Manual de goniometría. Cynthia C. Norkin

Manual de goniometría - Cynthia C. Norkin


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un arco de 180 grados. La flecha corta y gruesa muestra el ROM de extensión, que se mide en goniometría.

      El ROM asistido activo es el arco de movilidad producido por la contracción muscular asistida por una fuerza externa. Durante el proceso de exploración, la fuerza externa es aportada por el examinador. En otros casos, la fuerza externa puede proceder de una región sana del cuerpo del individuo, o de un aparato mecánico.

      El ROM pasivo es el arco de movilidad producido cuando el examinador aplica una fuerza externa. El individuo se mantiene relajado y no desempeña ningún papel activo en la producción de movimiento. Normalmente, el ROM pasivo es ligeramente mayor que el ROM activo16-18 porque las articulaciones poseen una pequeña cantidad de movimiento que no está sometido a control voluntario. El ROM adicional pasivo disponible al final del ROM activo y normal se debe al estiramiento de los tejidos que rodean la articulación y al volumen reducido de los músculos relajados en comparación con los músculos contraídos. Este ROM adicional pasivo ayuda a proteger las estructuras articulares porque permite absorber fuerzas extrínsecas a la articulación.

      La prueba del ROM pasivo ofrece al examinador información sobre la integridad de las superficies articulares y sobre la extensibilidad de la cápsula articular y los ligamentos, músculos, fascia y piel. Comparaciones entre el ROM pasivo y el ROM activo aportan información sobre la movilidad permitida por las estructuras articulares asociadas (ROM pasivo) respecto a la capacidad individual para producir movimiento en una articulación (ROM activo). En casos de alteración, como debilidad muscular, el ROM pasivo y el ROM activo tal vez varíen considerablemente.

      Ejemplo: Un examinador tal vez halle que una persona con parálisis muscular conserva el ROM pasivo completo, pero no el ROM activo de la misma articulación. En este caso, las superficies articulares y la extensibilidad de la cápsula articular, de los ligamentos, músculos, tendones, fascia y piel son suficientes como para permitir un ROM pasivo completo. La falta de fuerza muscular limita el movimiento activo de la articulación.

      Si se experimenta dolor durante el ROM pasivo, a menudo se debe al movimiento, estiramiento o pinzamiento de las estructuras no contráctiles (inertes). El dolor que se produce al final del ROM pasivo tal vez se deba al estiramiento de estructuras contráctiles, así como de estructuras no contráctiles.19 El dolor durante el ROM pasivo no se debe al acortamiento activo (contracción) de tejidos contráctiles. Al comparar qué movimientos (activos frente a pasivos) causan dolor y establecer la localización del dolor, el examinador comienza a determinar los tejidos dañados que están implicados. Una cuidadosa atención a la sensación final, a la localización de la tensión tisular y al dolor durante el ROM pasivo también aporta información sobre las estructuras que limitan el ROM.

       Sensación final

      El grado de movilidad pasiva depende de la estructura única de la articulación que se somete a prueba. Algunas articulaciones se estructuran de modo que las cápsulas articulares limiten el final del ROM en una dirección concreta, mientras que otras articulaciones se estructuran de modo que los ligamentos limitan el final de un ROM particular. Otras limitaciones normales al movimiento comprenden tensión pasiva en tejidos blandos como músculos, fascia y piel; aproximación de los tejidos blandos, y contacto de las superficies articulares.

      El tipo de estructura que limita un ROM presenta una sensación característica que detecta el examinador al evaluar el ROM pasivo aplicando una ligera sobrepresión al final de la movilidad. Esta sensación, que el examinador experimenta como una barrera que impide continuar el movimiento, se llama sensación final.6,19,20 La capacidad de determinar el carácter de la sensación final requiere práctica y sensibilidad. La determinación de la sensación final se desempeña lenta y cuidadosamente para detectar el final del ROM y distinguir las distintas sensaciones finales, normales y anormales. La capacidad de distinguir las distintas percepciones finales ayuda al examinador a identificar el tipo de estructura limitadora. Cyriax,19 Kaltenborn6 y Paris20 han descrito diversos tipos de sensación final normal (fisiológica) y anormal (patológica). La tabla 1.2, que describe los tipos normales de sensación final, se ha adaptado a partir del trabajo de estos autores, aunque son muy similares a los presentados por Kaltenborn.6

       TABLA 1.2 Sensación final normal

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      Recientemente los investigadores han comenzado a realizar estudios para determinar la validez y fiabilidad de la sensación final. Petersen y Hayes investigaron la teoría de Cyriax según la cual los tipos anormales de sensación final son significativamente más dolorosos que los normales. Los autores confirmaron parcialmente la teoría de Cyriax de que algunas percepciones finales anormales son significativamente más dolorosas que las normales en las dos articulaciones (rodilla y hombro) incluidas en su estudio.21 Hayes y Petersen documentaron que, en general, la fiabilidad en la identificación de la sensación final se consideraba buena cuando el mismo examinador identificaba las tres percepciones finales normales y las seis anormales en la rodilla y el hombro.22 Sin embargo, el grado de coincidencia de los distintos examinadores en la misma sensación final fue escaso. Manning y colaboradores23 llevaron a cabo un estudio para evaluar la fiabilidad de la identificación de la sensación final, la provocación del dolor y la hipomovilidad de cada una de las articulaciones cervicales desde C2-C3 hasta C6-C7 en personas sintomáticas. Se halló una fiabilidad clínicamente aceptable sobre todo para la evaluación de la hipomovilidad articular y para la sensación final en el segmento discal de las vértebras cervicales inferiores del lado menos doloroso, pero no en el lado más doloroso.

       TABLA 1.3 Sensación final anormal

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      En los capítulos 4 a 11 describimos lo que creemos que son sensaciones finales normales y las estructuras que limitan el ROM de cada articulación y movimiento. Debido a la escasez de literatura específica en esta área, estas descripciones se basan en nuestra experiencia en la evaluación del movimiento articular y en la información obtenida de los manuales de anatomía7,24-28 y biomecánica.29,30 Existe controversia entre los expertos respecto a las estructuras que limitan el ROM de algunas partes del cuerpo. Las variaciones individuales normales de la estructura corporal tal vez también determinen que la sensación final difiera de nuestra descripción. Los examinadores deben practicar a fin de distinguir los distintos tipos de sensación final. El ejercicio 1 del capítulo 2 cumple este propósito.

      El término hipomovilidad se refiere a una disminución del ROM sustancialmente inferior a los valores normales de esa articulación, dada la edad y sexo del individuo. Por ejemplo, la sensación final se aprecia pronto en el ROM y tal vez su cualidad difiera respecto a lo esperado. Esta limitación del ROM pasivo puede deberse a diversas causas, como anomalías de las superficies articulares, acortamiento pasivo de las cápsulas articulares, ligamentos, músculos, fascia y piel, o a inflamación de estas estructuras.

      La hipomovilidad se ha asociado con muchas enfermedades traumatológicas como osteoartritis,31 trastornos de la columna vertebral32 y trastornos metabólicos como diabetes.33,34 La disminución del ROM es también una consecuencia habitual de


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