Manual de goniometría. Cynthia C. Norkin
medición estandarizada para las tareas de movilidad de Beighton.51 Se han propuesto otros criterios, incluyendo movimientos articulares adicionales y signos extraarticulares.52,53
TABLA 1.5 Escala de hipermovilidad de Beighton
Según Grahame,48 también hay que tener en cuenta los siguientes movimientos articulares: más de 90 grados de rotación lateral del hombro, más de 60 grados de hiperextensión de las articulaciones interfalángicas distales y más de 90 grados de extensión de la articulación metatarsofalángica del I dedo. Además de los hallazgos de Grahame, Smith, Jermane y Easton,47 en una revisión sistemática de estudios sobre el SHMAB, hallaron evidencias que sugieren que las personas con este síndrome presentan un sentido significativamente deficiente de la postura articular en comparación con personas que no lo padecen. Smits-Engelman, Klerks y Kirby54 realizaron un estudio prospectivo de 551 niños daneses de 6 a 12 años de edad para evaluar la validez de la escala de Beighton como medición generalizada de la hipermovilidad. Fisioterapeutas cualificados evaluaron a los niños recurriendo a la goniometría para medir el ROM pasivo. Más del 35% de los niños puntuaron por encima de 5/9 en la escala de Beighton. Los autores llegaron a la conclusión de que, cuando se emplea la goniometría, la escala de Beighton es un instrumento válido para medir la movilidad articular generalizada en niños de 8 a 12 años y que no se necesitan ítems adicionales para mejorar la escala, como sugiere Grahame.48
Factores que influyen en el grado de movilidad
El grado de movilidad varía según los individuos y en él influyen factores como la edad, el sexo y si la movilidad es activa o pasiva. Se han realizado bastantes estudios de investigación sobre los efectos de la edad y el sexo sobre el ROM de las extremidades superiores e inferiores, así como sobre el de la columna vertebral. Otros factores como el índice de masa corporal, las actividades laborales y las actividades recreativas influyen en el ROM, pero no se han estudiado tan ampliamente como la edad y el sexo. Además, factores que se relacionan con el proceso de las pruebas, como la postura para la prueba, el tipo de instrumento empleado, la experiencia del examinador, e incluso el momento del día, se ha comprobado que influyen en las mediciones del ROM. En este capítulo de introducción se presenta un breve resumen de los hallazgos de la investigación que examinan los efectos de la edad y el sexo. Para ayudar al examinador, al final de los capítulos 4 a 13 se presenta información más detallada sobre los efectos de la edad y el sexo sobre las articulaciones estudiadas. Cuando está disponible, se incluye información sobre los efectos de las características y el proceso de las pruebas.
Idealmente, para determinar si un ROM está alterado, el valor del ROM de la articulación estudiada se compara con los valores del ROM de personas de la misma edad y sexo, y con los estudios que usaron el mismo método de medición. A menudo tales comparaciones no son posibles, porque no se han establecido para todos los grupos normas basadas en la edad y el sexo. En tales situaciones, el ROM de la articulación se compara con la misma articulación de la extremidad contralateral del individuo, probando que la extremidad contralateral no está alterada ni se usa selectivamente en actividades atléticas o laborales. La mayoría de los estudios han hallado pocas diferencias entre el ROM de las extremidades derecha e izquierda.54-57 Unos pocos estudios17,59,60 han documentado valores del ROM algo inferiores en algunas articulaciones de la extremidad superior del lado derecho o dominante en comparación con el lado contralateral, hecho que Allender y colaboradores58 atribuyen al incremento de la exposición al estrés. Si la extremidad contralateral es inapropiada para la comparación, el ROM particular debe compararse con la media de los valores de ROM que aparece en los manuales de la American Academy of Orthopaedic Surgeons11,12 y otros libros normativos.1,3,7,60,61 Sin embargo, en algunos de estos textos no se identifican las poblaciones de las que se obtienen los valores, ni tampoco las posturas para las pruebas ni el tipo de instrumentos de medición usados.
La media de los valores del ROM, publicada en diversos libros normativos, se resume al inicio de los Procedimientos para las pruebas de la movilidad de cada movimiento y en las tablas al final de los capítulos 4 a 13. Los valores del ROM presentados deberían servir solo como guía general para identificar el ROM normal frente al alterado. A veces se documentan considerables diferencias en la media de los valores del ROM entre las distintas referencias bibliográficas.
Edad
Se han realizado numerosos estudios para determinar los efectos de la edad sobre el ROM de las extremidades y la columna vertebral. Existe un acuerdo general entre los investigadores sobre los efectos de la edad en el ROM de las articulaciones de las extremidades de neonatos, bebés y niños pequeños de hasta 2 años de edad.44,62-66 Estos efectos de la edad son específicos de la articulación y el movimiento, pero no parecen verse influidos por el sexo; tanto hombres como mujeres se ven afectados de forma similar. Los grupos de edad más jóvenes presentan mayor flexión, abducción y rotación lateral de las caderas, y mayor flexión dorsal del tobillo, así como más movilidad del codo en comparación con adultos. Los valores medios de estos grupos de edad difieren más de dos desviaciones típicas de los valores medios de los adultos publicados por la American Academy of Orthopaedic Surgeons12 y la American Medical Association.1 Por tanto, siempre que sea posible se usarán las normas apropiadas para los grupos de edad con neonatos, bebés y niños pequeños de hasta 2 años de edad.
La mayoría de los investigadores que han estudiado a diversos grupos de edad han hallado que los adultos mayores tienen algo menos de ROM en las extremidades que los adultos más jóvenes. Estos cambios del ROM relacionados con la edad de los adultos más mayores también son específicos de la articulación y el movimiento, y tal vez afecten a hombres y mujeres de forma diferente. Allender y colaboradores58 hallaron que el ROM de flexión-extensión de la muñeca, de rotación de la cadera y de rotación del hombro disminuyó al aumentar la edad, mientras que el ROM de flexión de la articulación metacarpofalángica (MCF) del pulgar no mostró una pérdida consistente de movilidad. Roach y Miles67 hallaron por lo general una pequeña disminución (de 3 a 5 grados) en la media de los movimientos activos de cadera y rodilla entre el grupo de edad más joven (25 a 39 años) y el grupo de mayor edad (60 a 74 años). Excepto por el ROM de extensión coxal, estos decrementos representan menos del 15% del arco de movilidad. Stubbs, Fernandez y Glenn69 hallaron una disminución entre el 4% y el 30% en 11 de las 23 articulaciones estudiadas en hombres de entre 25 y 54 años. James y Parker16 hallaron disminuciones sistemáticas en diez movimientos activos y pasivos de la extremidad inferior en personas de entre 70 y 92 años de edad. Steinberg y colaboradores,68 en un estudio con bailarines y no bailarines de edades similares (8 a 16 años), hallaron que las diferencias por la edad no solo se produjeron en distintas articulaciones y movimientos, sino que también variaron con la actividad. Por ejemplo, el ROM de flexión y rotación interna de cadera y la flexión de la rodilla disminuyó al incrementarse la edad de ambos grupos, aunque la flexión plantar del tobillo y la rotación externa de la cadera disminuyeron al incrementarse la edad de los no bailarines y no cambiaron en los bailarines.
Al igual que con las extremidades, los efectos de la edad sobre el ROM de la columna vertebral parecen ser específicos de la movilidad. Youdas y colaboradores75 hallaron que con el paso de una década tanto mujeres como hombres pierden aproximadamente 5 grados de movilidad activa de extensión del cuello y 3 grados de flexión, flexión lateral y rotación. Chen y colaboradores,76 en una