Boca locura. Diego Ariel Estevez

Boca locura - Diego Ariel Estevez


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      UN TÍTULO QUE

       COSTÓ UN GLOBO

      Luego de lograr sus primeras conquistas en 1919 y 1920, Boca entró en un bache institucional y deportivo que lo condenó a dos terceros puestos consecutivos, detrás de Huracán y Del Plata en 1921 y del “Globo” y Sportivo Palermo en 1922. Por ese motivo, el éxito en el campeonato de 1923, obtenido luego de cuatro duras finales ante el equipo de Parque de los Patricios, significó el fin de una etapa negativa y el inicio de otra brillante, que llevaría al club xeneize al pico de su popularidad en el país.

Italiano de nacimiento, Mario Busso llegó a Boca desde Atlanta, en 1918, y jugó con la azul y oro hasta principios de 1927. Centrehalf de gran despliegue, integró una famosa línea media junto a José Alfredo López y Alfredo Elli. Su extensa campaña en la Ribera le permitió alcanzar cifras interesantes, como 127 partidos oficiales, cuatro goles y ocho títulos (cinco campeonatos, una copa local y dos internacionales).

      Para el certamen de 1923, la Asociación Argentina decidió aumentar la cantidad de clubes en su máxima categoría (el año anterior habían competido 17). Por eso, a Argentino de Banfield, campeón de Segunda, se sumaron All Boys, Temperley y Villa Urquiza, promovidos por la Asociación, para alcanzar la cifra de 21 conjuntos. El campeonato, entonces, sería kilométrico: 42 fechas.

      El conjunto xeneize mostraba un perfil diferente al de años anteriores. En el arco seguía Américo Tesoriere, pero la dupla defensiva se había jerarquizado con las llegadas de Ludovico Bidoglio y Ramón Mutis. En el medio, Angel Segundo Médici, apodado “Gomita” por su prodigalidad para la lucha, les hacía compañía a Mario Busso y Alfredo Elli. Y en la ofensiva, a los conocidos Pedro Calomino, Pablo Bozzo, Dante Pertini, Alfredo Garasini y Antonio Cerroti se sumaban nuevos valores, como Armando Oliva, y un jugador que había llegado en 1922 y que haría historia en el club: Domingo Tarasconi.

      Boca arrancó el campeonato con victorias ante Sportivo del Norte (6-3), Sportivo Dock Sud (5-2) y Villa Urquiza (1-0). Luego empató ante Platense y Estudiantes de La Plata, y posteriormente volvió al triunfo ante Sportivo Barracas (2-1) y Temperley (1-0). La pérdida del invicto se produjo el 22 de abril, cuando Sportivo Palermo lo venció 2-1 en cancha de GEBA, pero la recuperación fue rápida, con un 3-0 a All Boys.

      El 6 de mayo se produjo la primera irregularidad: Argentino de Quilmes, ascendido por decisión de la Asociación, fue incluido en el torneo con dos meses de demora y debutó justamente ante Boca, que le ganó 1-0 en la barranca quilmeña. De este modo, los participantes pasaron a ser 22. Cuatro días después, Argentinos Juniors dio la sorpresa y ganó 2-1 en La Boca, pero el team xeneize levantó cabeza con dos victorias al hilo (3-0 a Argentino de Banfield y 5-0 a San Fernando).

      El 31 de mayo el equipo xeneize visitó y goleó a Del Plata (4-1), pero la novedad de la jornada resultó el debut de un nuevo equipo, escindido de la Asociación Amateurs: Palermo (sí, el mismo que se había marchado de la Asociación Argentina en 1920). De este modo, los equipos participantes pasaron a ser 23, y las fechas del fixture, ¡46!

      Despreocupado de estos asuntos, Boca siguió con su costumbre de ganar: de sus siguientes ocho partidos, venció en siete (a Progresista, El Porvenir, Nueva Chicago, Porteño, Boca Alumni, Alvear y Palermo) y solo cedió un empate ante Huracán, que le peleaba el liderazgo (1-1).

      Pero si hasta ese momento el campeonato no era un ejemplo de organización, a fines de septiembre se sumó un desatino más: Estudiantes de La Plata y Sportivo Palermo abandonaron la Asociación Argentina y se marcharon a la Amateurs, cuando ni siquiera habían completado sus partidos de la primera rueda. Así, el número de participantes volvió a cambiar: ahora eran de nuevo 21, como al comienzo.

