5 años. Manuel Montaner

5 años - Manuel Montaner


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quería, la Valentina se llevaba a la Cami en su auto los días que salíamos a la misma hora, más de una vez me llevó a mí, pero nunca a los dos juntos, con el paso del tiempo dejaría de llevarme, y los días en que ella salía antes yo no podía perder más clase. Las cosas no se estaban dando simplemente, debí dejar de intentarlo.

      Ya era septiembre y el Benjamín, un amigo de Calama, me avisa que iría para Arica, yo estaba entusiasmado, aunque no me dijo que iba con la polola, nos juntaríamos el sábado en la noche y aquí comienza el enredo. Lo primero fue quedarnos de acuerdo en el día y lugar, yo les dije que nos fuéramos al centro ahí hay un boulevard con terrazas donde podríamos conversar, todo bien pero pensé: voy a ir para allá a tocar el violín67 (mientras más lo pienso más weón68 me encuentro), entonces llamé a mis amigas preguntándole si querían acompañarme, además sería lindo que el Benjamín conociera a una de mis amigas. A la primera que llamé fue a la Paula, quien me dijo que tenía que trabajar esa noche, me recomendó llamar a la Cami. Luego llamé a la Sandra quien no tenía con quien dejar a sus hijos, así que me recomendó llamar a la Cami. De verdad quería evitarla esa noche, pero era la ocasión ideal. Así que la llame 2 veces y no contestó, le dejé un mensaje explicándole la situación, cuando lo leyó me escribió:

      —¿Por qué no me avisaste antes? Quedé de ir con una amiga a Mojito.

      Mojito es la discoteque más concurrida de Arica, en fin, obligado a ir solo. La cosa se complicaría cuando el Benjamín me dice vayamos a Mojito. Parecía broma, entre que no me gustan las disco y ella estaría ahí le dije inmediatamente que no, al cabo de un rato me llama y me pregunta:

      —A ver ¿Por qué no quieres ir? Cuéntame qué hiciste—. No me quedó de otra que explicar todo el enredo que había formado. Qué manera de complicar las cosas. Al final el Benjamín cedería he iríamos al centro.

      Nos reunimos en el centro con el Benjamín y su polola, la Natacha, quienes se conocían desde la época del colegio cuando iban en los scout. El Benjamín trabajaba como SSEI (bombero de aeropuerto), luego se haría bombero voluntario en la época del primer capítulo, yo mismo le hice la carta de recomendación que le exigían para entrar. No nos veíamos desde el colegio hace unos 5 años y a la Natacha quien estudiaba para ser controladora aérea no la conocía, cuando nos reencontramos fue como si hubieran pasado 5 minutos, fue una buena noche, hace mucho que no salía y estaba con mis lentes oscuros dado que se me rayaron los lentes blancos en el bolsillo del traje de bombero durante un incendio, todo iba bien hasta que la gente se empezó a ir, las mesas se desocuparon y dos mesas hacia mi izquierda en el mismo local veo a la Cami con su amiga.

      De golpe se me borró la sonrisa de la cara, volteé y la Natacha me miraba con cara de preocupación, antes que me preguntarán dije lo que pasaba.

      —Está ahí—. Dije.

      —¿Quién?— Preguntaron, a lo que respondí:

      —La mina69 que invité y no quiso venir por ir a Mojito—. Entonces, uno de los dos preguntó:

      —¿Me estay weando70?

      La Natacha estaba enojada, me decía que ella quería ir a Mojito y por su culpa no fueron, tampoco es para tanto creo, sólo es una disco. En un momento me mira mientras yo la veo, se ríe y algo le dice a la amiga. Yo lo único que me preguntaba era: ¿Qué mierda hacía ahí? Dijo que iba a una disco al otro lado de la ciudad, luego recordé que el ex pololo71 trabajaba en uno de esos locales que hay, pero aun así estaba un poco lejos de él y muy cerca de nosotros, si lo que quería era cagarme la noche lo consiguió.

      En un momento se levanta para ir al baño, yo aprovecho de decirle a Benjamín:

      —Ella es.

      —Es bonita—. Y agrega —la amiga no ha parado de mirar para acá.

