¿Hubo socialismo en la URSS?. Jaime Canales Garrido
Cuanto más conscientes y unidos efectuemos este repliegue necesario, cuanto menores sean los prejuicios con que lo llevemos a cabo, tanto más pronto podremos detenerlo, tanto más firme, rápido y amplio será después nuestro victorioso movimiento de avance”113.
El objetivo cardinal de Lenin era utilizar el “capitalismo de Estado” como plataforma para, en un plazo breve, crear una gran industria, que le permitiera al Poder Soviético aprovechar los inmensos recursos naturales existentes en el país, al mismo tiempo que ello posibilitaría el suministro de bienes de diversa índole al campesinado a cambio de lo fundamental: el pan, lo que, concomitantemente, contribuiría a evitar que el campesinado se pusiese al lado de la contrarrevolución.
De allí que, en múltiples oportunidades, Lenin haya insistido en que el futuro y la salvación de Rusia no estaban únicamente en una buena cosecha ni tampoco en una exitosa industria ligera, pues, en su opinión, eso no bastaba; era necesaria “… además, una industria pesada. Pero para ponerla en buenas condiciones serán precisos varios años de trabajo”114.
Con bastante frecuencia, crítico y autocrítico, Lenin, en los más diversos foros y momentos, reconoció, insistentemente, que los bolcheviques habían cometido numerosos errores. Pero, su crítica, sobre todo, estaba dirigida contra las deficiencias de la burocracia estatal, que había heredado todas las taras del antiguo aparato de Estado, y de cuyo buen funcionamiento dependía, en gran medida, la plasmación de las políticas con contenido y forma socialistas.
En el Informe al IV Congreso de la Internacional Comunista, del 5 de noviembre de 1922, Lenin realizó una severa crítica que abarcó varias esferas de la vida de la Rusia Soviética: “Es indudable que hemos cometido y cometeremos aún muchísimas torpezas. Nadie puede juzgarlas mejor ni verlas más claramente que yo… ¿Por qué cometemos torpezas? La razón es sencilla: primero, porque somos un país atrasado; segundo, porque la instrucción en nuestro país es mínima; tercero, porque no recibimos ninguna ayuda de fuera. Ni uno solo de los países civilizados nos ayuda. Por el contrario, todos actúan en contra nuestra. Y cuarto, por culpa de nuestro aparato estatal. Hemos heredado el viejo aparato estatal y ésta ha sido nuestra desgracia”115.
Era en el aparato estatal donde estaba precisamente -y vendría a estar siempre- el talón de Aquiles del Poder Soviético, y Lenin, que bien conocía el problema y las consecuencias que ello traía consigo, incansablemente, sin cesar, incluso hasta en los últimos días de su vida, instó a los bolcheviques a resolver esta cuestión trascendental para el triunfo del socialismo en Rusia.
No obstante lo referido, Lenin, supo justipreciar altamente la lucha del pueblo ruso -que había culminado con la victoria de la revolución socialista-, y ser -por decirlo así- un ejemplo para el proletariado mundial: “Pero tenemos derecho a enorgullecernos y nos enorgullecemos de que nos haya correspondido la felicidad de iniciar la construcción del Estado soviético, de iniciar así una nueva época de la historia universal, la época de la dominación de una clase nueva, oprimida en todos los países capitalistas y que avanza por doquier hacia una vida nueva, hacia la victoria sobre la burguesía, hacia la dictadura del proletariado, hacia la liberación de la humanidad del yugo del capital y de las guerras imperialistas”116.
29 En realidad, Marx, prácticamente, no habla de socialismo, siendo Lenin quien explica que lo que suele entenderse por socialismo, para Marx es la “primera fase de la sociedad comunista”. Véase: V. I. Lenin. OE. Tomo VII, p. 37.
30 La “formación socio-económica” -según Marx- abarca todos los aspectos de la vida social en su interrelación orgánica. En la base de cada formación socioeconómica se desarrolla un cierto modo de producción. Las relaciones de producción, tomadas en su conjunto, conforman la esencia de esta formación. Al sistema de estas relaciones de producción -que conforman la base económica de la formación social y económica- le corresponde una superestructura política, jurídica e ideológica y ciertas formas de conciencia social. En la estructura de la formación socioeconómica están incorporadas no solo las relaciones económicas, sino también todas las relaciones sociales que existen en una sociedad dada, así como ciertas formas de vida, familia, modo de vida, etc. Precisamente, considerando el concepto de “formación socioeconómica”, Marx unió la variedad de acontecimientos históricos en un solo sistema integrado, determinó los tipos históricos (etapas) definidos de la historia y formas de comunicación entre ellos. Como resultado de ello, llegó a la conclusión de que, en su desarrollo, la humanidad había transitado y debería transitar por cinco tipos de “formaciones socioeconómicas”, a saber: primitiva, esclavista, feudal, capitalista y comunista. Las causas del cambio de “formación socioeconómica” es la contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. La superación de esta contradicción en el curso de la revolución social conduce al cambio de la formación. Con el cambio de la base de la sociedad, también cambia todo el sistema de relaciones superestructurales.
31 К. Маркc Ф.Энгельс: Сочинения. Издание второе. Государственное Издательство Политической Литературы, Москва, 1955. Том 2. Стр. 32. (C. Marx y Federico Engels: Obras. En adelante OC).
32 Carlos Marx: Miseria de la filosofía o respuesta a la filosofía de la miseria de Proudhon, Siglo XXI editores, S. G. México 1987, p. 120-121.
33 Ibid., p. 121.
34 C. Marx y F. Engels: Manifiesto del Partido Comunista, p. 56-57. Vide: Orlando Millas. Memorias 1957-1991. Una disgresión. Santiago de Chile, Ediciones ChileAmérica CESOC, 1996, p. 272-273.
35 Vide: V. I. Lenin. Op. Cit., p. 9.
36 Orlando Millas. Op. Cit., p. 272-273.
37 Ibid., p. 272.
38 F. Engels. Anti-Dühring. La subversión de la ciencia por el señor Eugenio Dühring. Fundación Federico Engels, Madrid 2014, p. 375-376 (subrayado en itálica por Engels).
39 Es conocida la afirmación de Lenin sobre esta cuestión, constante de su escrito Acerca del infantilismo “izquierdista” y del espíritu pequeñoburgués: “A fin de que el lector se convenza de que no hago sólo hoy, ni mucho menos, una ‘alta’ apreciación del capitalismo de Estado, sino que la hice también antes de la toma del poder por los bolcheviques, me permito reproducir la siguiente cita de mi folleto La catástrofe que nos amenaza y cómo combatirla, escrito en septiembre de 1917…”. Vide: V. I. Lenin. OE. Tomo VIII, p. 66-67. Una expresión semejante es usada por Lenin en su famosa obra El impuesto en especie, escrita en el mes de abril de 1921. Vide: V. I. Lenin. OE. Tomo XII, p. 31.
40 V. I. Lenin. OE. Tomo VII. ¿Se sostendrán los bolcheviques en el poder?, p. 127 (subrayado por Lenin y por el autor).
41 V. I. Lenin. OE. Tomo VII. El Estado y la revolución, p. 19-20.
42 V. I Lenin. OE. Tomo VII, p. 38 (subrayado de Lenin y del autor); Tomo XII, p. 71 (subrayado de Lenin y del autor).