revolucionaria)”, ya citado.

      26 Condés Lara, op. cit., t. III, pp. 54-55. Salvador Castañeda acota que el secuestro no se estableció como práctica rutinaria para obtener recursos económicos. Comunicación personal de Salvador Castañeda el 5 de febrero de 2011.

      27 Hubo la pretensión, del todo fallida, de construir una red urbana, según el testimonio de Rogelio Raya Morales en Entrevista de Rogelio Raya Morales realizada por Peñaloza Torres, en “La lucha de la esperanza…”, op. cit., p. 86.

      28 El documento suscrito por Jaime en julio de 1970 se localiza en AGN/FDFS, exp. 11-207-71/H-57-75/L-2.

      29 Gómez Souza calcula entre 90 y 120 el número de militantes, en Peñaloza Torres, “La lucha de la esperanza...”, op. cit., p. 102. En noviembre de 1970, Ana María Parra de Tecla y Armando González Carrillo realizaron reuniones en la Ciudad de México alentando a jóvenes a integrarse. Ver declaraciones de Roberto Antonio Gallangos Cruz, Informe del director de la DFS, “Liga Comunista 23 de Septiembre. Brigada Roja”, 19 de junio de 1975, en AGN/FDGIPS, caja 2779, exp. único.

      30 El único golpe para allegarse fondos en este periodo se produjo al asaltar a los encargados del Banco de Comercio de Morelia en la terminal de los autobuses Tres Estrellas de Oro en la Ciudad de México el 19 de diciembre de 1970.

      31 Pineda, op. cit., pp. 51-54. Gómez Souza descartó divisiones de gran magnitud, en Peñaloza Torres, “La lucha de la esperanza...”, op. cit., p. 137.

      32 Castañeda, La negación del número..., p. 55.

      33 Había “concentración del trabajo en unos cuantos, ausencia de compartimentación, subjetivismo de­sorbitado, subestimación del enemigo y sobreestimación de nuestras fuerzas, infracción de medidas de seguridad, concepciones erróneas en el método y estilo de trabajo”, en la Carta de Castañeda y Pacheco, ya citada.

      34 AGN/FDFS, exp. 11-207-71/H-257-259-/L-5 Hasta mayo de 1971 los militantes presos pudieron ofrecer su versión de los hechos por escrito en “Algunas verdades sobre el M.A.R. (Movimiento de Acción Revolucionaria)”.

      35 “En resumen, nos inclinamos a pensar que fueron nuestros errores e ineficaces medidas de seguridad, junto a una gran dosis de brutalidad de la policía y algo de astucia de su parte, lo que nos condujo a prisión y al descubrimiento de importantes secretos organizativos”, en “Algunas verdades sobre el M.A.R. (Movimiento de Acción Revolucionaria)”.

      36 “Boletín de Prensa”, Procuraduría General de la República,


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