Retrato hablado. Javier Darío Restrepo

Retrato hablado - Javier Darío Restrepo


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poniendo en cajas de cartón. Luego vuelvo a las cajas, veo de nuevo el material y lo pongo en el suelo (que es donde realmente se confecciona la entrevista); después monto las piezas, como hacen con las películas, y las redacto a máquina.T

      Diversos autores coinciden en que el orden cronológico en que se realizó la entrevista no necesariamente tiene que coincidir con el orden en que se plantea el texto. Si habíamos dicho que normalmente las primeras preguntas se refieren a cuestiones más generales y ligeras es probable que no nos ayuden a elaborar una entrada interesante, pero en algunas ocasiones sí funciona la secuencia original.

      En cualquier caso, el texto debe seguir una lógica narrativa. No puede ser la concatenación de temas desarticulados. Por eso decíamos que el periodista debe analizar la información, agruparla, tejer los temas y las transiciones entre ellos, ligar los párrafos, recrear un diálogo fluido. Tendrá que elegir cuáles de los elementos que no formaron parte del diálogo (ambiente, entorno, vestimenta y reacciones del entrevistado, etc.) son significativos, y cómo y dónde hay que colocarlos. La redacción del texto implica elaborar secuencias, mantener el ritmo, enfatizar y marcar pausas. Por eso, antes de escribir, el periodista debe tener clara la estructura; por dónde empezará, cómo se ligarán los temas y cuál será el final. No hay recetas. Depende del propósito de cada caso.

      Antes de escribir, el periodista habrá también decidido, o asumido, cuál será el formato que dará a la entrevista. Esta decisión dependerá de la combinación de diversos factores: el medio de comunicación y sus normas, la sección en que se publicará, el tema, el entrevistador, el espacio disponible, etc. De los tipos de entrevista y su clasificación se han ocupado diversos autores y sus propuestas tienen una utilidad más bien analítica. En términos prácticos me parece que el planteamiento de formatos que hace Bastenier resulta muy útil.

      Sea el formato que sea, la entrevista debe incluir los datos básicos: el nombre completo del entrevistado, su ocupación, su edad o fecha de nacimiento y algunos elementos relevantes de su biografía. Conviene también establecer, si lo hay, el motivo de la entrevista (acaba de publicar un libro, está en la ciudad para participar en un congreso, recibió un premio, fue protagonista de un hecho relevante, etc.).

      La entrevista comparte los principios básicos de cualquier texto periodístico. Un título atractivo y claro. (En este caso suele ser una frase entrecomillada del entrevistado.) Una entrada que “enganche” al lector, que marque el tono y que establezca con claridad de qué va el texto. Un desarrollo fluido y articulado. Un remate que tenga “sabor” a final, esto es, que produzca en el lector la sensación de que ya terminó y que no dé vuelta a la página para buscar la continuación del relato. El último párrafo es el postre que brindamos al lector por haber llegado al final de nuestro texto. Se trata de una frase concluyente, pero sin moraleja ni sermón.

      En la entrevista a la señora Zárate (récord Guiness por el programa de televisión sobre cocina más longevo) la última pregunta es:

      —¿Seguirá en la cocina?

      —Sí, hasta donde Dios quiera que aguante. Dicen que Dios no me va a llamar hasta que no se le acabe la cocinera que tiene.

      Estos últimos párrafos dan una mayor sensación de cierre que una pregunta como: “¿Cuál es el platillo de su niñez?”.

      La parte final del proceso es la puesta en página. Es un trabajo que recae en el editor y los diseñadores, pero nunca está demás que el reportero se involucre en montar su texto, elegir los pies de foto, proponer entresacados y revisar pruebas.

      La ética

      Kapuscinski afirma que los periodistas

      Desde el momento que nos planteamos realizar una entrevista aparecen las preguntas éticas: ¿para qué?, ¿para quién?, ¿cómo?, ¿con qué finalidad? La manera en que la solicitamos y en que diseñamos las preguntas, en que nos presentamos ante el entrevistado y nos relacionamos con él, el modo en que le hacemos las preguntas, especialmente cuando son difíciles o dolorosas, la forma de editar sus respuestas, la elección de la fotografía. Todo el proceso está atravesado por esta dimensión ética. Lo sepamos o no, lo queramos o no. Porque la persona a la que entrevistamos se pone en nuestras manos, y por lo tanto adquirimos una responsabilidad en torno a ella. Nosotros somos los mediadores de su voz. Lo que dice por medio de nosotros y lo que nosotros decimos de ella, tiene consecuencias. Es un imperativo mantener en todo momento el respeto por la persona, incluso en aquellos casos en los que lo que haya hecho o lo que haya dicho nos resulte hasta detestable. Debemos considerar en todo momento los principios fundamentales de la ética periodística: veracidad, independencia y responsabilidad.

      Javier Darío Restrepo nos recuerda que en periodismo no podemos separar ética y técnica. Si trabajamos con profesionalismo a lo largo del proceso de elaboración de la entrevista periodística, y si lo hacemos con el cuidado debido tendremos al final una buena entrevista. No sólo porque está bien hecha, sino porque al estar bien hecha ayudará al lector a conocer mejor su entorno, a hacerse una mejor idea de los hechos y de las personas que la rodean. Con ello tendrá un buen insumo que le ayudará a tomar decisiones y a asumir posturas más informadas sobre lo que ocurre a su alrededor. Habrá pasado además un buen rato.

      Notas

       22 Christopher Silvester, Las grandes entrevistas de la historia, El País-Aguilar, México, 1999, p. 25.

       33 Federico Campbell, Periodismo escrito, Ariel, México, 1994, p. 25.

       44 Christopher Silvester, op. cit., p. 71.

       55 Miguel Ángel Bastenier, El blanco móvil, curso de periodismo, Ediciones El País, Madrid, 2001, p. 144.

       66 Federico Campbell, op. cit., p. 25.

       77 Jorge Halperín, La entrevista periodística, intimidades de la conversación pública, Paidós, Buenos Aires, 1995, p. 145.

       88 Miguel Ángel Bastenier, op. cit., p. 136.

       99 Manuel del Arco, “La interviú”, en Enciclopedia del Periodismo, Noguer, Madrid, 1966, p. 405.

       qq Federico Campbell, op. cit., p. 25.

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