Desmontando a un corrupto. Cristina Sorio
archivado? —me preguntó.
—Bueno, te diré que, tal y como nos permite la ley, hemos prorrogado la investigación seis meses más antes de decidir si lo archivamos o se lo mandamos a la juez.
—¿Eso es que está muy verde? ¿No hay delito?
—No puedo avanzarte mucho más, solo que vamos a seguir con el caso unos meses más y a ver qué pasa.
—Vale. Y eso lo puedo publicar, ¿verdad?
—Eh.... Bueno…
Acababa de mentirle y comencé a sentirme mal, pero en ella encontré la vía para averiguar si realmente había alguien espiándonos. No habíamos decidido prorrogar la investigación. No sé cómo había podido decírselo. Pero estaba desesperado. Necesitaba respuestas…
—Bueno... Pero sin más detalles —le contesté finalmente.
Tras concluir con este asunto, la periodista se quedó un rato más en el despacho. Berta era una joven agradable y trabajadora, aunque algo despistada, pero a mí me parecía graciosa.
La conocía desde hacía más de un año y la primera vez que se dirigió a mí fue para preguntarme por un tema que había investigado sobre una supuesta prevaricación en una construcción pública en la ciudad de Valencia.
En ese primer encuentro, en el que apenas intercambiamos palabras, me pareció una buena chica. En Fiscalía solemos tener un trato casi diario con periodistas de diferentes medios que se dedican a cubrir la sección de tribunales y, pese a que existe buena relación, intentamos mantener cierta distancia porque somos conscientes del papel que juega cada uno.
Con Berta siempre había sido bastante fácil. Ella hacía su trabajo, me preguntaba por lo que le interesaba y luego yo hacía el mío, que era contarle hasta donde podía. Ambos nos entendíamos. Si le decía que no podía avanzarle nada de un determinado caso, se callaba y no volvía a preguntarme por ello hasta que yo se lo volvía a nombrar.
Berta solía visitarme al menos una vez a la semana y, lo que en principio fue una relación totalmente profesional, comenzó a volverse algo más personal. Íbamos conociéndonos mejor y eso era algo que, por lo menos a mí, me generaba más tranquilidad, ya que el mundo de los medios de comunicación siempre me ha parecido algo resbaladizo.
Precisamente por esta buena relación que había entre nosotros, me sabía fatal lo que acababa de hacer minutos atrás. Tal vez me había equivocado, pero no había marcha atrás. Ahora solo podíamos esperar a que aquella argucia saliera bien.
Esa misma tarde pudimos leer Ferráez y yo en algunos medios de comunicación digitales lo que le había contado a la periodista. «Fiscalía prolonga seis meses más la investigación sobre el caso Cooperación», decían los titulares. También se hizo eco de esta información la radio y, al día siguiente, los medios escritos.
Ahora tendría que ver si aquella mentira daba sus frutos y nos permitía despistar a los que estaban bajo sospecha. El objetivo era que se tuviera la percepción de que no veíamos muy claro la comisión de algún tipo de delito y que, por tanto, habíamos prolongado la investigación, pese a que la misma ya estaba muy avanzada y, de hecho, hacía ya algún tiempo que se había judicializado.
Y parece que dio resultado.
—David, acabamos de interceptar una comunicación extraña que nos ha descolocado. Míster X ha llamado a Quildo para comunicarle que ha leído en la prensa que Fiscalía ha tenido que prorrogar las pesquisas porque al parecer no termina de ver el delito. Ha dicho que es una buena noticia y que parece que vais bastante perdidos. ¿Qué significa esto? —me preguntó el inspector Aquilino.
—Significa que nuestro plan ha salido bien —le respondí.
Le expliqué que, si pensaban de esa forma, se iban a relajar un poco más y podrían cometer más errores que nos llevarían a averiguar la verdad. No sabían que les estábamos escuchando, que les estábamos siguiendo, con lo que íbamos un paso por delante. O al menos eso pensaba yo.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.