Grasas saludables. Néstor Palmetti

Grasas saludables - Néstor Palmetti


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de vegetales crudos

       Exceso de omega 6

       Carencia de omega 3

       Deficiencia de minerales, enzimas y vitaminas

       Estrés

       Infecciones virales

       Exposición a radiaciones

       Tabaco

       Exceso de alcohol

       Fármacos (analgésicos y antiinflamatorios)

      Como veremos, los AGE resultan claves en el mecanismo regulador del colesterol. Este término también ha sufrido un tratamiento poco sensato, considerándoselo sinónimo de enfermedad. Por ello conviene detenernos un momento para conocer cuál es su función y qué mecanismos orgánicos rigen su equilibrio. Solo así podremos transitar con soltura el camino de la armonía corporal, evitando mitos y dogmas que contravienen la lógica funcional de nuestro organismo.

      El colesterol (un alcohol con un núcleo esteroide), es un componente elemental de todas las células de nuestro cuerpo y está presente en la mayoría de los seres vivientes del planeta (bacterias, vegetales, peces y mamíferos). Contrariamente a las afirmaciones tradicionales, los aceites vegetales contienen algo de colesterol: es el llamado colesterol ligado, no detectado por los métodos usuales de análisis químicos. Por esto puede afirmarse que hay colesterol prácticamente en todos los alimentos, sean de origen animal o vegetal.

      El colesterol forma la estructura de órganos importantes del cuerpo. La mitad de las glándulas suprarrenales (sin contar el agua) están compuestas por colesterol. En el cerebro constituye entre un 10 y un 20% de su masa total, y en el corazón alcanza el 10%, mismo valor que en los pulmones. Incluso la leche materna tiene el doble contenido de colesterol que la leche vacuna. Es evidente que el organismo no puede poner en peligro su propia estructura y por tanto el colesterol no debe ser tan nocivo. Pero veamos que tareas desempeña el colesterol en el funcionamiento corporal:

       Estabiliza y protege las membranas celulares

       Resguarda la estructura del sistema nervioso

       Es precursor de los ácidos biliares, necesarios para el metabolismo de las grasas alimentarias (¡¡¡y para regular el exceso de colesterol orgánico!!!)

       Es componente básico de las hormonas sexuales (estrógenos)

       Provee la sustancia inicial para las hormonas del estrés, sintetizadas en las suprarrenales

       Protege la piel y evita su deshidratación

       Interviene en la formación de la vitamina D, que se sintetiza en la piel

       Apoya el sistema inmunológico

       Protege a los diabéticos de daños renales

       Confiere elasticidad a los glóbulos rojos

       Es esencial en el desarrollo cerebral del recién nacido

       Impide malformaciones en el embrión

      Probablemente no haya ningún mineral o vitamina, al cual correspondan tareas más trascendentales y variadas que al colesterol. Dada su importancia, nuestro organismono confía en el aporte nutricional y lo produce internamente a través del hígado y el intestino delgado. Desde allí pasa a la sangre, donde se combina con proteínas de transporte y se distribuye en todo el organismo. Solo un 5% del colesterol corporal circula por la sangre; el resto realiza sus tareas vitales en las células, que incluso también pueden producirlo por sí mismas para suplir las necesidades de sus membranas. Dado que los AGE hacen más flexibles a las membranas celulares y las grasas saturadas las hacen másrígidas, el colesterol sirve para compensar estas variaciones a fin de mantener el equilibrio necesario para la buena función celular.

      Según la necesidad y elaporte nutricional, el cuerpo regula la cantidad de colesterol a producir. Una persona sana puede producir diariamente hasta un gramo y medio. De acuerdo a la dieta seguida, podemos ingerir con los alimentos hasta un gramo diario, absorbiendo el intestino delgado entre un 30 y un 60%. A mayor aporte nutricional, menor producción corporal; por este mecanismo de autorregulación, el cuerpo mantiene el nivel en sangre necesario, independientemente del aporte nutricional.

      Ya en 1978 el profesor Hans Glatzel del Instituto Max Planck para la Alimentación (Alemania), afirmaba: “el organismo trata de mantener un nivel individual de colesterol y es capaz de compensar en gran parte el efecto de una dieta para reducir o aumentar el colesterol. Llama la atención que al pasar de una dieta rica en grasas a una pobre, el nivel de colesterol primero baja en forma abrupta, luego sube lentamente durante semanas y meses, para finalmente ajustarse a valores similares al inicial” .

      Muchos estudios demuestran la inexistencia de unvínculo entre colesterol alimenticio y sanguíneo. Es el caso de investigaciones de la Universidad de Colorado (EEUU) sobre personas que comían casi dos docenas de huevos al día y tenían el colesterol por debajo de 200. Veremos luego la importancia que tiene la forma en que se producen y consumen los huevos, en relación con el colesterol. Otros estudios sobre consumo de grasa de buey (saturada y plena de colesterol) no advirtieron influencia en los niveles sanguíneos de colesterol e incluso notaron reducciones tras su ingesta. Un trabajo del Ministerio de Investigación y Tecnología (Alemania) llegó a la misma conclusión: no hay relación entre el colesterol alimentario y el sanguíneo .

      Otro aspecto importante es la variabilidad del índice de colesterol en sangre. En otoño aumenta un 20% y luego baja en invierno. También hay variaciones en función a la edad (aumenta con los años), el apetito, el estrés, el sexo, la actividad física, la hora del día, el tipo de clima, el equilibrio hormonal y las condiciones de salud. Todo esto nos lleva a concluir que tiene poco sentido hablar de un valor de referencia. Cada individuo tiene su nivel individual, propio de su contexto, y es el valor que el organismo tiende a regular y mantener, según las leyes de la homeostasis (equilibrio) corporal.

      El profesor Hans Holtmeier afirmó ante la Oficina Federal de Salud (Alemania): “El límite de 200 mg de colesterol sérico postulado para las personas adultas, no está científicamente fundado. Es normal que una mujer de 55 años presente un valor de 260 mg. Creo que las personas sanas no deberían prestarle atención a valores inferiores a 300 mg ” . Exámenes realizados en distintas empresas alemanas sobre empleadossanos, mostraron un nivel promedio de 250 mg, con fuertes desviaciones y con claros incrementos en función al aumento de la edad.

      Por el contrario, nadie toma en cuenta lo que sucede en personas con bajos valores de colesterol. Estudios médicos demuestran que dichos niveles, supuestamente saludables, van acompañados de mayor incidencia de cáncer, discapacidades mentales, padecimientos hepáticos, anemia y sida . O sea que se ven afectados aquellos órganos con alto requerimiento de colesterol. Investigaciones en diversos hospitales muestran que en


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