Evaluación y manejo pediátrico. Jorge Luis Garcia
de los 16 meses, y los caninos, a los 20 meses; el periodo de erupción es de 6 meses, y le sigue unperiodo silente de 4 a 6 meses.
• Un tercer grupo abarca la erupción de los cuatro segundos molares, que tardan unos 4 meses. Aproximadamente, a los 2 años y medio ya debería estar completa la dentición primaria.
Se considera dentro de los límites normales que la dentición primaria se encuentre completa en cualquier momento comprendido entre los 2 y 3 años, cuando los segundos molares han alcanzado la oclusión. Sin embargo, no debe ser motivo de preocupación el hecho de que los dientes broten algún tiempo después, siempre que estos sigan un orden normal en el desarrollo.
Los dientes aparecen en pares, alternando 2 inferiores y luego 2 homólogos superiores, de modo que entre los 2,5 y 3 años se completa la fórmula dentaria temporal (figura 1) que permanece invariable (llamado periodo de reposo) hasta los 5,5 y 6 años, momento en que comienza el recambio dentario. La pérdida prematura de los dientes primarios, por caries o traumatismo, muchas veces origina una pérdida de espacio para los sucesores y puede generar múltiples problemas en la dentición permanente.
Figura 1. Tabla de erupción y caída de los dientes primarios
Entre los 5 y 7 años comienza la segunda dentición o dentición permanente (32 dientes definitivos), con la erupción de los 4 primeros molares definitivos o permanentes y la erupción de los incisivos permanentes inferiores simultánea o alternativamente; este periodo puede prolongarse hasta los 12 años (figura 2). El momento de la erupción de los dientes permanentes es variable; no es frecuente la dentición precoz, pero la aparición tardía se asocia con algunos síndromes y enfermedades que se deben conocer.
Dentición tardía
Puede ser local o afectar la totalidad de la dentición. Hay una gran variación en la cronología de la erupción dentaria, por lo que no se deben considerar como anormales las pequeñas desviaciones respecto a los datos calculados para la población general. La erupción de la dentición temporal se ve afectada principalmente por enfermedades sistémicas, y la dentición permanente, por problemas locales (tabla 2).
Tabla 2. Enfermedades sistémicas y problemas locales que afectan la erupción dental
Enfermedades sistémicas | Problemas locales |
• Hipotiroidismo.• Hipo/avitaminosis D.• Síndrome de Down.• Osteoporosis.• Displasia ectodérmica.• Acondroplasia.• Amelogénesis imperfecta.• Disostosis cleidocraneal y cleidofacial. | • Falta de espacio en la arcada.• Secuela de traumas.• Restos radiculares persistentes.• Quistes.• Dientes supernumerarios.• Formaciones dobles. |
Figura 2. Erupción de los dientes permanentes
Dientes natales y neonatales
En algunos casos, los dientes están presentes en el nacimiento o aparecen en los primeros 28 días de vida del niño; a estos dientes se les denomina dientes natales y neonatales, respectivamente; también se considera que son de erupción prematura, y, por lo general, pertenecen a la fórmula temporal. De este tipo de dientes que aparecen de manera temprana, los más frecuentes son los incisivos inferiores, y en el 61 % de los casos estos vienen por pares; solo del 1,1 al 5 % de los casos son supernumerarios. Es menos frecuente la aparición temprana de los molares y los caninos natales. Aunque clínicamente semejan a los dientes temporales normales, son más pequeños y móviles, debido a la falta de formación radicular, lo que se puede corroborar radiográficamente; son amarillos, hipoplásicos, de bordes irregulares y agudos, y pueden causar una úlcera de fricción o úlcera de Riga-Fede en la superficie ventral anterior de la lengua y laceración del pecho materno, lo que dificulta la alimentación.
Dientes retenidos
Son los dientes primarios que permanecen en el arco más allá de su época de recambio. La etiología suele ser la posición ectópica o la ausencia del diente sucesor; los casos más frecuentes se presentan en el segundo molar primario mandibular, el incisivo lateral maxilar; y son menos frecuentes en los incisivos mandibulares.
Dientes en infraposición o sumergidos
Son dientes anquilosados por traumatismos o por alguna razón que produce unión del cemento y el hueso alveolar.
Epidemiología
Entre junio de 2013 y mayo de 2014 se realizó el IV Estudio Nacional de Salud Bucal, por parte del Ministerio de Salud y Protección Social. En este estudio, que incluyó encuestas y valoraciones clínicas a niños con edades de 1, 3, 5, 12, 15 y 18 años, de zonas rurales y urbanas de 197 municipios de todos los departamentos del país, se encontró que la caries dental es la enfermedad más frecuente en la población de Colombia, tal como ocurre en el resto del mundo.
Las enfermedades de las encías (enfermedades periodontales) se manifiestan incluso en los adolescentes, aunque con poca frecuencia. Por el contrario, tanto el número de personas afectadas como el grado de gravedad aumentan a medida que incrementa la edad del paciente.
Los traumas dentales, las caries y las enfermedades de las encías afectan la salud bucal, y, en consecuencia, generan pérdida dental a lo largo de la vida. Esto afecta funciones como la masticación, los procesos digestivos, el habla y la interacción social. Adicionalmente, la fluorosis presenta niveles entre muy leve y grave en el 51,6 % de los niños.
Según los indicadores básicos de la situación de salud en Santander del año 2016, las enfermedades bucodentales se encuentran dentro de las primeras causas de morbilidad de las enfermedades no transmisibles.
Patología bucal frecuente
Durante la vida, los dientes y los tejidos orales se ven expuestos a muchos factores ambientales que pueden originar patologías o incluso la pérdida dentaria. Las caries y las enfermedades periodontales (tejidos que soportan los dientes) son las patologías bucodentales más comunes, a pesar de que se las puede prevenir.
Placa bacteriana o biopelícula
Es una densa capa de microorganismos organizados, de forma cocoide, filamentosa o bacilar, embebidos en una matriz intermicrobiana, que se desarrollan sobre las superficies dentarias, encías y otras superficies bucales donde los mecanismos de autolimpieza oral son escasos o nulos (figura 3).
Sobre el desarrollo de la biopelícula influyen la anatomía, la posición y la estructura de los dientes; la nutrición bacteriana; las variaciones y la composición de la saliva y del fluido crevicular (exudado inflamatorio que proviene del tejido conectivo); la dieta, la consistencia, la frecuencia, la cantidad consumida y la velocidad de barrido de la cavidad bucal; así como los hábitos personales de higiene bucal.
Figura 3. Placa bacteriana o biopelícula
Caries dental
Es producto del desequilibrio fisiológico entre los minerales del tejido dental y la presencia de los fluidos generados por la actividad metabólica de las bacterias que se acumulan en la biopelícula (placa bacteriana) cuando permanece por periodos prolongados sin ser removida. La caries inicia con la desmineralización de la superficie del esmalte y continúa, de no ser atendida y controlada, con la destrucción de los tejidos del diente (esmalte y dentina) hasta producir cavidades. Dentro de sus complicaciones está la afectación de la pulpa dental y de los soportes dentales por la diseminación de la infección; esto produce incluso abscesos y celulitis faciales.
El modelo teórico actual describe que la caries dental requiere tres elementos para desarrolarse: presencia de bacterias cariogénicas, abundancia de carbohidratos refinados en la dieta y superficies dentales en un huésped susceptible.
Adicionalmente, puede haber otros condicionantes inherentes al huésped y al medio ambiente externo. La caries dental se asocia al incremento del consumo de la sacarosa, que constituye