      Yo prendería un cigarro a lo cual la Natacha me dice:

      —Te gusta—. Yo quedé en silencio. —Ya, cuando esté sola vas a hablarle, es tu oportunidad.

      Yo no quería ir, pero bueno. Cuando la amiga se fue al baño, me levanto y la Natacha me insiste que vaya con el vaso y fui.

      —¡Hola!

      —¡Hola! ¿Cómo estás? No te había visto—. Me responde, (sí claro).

      —Bien ¿y tú?

      —Bien también, acá carreteando72—. Mientras me mostraba su vaso:

      —Oye, yo te hacía en Mojito—. Le dije, a lo que respondió:

      —Es que hoy no hay Mojito—. (Sí como no, la discoteque más concurrida de la ciudad va a estar cerrada un día sábado en la noche, te creo).

      Conversaríamos un rato hasta terminar hablado de la U, en eso llega su amiga y me dice:

      —Oye no me hables de la U porfa73—. Luego dirigiéndose a su amiga —este me habla de la U.

      La saludé y luego nos dijeron que el local tenía que cerrar, ya eran las 4 am, en ese momento le ofrecí irnos todos juntos a seguir carreteando, a lo cual se negó porque venían unos amigos a buscarlas. Me devolví y el Benjamín me preguntó:

      —¿Cómo te fue?

      —Mal po74 weón,75 si a mí siempre me va mal—. Mientras yo estaba con la Cami el Benjamín pagó la cuenta, nos iríamos pasando por al frente de ellas, la amiga no nos quitó los ojos de encima mientras la Cami ni me miró.

      Cada uno se fue para su casa, la idea era al día siguiente hacer un asado, yo al llegar a la casa me tomé lo que quedaba de una botella de vino blanco que usaba para cocinar que tenía en el refrigerador, mala idea, al día siguiente amanecí con gripe, y no pude ir al asado y falté a clases el lunes, mi madre me tuvo que ir a acompañar. El lunes en la tarde me preguntó la Cami —¿Por qué faltaste a clases?—. A lo que respondí —Amanecí con gripe por tomar cosas heladas—. De aquí en adelante ella me contestaría los mensajes de un día para otro a excepción de uno.

      Me convencí de invitarla a salir, pero no tenía dinero, ese mes por suerte me sobraron unas luquitas76, dado que no salí a ninguna parte ese 18 de septiembre77, se suponía que iba a haber una junta en la compañía, pero de ahí se fueron a una fonda, yo no estaba para ese lujo, pensé entonces que con el dinero que me sobraba podía invitarla a salir.

      Antes eso sí, en la U, un amigo de su grupo el Vicente (no mi compañero de la compañía) se empezaría a acercar a nuestro grupo de amigos, más que nada para hacer los trabajos, nos explicó que las niñas estaban algo cambiadas, sobre todo la Cami, que siendo mamá no se ponía las pilas78, no hacían sus trabajos y estaban irresponsables. El Vicente estaba convencido que haríamos un buen grupo de trabajo. De ese grupo, él y la Cami eran los únicos que no habían reprobado un ramo y atrasado en la carrera, y el Vicente ya estaba mirando la tesis para el año siguiente.

      Me animé y 2 semanas después de ese encuentro en el centro le escribí invitándola a salir y me diría que no, porque según ella yo no tenía suficiente dinero como para invitarla a salir. Eso me dolió, mujeres jamás se metan con la billetera de un hombre, si bien le insistí y me diría que no, yo después de un rato decidí cortar relaciones con ella para siempre, no quiero gente interesada en mi vida. Cómo esa chica dulce que miraba corazones terminó en una superficial interesada que solo veía billeteras. Me dio mucha rabia entender en qué se había convertido.

      Lo que viene a continuación no sé si sea así, aquí es cuando algo no anda bien, si alguien me dice que esto no pasó, bueno le creeré. También es la parte en la que me quedo sin celular y con el paso del tiempo sin computador.

      Un día el profesor da un trabajo en parejas, hice equipo con el Santi, mientras lo hacíamos le comenté sin dar nombres acerca de mi último rechazo, cómo fue y las palabras que utilizó y lo que pensaba al respecto. Al salir de la sala el Vicente me preguntó:

      —¿Terminaste?


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