      Boca sufrió su última derrota del torneo ante Sportivo Barracas, en un partido que fue suspendido por agresión al árbitro y debió completarse más adelante. A partir de esa caída, enhebró una serie de siete victorias consecutivas (ante Alvear, Villa Urquiza, Argentino de Banfield, Nueva Chicago, Progresista, Boca Alumni y Del Plata) y finalizó el año puntero junto a Huracán, aunque con un partido más disputado.

      El 30 de enero de 1924, el Consejo Superior de la Asociación Argentina se reunió y decidió declarar como “no jugados” los partidos en los que habían participado Estudiantes de La Plata y Sportivo Palermo, lo que modificó las dos primeras posiciones: Boca pasó a la punta con 50 unidades y el “Globo” quedó segundo, con 49 (ambos con 28 matches disputados). Sin embargo, había otro problema: estaba prohibido jugar al fútbol en enero y febrero y restaban muchas fechas para terminar el campeonato. Entonces, el Consejo Superior, en una nueva reunión, decidió no disputar las jornadas restantes y que el título de campeón se dirimiera en dos finales entre el puntero (Boca) y el escolta (Huracán).

      Una de las alineaciones del campeón de 1923. Arriba, de izquierda a derecha: Ludovico Bidoglio, Américo Tesoriere, Alfredo Elli, Ángel Segundo Médici, Ramón Mutis y Alfredo Garasini. Abajo: Pedro Calomino, Antonio Cerroti, Domingo Tarasconi, Carmelo Pozzo y Dante Pertini.

      El 16 de marzo de 1924, en Sportivo Barracas, Boca sacó ventaja con un contundente 3-0 (goles de Tarasconi, Pertini y Cerroti). Catorce días más tarde, Huracán emparejó la serie al imponerse 2-0 en el mismo estadio (tantos de Loizo y Onzari). Fue necesaria, entonces, una tercera final, que se jugó el 6 de abril en cancha de GEBA: el resultado fue 0-0 y se mantuvo el suspenso. Recién el 27 del mismo mes, de vuelta en Sportivo Barracas, pudo conocerse al campeón. Y fue Boca, que en una actuación consagratoria, derrotó 2-0 a su enconado rival (con dos goles de Alfredo Garasini) y soltó el grito que tenía atragantado desde 1920. Se iniciaba así una etapa pródiga en triunfos para el equipo xeneize, que tendría su punto más alto en la notable gira europea de 1925.

      PRESENCIAS Y GOLES

      ARQUEROS: Américo Miguel TESORIERE (22 partidos), Manuel BIDOGLIO (8) y Alfredo OTERO (4). DEFENSORES: Ramón Alfredo MUTIS (34), Ludovico BIDOGLIO (32) y Juan Bautista ANGLESE (2). MEDIOS: Ángel Segundo MÉDICI (34, 1 gol), Mario BUSSO (30, 1), Alfredo ELLI (29), Eugenio CACOPARDO (6), Eduardo L. MARADINI (2) y Serafín TOUCEDO (1). DELANTEROS: Domingo Alberto TARASCONI (33, 39), Armando OLIVA (30, 6), Bleo Pedro Fournol CALOMINO (28, 8), Dante Santiago PERTINI (24, 16), Antonio CERROTI (22, 9), Pablo BOZZO (11, 3), Alfredo GARASINI (6, 6), Emilio SÁNCHEZ (3, 2), Carmelo POZZO (3), Casildo Atilio FALLATTI (3), Alfredo N. MARTÍN (3), Enrique BERTOLINI (2), Armando BERGAMINI (1) y Manuel MAURICIO (1).

      7

      1923 / COPA “CARLOS IBARGUREN”

      UNA “CANALLADA”

       TRIUNFAL

      El título obtenido en el campeonato de 1923, tras cuatro duras finales ante Huracán, habilitó a Boca para disputar la “Copa Carlos Ibarguren” ante el monarca de la Liga Rosarina de Fútbol, que ese año era uno de los dos grandes de la ciudad: Rosario Central.

Puntero izquierdo hábil y goleador, Dante Santiago Pertini debutó en la Primera xeneize en 1920 y se mantuvo hasta 1926, con un muy breve paso por River Plate en 1922 (solo jugó un partido). Su campaña en la Ribera fue muy fructífera, ya que anotó 31 goles en 60 partidos oficiales y ganó 7 títulos (tres campeonatos, tres copas locales y una internacional). Además, fue uno de los 17 jugadores que participó de la famosa gira europea de 1925, en la que disputó ocho partidos sin anotar goles.

      El equipo “canalla”


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