Encuadernación. Josep Cambras
Plancha de metal para risclar, raspador y navajilla.
Para la decoración de cortes
Éste es un proceso bastante olvidado, sobre todo el dorado de cortes y otras delicadezas. En algunos libros aún se mantiene el pintado del corte de cabeza y su posterior bruñido ya que se considera que protege al libro del polvo. Para decorar los cortes necesitaremos las siguientes herramientas:
• Un rascador de acero. Hoja de acero delgado con forma redonda por un lado y chata del otro, que se fabrica en diversas dimensiones. Elegiremos la que sea más proporcionada al libro. El lado redondo es para realizar la canal, y el llano para los cortes de cabeza y pie. Podemos prescindir del rascador y usar a cambio un papel de lija fino.
• Un bruñidor de ágata o piedra semipreciosa. Se compone de un mango de madera en cuyo extremo lleva una cabeza generalmente de piedra de ágata con forma plana o de diente de perro para ceñirse al perfil del corte. Se utiliza para pulir los cortes de los libros encerados, coloreados o dorados.
• Una raqueta con tela metálica. Se usa para salpicar los cantos con un color contrastado sobre una base de color. Este estilo era bastante frecuente en los libros de contabilidad, tan en desuso actualmente.
Para rastrillar o risclar
Es el proceso de risclar las cuerdas del cosido para montar el libro. Sería conveniente disponer de todos estos utensilios:
• Una madera de risclar. Madera delgada con una muesca de dos dedos de largo dentro de ella, por la que se pasará el cordel para risclarlo. Se puede sustituir por una plancha fina de metal con la misma forma.
• Un cuchillo sin corte. Para deshacer y afinar la cuerda con la finalidad de que no abulte sobre los cartones.
• Un punzón. Herramienta que consiste en una aguja fuerte con mango de madera y que emplearemos para realizar los agujeros en los cartones para pasar los cordeles. También se podrá utilizar para hacer agujeros finos para coser a diente de perro.
Las reglas planas de metal son utilizadas, más que para medir, para cortar y marcar.
Distintos tipos de bruñidores de piedra de ágata, utilizados básicamente en el dorado de los cortes.
Punzón. Se emplea para practicar agujeros en el cartón y papel.
Para el montaje del libro
Este proceso será distinto en algunos pasos dependiendo de la técnica usada (tapa suelta, montada, etc.), pero básicamente el utillaje será el mismo. Mención aparte hacemos de la confección de las cubiertas de piel que necesitan herramientas específicas. Para ejecutar el montaje del libro deberemos disponer de lo siguiente:
• Unos tableros de prensar. De madera o laminados, de unos 15 mm de grosor, con un tamaño superior al libro que deseemos prensar. Es conveniente disponer también de unos cuantos tableros grandes con superficie que no sea porosa al agua y que podremos utilizar para la restauración.
• Unos pinceles o brochas. De distintos tamaños, para encolar lomos, cartones, etc., con cola o engrudo. Conviene que sean de buena calidad, porque de lo contrario se deterioran rápidamente con las colas. Se tiene que destinar cada uno a un tipo de cola concreto; los redondos y con los pelos rígidos uno para cola plástica y otro para cola caliente, y otro para el engrudo.
• Un mazo de batir o martillo del encuadernador. Se usará para realizar el cajo del libro. También sería conveniente disponer de un martillo con la cabeza redondeada y de plástico para redondear el lomo del libro antes del corte.
• Una plegadera. Especie de cuchillo de madera, hueso, marfil o plástico que tiene un extremo más suave y pesado y otro más afilado, pero sin llegar a cortar. Debe ser de 160 mm de largo y 25 mm de ancho. Su función inicial fue la de doblar los pliegos, pero en la actualidad se usa a lo largo de toda la encuadernación.
• Unas limas o raspas. Herramientas de metal que pueden ser planas o redondeadas. Se utilizarán para biselar los cartones.
• Unas lijas de madera. Se utilizan de varios números para pulir los lomos y los cantos de los cartones y darles un acabado más suave. Para según qué operaciones es mejor pegarlas a unos tacos de madera para realizar un lijado de más precisión.
Plegaderas de hueso y madera. Útil indispensable en el taller pues se utiliza durante todo el proceso de elaboración del libro.
Lima de madera para el raspado de los cartones.
• Una lomera. Utensilio de madera con hendiduras redondeadas de distinto tamaño; se acompaña de un instrumento de madera, de puntas redondeadas, que sirve para bornear los lomos de los libros.
• Un bote de cola caliente. Se trata de un contenedor de dos compartimentos, para distintas texturas de cola, que permite calentar la cola al baño María. En la actualidad suelen ser eléctricos y controlan la temperatura mediante un termostato.
• Unos botes de engrudo. Contenedores para el engrudo, con una barra o una cuerda en el centro para poder escurrir el pincel. Tienen que ser lavables ya que el engrudo se descompone con facilidad.
• Unas pesas metálicas. Elemento de peso o algún sustituto fácil de usar, para prensados ligeros.
• Unos rodillos. Utensilio largo y estrecho en acero inoxidable, madera o plástico, de distintos grosores, que se usan en parejas para dar forma a la canal del libro hecho en tela. Se pueden sustituir por unas agujas de hacer punto.
Para las cubiertas de piel
Para trabajar las cubiertas de piel necesitaremos unos utensilios específicos que no se usan en las cubiertas de tela.
Para rebajar la piel deberemos disponer de lo siguiente:
• Una piedra de chiflar. Piedra fina y muy suave sobre la que se rebaja la piel. Debe ser muy lisa para no dañar o hacer marcas en la flor. Se puede utilizar una piedra litográfica o en su defecto un cristal grueso con un soporte para que no se desplace al ejercer la fuerza en el corte.
• Una chifla o cuchillo. Herramienta de corte compuesta por una hoja de acero de unos 40 mm de ancho y de 180 mm de largo y un mango de madera. La hoja termina en punta ligeramente redondeada. Debe estar bien afilada para conservar el corte. Se pasa de vez en cuando sobre la piedra o un cartón para arreglar el filo del corte y así trabajará mejor.
• Unas tenazas o pinzas de nervios. Utensilio a modo de pinza que sirve para ceñir la piel a los nervios en las cubiertas de piel del libro.
Papel de lija. Es conveniente pegarlo encima de un taco de madera o cartón para facilitar su manejo en determinadas operaciones. Se comercializa en distintos números.
Lomera. Herramienta básica para formar la curvatura de los lomos de las cubiertas del libro.