5 años. Manuel Montaner

5 años - Manuel Montaner


Скачать книгу
al Marcos, un tipo muy, pero muy simpático, tenía un carisma y una forma de hablar muy divertida, por ese tiempo la Paula y el Marcos se veían muy felices, me daban cierta envidia sana, me hubiera encantado tener una relación como la que ellos tenían. A pesar de eso nunca me acerqué a la Isabel por medio de ellos, ya que ellos dentro del curso estaban siempre en su mundo. Si bien el Marcos era cercano a la Isabel (según la Paula), ella era muy reacia a hablar acerca de su vida personal o pareja.

      Esta es la época en la cual yo comienzo a entrenar en el crossfit Arica, además de irme a la guardia permanente en la compañía.

      Me gustaría decir que ella era la única que me miraba, por ese tiempo una de las nuevas compañeras, la Isidora, amiga de ella por cierto, también haría lo mismo, ella eso sí rápidamente dejaría de hacerlo, tiempo después tendría un pololo48 con el cual tuvieron un hijo. Al parecer las cosas le resultaron bien.

      En un ramo éramos demasiados, así que dividieron el curso en 2, yo quedé con ella en el curso, pero nos hicieron formar grupos para el resto del semestre, quien daría la clase sería el Maximiliano, mi compañero de la compañía, quién también me ayudó con mi trabajo para el primer capítulo, para este trabajo fui con mis amigos Tomás y el Gonzalo. Se nos integró además, de la Valentina, quien no alcanzó a cambiarse de curso. Para ese ramo tendríamos que buscar una empresa, un día ya terminada la clase yo pensaba hablar con Maximiliano acerca de temas de la compañía, pero el grupo de la Isabel comenzó a hablar acerca de su trabajo primero, el detalle, la Isabel no fue a clases, en un momento la Isidora le diría al profe que la empresa con la que ellos hacían su trabajo, el contacto que tenían era el pololo de la Isabel. Así es, supe desde el principio que estaba pololeando49, en ese momento sentí pena por el tipo ya que no te deben querer mucho si miran a otro con tanta insistencia.

      Un día quedamos en la misma mesa sentados a un costado de la entrada de la U y comenzamos a hablar, la conversación no duró mucho, pues el Alonso le pediría que lo acompañara a comprar, ella diría que no en ese momento, pero ante la insistencia ella la acompañaría.

      Volveríamos a entablar conversación. Fue en un recreo antes de la clase de inglés en la cual ella estaba en una mesa y yo en la siguiente, solo me acerque y comenzamos a conocernos un poco más, pasaron los minutos y no entramos a clases, nos quedamos conversando hasta que el Alonso nuevamente le pediría que la acompañara a comprar. Me dijo que la acompañara hasta la puerta y fuimos, ahí el Alonso me diría que por mi vestimenta no los podía acompañar, era evidente que lo que iban a comprar era droga, al Alonso le encantaba la marihuana. Yo me fui para la casa.

      Al día siguiente comenzamos a hablar también con el Alonso, su amigo, él me pidió mis lentes para ver cuánto aumento tenían, se los pase y al mirar a Isabel esta se veía decepcionada, como si no le gustara lo que viera.

      Un día le hablé por Messenger y empezamos a hablar, le dije que jugáramos un juego, ella me preguntaba algo y yo le tenía que responder con la verdad, y así sucesivamente. En una de las conversaciones me preguntaría si me había comido50 a una compañera de curso, a lo cual le respondería que no, ella no me creería y me insistiría, a lo cual yo insistiría en que decía la verdad. Después le pediría una canción y ella me enviaría una canción por youtube de Soda estéreo llamada “trátame suavemente”, yo por mi parte le enviaría una canción de Akilados llamada “una cita”, de inmediato me preguntaría si en verdad me gustaba el metal o el reggaetón, a lo que respondería que yo no era de mente cerrada. En verdad me gustaba esa canción, aunque en general detesto el reggaeton.

      Un día estaba muy aburrido y no se me ocurrió mejor idea que invitarla a salir e ir por unas cervezas, así que le escribí, a ella le extrañó, básicamente el por qué, y le inventé que iba a salir con un amigo, pero que a último minuto no pudo ir y me dejó con las ganas de tomarme una cerveza. Ella no quiso, pero de igual forma seguimos hablando esa tarde.

