Reflexiones sobre Historia Social desde Nuestra América. Gabriela Grosores
del vínculo originario entre trabajo, conocimiento y arte ver George Thomson, Los orígenes de la ciencia y el arte, Leviatán, Buenos Aires, 1986.
36 Carlos Marx y Federico Engels, La Ideología Alemana, op. cit., pp., 28-29.
37 Carlos Marx y Federico Engels, op. cit., pp.26 y 31.
38 Carlos Marx, Miseria de la Filosofía, EDAF, Madrid, 2004, p.296.
39 20 Carlos Marx, El Capital, Tomo I, Vol. II, Cap. XIII, “Maquinaria y gran industria”, op.cit., pp.613. Respecto de la unidad dialectica entre la sociedad y la naturaleza afirmaba Marx, en polémica con los socialistas reformistas y la absolutización unilateral de la acción humana: “El trabajo no es la fuente de toda riqueza. La naturaleza es tan fuente de los valores del uso (¡y estos constituyen pues, la riqueza material!) como el trabajo, que a su vez no es más que la expresión de una fuerza material, la fuerza humana de trabajo”. Carlos Marx, Crítica del Programa de Gotha, Polémica, Buenos Aires, 1973, p.19. Al respecto, también Engels explicitó “Los hechos nos recuerdan a cada paso que no reinamos sobre la naturaleza como un conquistador reina sobre un pueblo extranjero, como alguien que está fuera de la naturaleza, sino que nosotros pertenecemos a ella con nuestra carne, nuestra sangre, nuestro cerebro, que nosotros estamos en su seno y que todo nuestro dominio en ella reside en la ventaja que tenemos sobre el conjunto de las otras criaturas es la de conocer sus leyes y poder servirnos de ellas juiciosamente.” F. Engels, Dialéctica de la Naturaleza, Cartago, México. 1983, pp.145-146.
Historia, ¿vas a mencionarnos,
en tus viejos pergaminos?
Trabajamos en talleres y oficinas,
nuestros nombres no sonaban mucho.
Labrábamos los campos, olíamos fuerte
a cebollas y sudor.
Y a través de los bigotes, con rencor,
maldijimos la vida que llevábamos.
(...)
En nuestro hogar nuestros padres
predicaban:
“Así será por siempre jamás”.
Pero nosotros rugíamos y escupíamos
su estúpida filosofía.
Dejábamos la mesa sin comer.
Huíamos de las casas y allí,
al aire libre, sentíamos las vibraciones
de algo nuevo, brillante y hermoso.
Cuán ansiosamente esperábamos
en cafés llenos de gente.
Y volvíamos tarde por la noche
con los últimos comunicados. (...)
Pero en tus infinitos volúmenes
debajo de cada letra y cada línea
nuestra pena va a asomar su duro rostro.
(...)
Porque la vida sin piedad
con su zarpa de bestia
golpeó nuestros rostros hambrientos.
Y es por eso que hoy es áspera mi voz.
Por eso los poemas que hoy escribo
en las horas que robo al sueño
no tienen la gracia del perfume
Sino un breve y lacerante ritmo.
Por nuestros sufrimientos
no pedimos recompensas
Ni queremos nuestros retratos
en los tomos de tus obras.
Pero cuenta nuestra historia simplemente
a aquellos que no vamos a ver.
Y dí a los que nos reemplacen
que luchamos con valor.
Nicolás Vaptzarov40
Historia (Fragmentos)
40 Nicolás Vaptzarov (1909-1942), segundo poeta nacional de Bulgaria, capturado por agentes búlgaros de la Gestapo, torturado y condenado a muerte, se declaró culpable de haber querido liberar a su patria de la opresión nazi y del gobierno colaboracionista.
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