      Un día me senté junto a ella en una mesa, no sé cómo o por qué, pero me puse a hablar de sus manos, pensaba que eran las de una mujer trabajadora, en ese momento no me di cuenta, pero me las di de tarado que cree saberlas todas51, lo peor es que me equivoqué en todo, me contó un poco de su vida y después se fue. La siguiente vez que traté de acercarme a ella estaba sola sentada en una mesa, y de la nada unas amigas la llamaron para ir a comprar, ella raudamente fue a acompañarlas y me dejó solo. No volvería a insistirle después de eso.

      Pasó el tiempo y las miradas no cesaron, ya estaba aburrido, pero no había forma de decirle que parara sin quedar mal yo. Antes de terminar el semestre me iría por motivos económicos a vivir solo, y mi madre volvería a casa de mi tía. La pieza donde arrendaba quedaba como a media hora de la U, tomando el camino contrario al que siempre tomaba para irme con la Cami.

      Durante el segundo semestre de clases se nos une la Sandra a un ramo, en el cual nos sentaríamos juntos todas las clases, era simpática la idea de volver a tenerla en clases, un detalle era que estaba embarazada, desde el primer día yo mientras hablaba con ella, voltée mi mirada y vi a la Isabel mirándola con odio. Un día le contaría a la Sandra de ella y lo que hacía, ella no lograba identificarla, dado que es mala con las referencias físicas hacia las personas. Hasta que, en la primera presentación ante el curso, aún no sabía de quien hablaba, pero cuando tuvo que pararse al frente del curso notó que alguien la miraba con odio y al mismo tiempo no me quitaba los ojos de encima, apoyando su codo sobre la mesa para afirmarse la cabeza, ese día la Sandra se puso muy incómoda y le costó expresarse. Cuando nos fuimos camino a casa me contó lo sucedido y que ya sabía lo que pasaba y quién era, fue tanto que quería salirse del curso, en ese momento lo único que quería la Sandra era salir de la sala.

      También le comenté lo sucedido a la Paula, pero no me dijo nada claro, solo que le parecía extraño lo que le contaba. También cometí el error de contárselo al Tomás, con quien ya estaba teniendo una amistad más cercana, mala idea, después de eso la Isabel no me volvió a mirar. Dirán por qué si algo que me estaba incomodando se terminó, bueno fue muy evidente que el Tom algo contó. La Paula me aconsejó no volver a confiar en él.

      Un día, estábamos un grupo sentado en una mesa cuadrada en el patio de la U, dentro de este, estaba a la Isabel a un costado hacia adelante, frente a mí el Alonso y varios compañeros más, y como ya se imaginarán ella me ignoró completamente incluso cuando trataba de hablarle, la cosa es que de la nada aparece la Cami con sus amigas y me hace cosquillas desde atrás, llegué a saltar, le dije que no lo hiciera de nuevo, pero aun así nos reímos y se sentó a mi lado, después con la Cami comenzaríamos a hablar como a principio de semestre, de la nada muy enojada la Isabel se fue y le dijo al Alonso que la acompañara mientras se iba raudamente, todos quedamos en silencio sin entender y al Alonso le tomó un momento incómodo pararse de esa mesa, yo le dije:

      —Parece que no quieres irte.

      —Sí, pero no importa—. Me respondió y salió corriendo para alcanzar a su amiga.

      Pasaría un tiempo, y sorprendentemente la Isabel me volvió a hablar por Messenger, esta vez para un trabajo el cual tenía dudas para otro ramo. El trabajo era simple, había que leer un texto de una plana y explicarlo entre 4 personas, luego habría un segundo trabajo donde había que leer un power point con unas 20 diapositivas, para ambos trabajos todos disertaríamos de lo mismo. El problema es que yo estaba confundido, creía que solo era una disertación de todo, mi grupo no sabía de qué se trataba el trabajo, así que tuve otra vez que hacer el trabajo solo y explicarles qué decir. Estaba en eso cuando me habla la Isabel, primero me preguntó sobre qué iba a hablar, yo le respondí sobre un contenido del power point (no voy a especificar cuál era), después de eso me comenzó a hacer preguntas sobre el texto del que sí iba a tratar el trabajo. Le di varios ejemplos y le expliqué con mis palabras qué entendía, luego de eso se despidió. Al día siguiente en plena clase me entero que todo lo que había hecho estaba mal, que me había equivocado y por suerte íbamos a salir últimos en la presentación.

      Tuvimos que improvisar las diapositivas y qué decir, antes de salir la Isabel salió a exponer, dijo textualmente lo que yo le expliqué, dio hasta mis ejemplos y el profesor la felicitó. La muy maldita


Скачать книгу